Arriesgarse en el amor y en la vida

Parte de su personalidad

Como otras características de la ]]>personalidad]]> tales como la timidez o el perfeccionismo, la propensión a tomar riesgos parece ser una combinación de naturaleza y cuidado. Algunos expertos creen que el orden en que se nace juega una parte. Frank J. Sulloway, autor del libro Born to Rebel , cree que los niños nacidos en segundo orden normalmente son más aventurados que sus hermanos mayores. Pero a pesar del orden de nacimiento, la idea de arriesgarse hace que muchos de nosotros nos sintamos vulnerables y con buena razón. Los miedos son interminables: ¿Qué tal si fallo? ¿Qué tal si parezco un tonto? ¿Que tal si todos se dan cuenta de lo incompetente que soy?

El temor

La mayoría de nosotros ]]>teme]]> fracasar, pero el miedo al éxito de sobrepasar a nuestros padres, o de separarnos de nuestro pasado, o de desarrollar una imagen personal nueva y más fuerte también puede ser muy escabroso. Y cualquier cambio, incluso uno positivo, significa que debemos dejar ir el pasado y llorar la pérdida antes de que podamos afrontar el futuro.

Hay millones de razones por las cuales no cambiar o hacer cualquier cosa que se perciba como escabrosa. Pero en algún punto, dejar que las cosas sigan de la manera en que están se siente sofocante y asfixiante, y en muchos casos, el dolor de no alcanzar el cielo finalmente se vuelve insoportable.

Tipos de riesgos

Existen diferentes categorías de riesgos y cada una tiene temores específicos asociados.

• Riesgos Intelectuales, creativos o relacionados con la profesión - regresar a la escuela, aprender una nueva habilidad o aceptar un ascenso de trabajo, trae consigo temores de fracaso, temores de que el mundo descubra sus insuficiencias ("el síndrome del impostor") o temores de humillación.
• Riesgos emocionales o interpersonales - contestar un anuncio personal en línea, dejar una relación no satisfactoria, confrontar a alguien que ha herido nuestros sentimientos o tratar de profundizar el nivel de intimidad en una relación existente puede hacernos sentir vulnerables y necesitados, revolviendo nuestros temores de dependencia. Al sentirnos expuestos, nos preocupamos acerca del rechazo y de dejar que otros nos vean como realmente somos y que eso los aleje.
• Riesgos físicos -aprender a bucear con escafandra, ir a tirarse del bungee o tener un bebé puede provocar temores de lesión, dolor e incluso de muerte. Nos preocupamos de que no somos lo suficientemente ágiles o de que nos falta estamina y resistencia.

Muchas experiencias nuevas incorporan una mezcla de riesgos intelectuales, emocionales y financieros, y determinar verdaderamente a que le tenemos miedo es un paso esencial en el proceso de alistarnos para hacer un movimiento.

Evaluar su estilo de toma de riesgos

Al entender su estilo de toma de riesgos es importante considerar un número de diferentes factores.

Temperamento

Piense acerca de su temperamento general.

• ¿Es usted precavido u osado?
• ¿Da la bien venida al cambio o se apega a lo familiar?
• ¿Es usted alguien que toma riesgos de manera descuidada e impulsiva?
• ¿Es usted extremadamente precavido, o es relativamente equilibrado y moderado?

Toma de decisiones

Examine la forma en que decide que riesgos tomar.

• ¿Le gusta considerar un número de diferentes posibilidades o prefiere tener una o dos opciones y escoger entre las dos?
• ¿Confía en sus sentimientos o los descarta como irrelevantes o de distracción?
• ¿Cuál es su marco de tiempo?
• ¿Medita sobre decisiones por semanas o meses o piensa acerca de ellas por uno o dos días y después se lanza?

Optimismo vs. pesimismo

Considere su sentido total de optimismo y pesimismo.

• ¿Cree que muchas cosas que hace generalmente tornan bien o toma un riesgo con un sentido de pavor, sintiendo que podrían traer consecuencias fatales?
• ¿Está emocionado de tomar un riesgo o la ansiedad se vuelve tan abrumadora que no hay espacio para el regocijo?

Conocer su estilo de toma de riesgos le permite actuar de manera cómoda, a su propio ritmo, mientras se mueve a través de los pasos necesarios para estar listo.

Etapas en el proceso de toma de riesgos

El proceso de decidir arriesgarse es muy complejo, a pesar de la urgencia de una compañía popular de calzado que dice "¡Sólo hágalo!" Seguir una serie de pasos ordenados le da un sentimiento de control, haciendo positiva, con optimismo, su experiencia de toma de riesgos.

• Descubrimiento
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  El primer paso en el proceso es volverse consciente de su insatisfacción con su situación actual. Esto es seguido del reconocimiento del deseo y la necesidad de cambiar.
• Preguntas
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  El segundo paso es la ambivalencia, ¿debería o no debería? La incertidumbre y la ansiedad pueden reducirse al reunir información y buscar el apoyo de otros.
• Planeación
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  Reducir la escala de riesgo al reestructurarla es a menudo útil. Por ejemplo, más que el renunciar a su trabajo para trabajar por su cuenta en tiempo completo, ¿puede trabajar medio tiempo para que tenga un ingreso fijo por un rato? También es bueno reducir la irreversibilidad del riesgo propuesto al poner redes de seguridad. "No te cierres las puertas", solía decir mi madre. Pensar sobre los posibles resultados y el tener una cantidad de planes de respaldo de juego reduce la ansiedad.
• Imaginar
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  Trate de no imaginarse lo peor. Si tiene un nuevo trabajo y no funciona, las probabilidades de que se quede sin dinero y viva debajo de un puente son escasas. Pero este pensamiento de todo o nada puede dejarlo incapaz de salir adelante, porque es mucho más fácil permanecer en su pequeño capullo a salvo, seguro y atrapado. Este mismo temor puede también confundir los asuntos en su mente, y esa confusión después se vuelve una excusa para no hacer tomar ningún riesgo.
• Una vez que toma la decisión de seguir adelante y tomar un riesgo en particular, deje que se incube por un rato. Siga durmiendo. Vea que le dicen sus sueños. Imagínese usted mismo en su nueva situación y vea que sentimientos resultan.
• Hacer que suceda
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  Después es tiempo de "hacerlo". Cásese, renuncie a su trabajo, compre su boleto de avión, inscríbase en ese curso de diseño por computadora. Aquel que no se arriesga nunca bebe champagne, de acuerdo a un viejo proverbio ruso. Cuando está hecho, celebre, regocíjese y sea feliz, incluso si las cosas no salen de la forma que esperaba. La aventura vale por sí sola, dice Amelia Earhart.

La senda que ha elegido puede serpentear en caminos sorprendentemente inesperados, pero al menos se esta moviendo. Como dice Jim McCormick, un paracaidista profesional de exhibición y un conferencista motivacional y autoridad líder sobre la toma de riesgos, "La recompensa máxima en la vida es para los arriesgados...No deje que sus temores lo repriman".