Aspirando un quiste

Cuando se sospecha de un quiste, algunos médicos proceden directamente con aspiración. Este procedimiento, que emplea una aguja muy delgada y una jeringa, toma sólo unos minutos y se puede realizar en el consultorio del médico. El procedimiento generalmente no es doloroso, ya que muchos de los nervios en el seno están en la piel.

Sosteniendo el tumor firmemente, el médico inserta la aguja e intenta drenar líquido. Si el tumor es en verdad un quiste, eliminar el líquido ocasionará que el quiste se colapse y el tumor desaparezca. A menos que el quiste reaparezca en la siguiente semana o dos, no es necesario ningún otro tratamiento. Si el quiste reaparece en una fecha posterior, simplemente puede ser drenado otra vez.

Si el tumor se vuelve sólido, podría ser posible usar la aguja para succionar algunos grupos de células, las cuales luego son enviadas a un laboratorio para una evaluación posterior. (Es muy raro que los quistes se asocien con cáncer de modo que el líquido extraído de un quiste generalmente no es examinado a menos que sea sangrante o que la mujer sea mayor de 55 años.)