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?Espera Vigilante o Cirugia? Una Demanda Fuerte para el Cancer Localizado de Prostata

June 10, 2008 - 7:30am
 
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¿Espera Vigilante o Cirugía? Una Demanda Fuerte para el Cáncer Localizado de Próstata

Los hombres a quienes se les diagnosticó cáncer de próstata enfrentaron una decisión muy difícil sobre su tratamiento. Sus opciones incluían radioterapia, terapia hormonal, cirugía para extirpar toda o parte de la próstata (y posiblemente algunos nódulos linfáticos) y una espera vigilante, en la cual los médicos hacen un seguimiento del crecimiento del tumor y finalmente toman decisiones sobre el tratamiento adecuado. Cuál opción es la mejor depende de la edad, el estado de salud en general, la etapa del cáncer y las metas personales de calidad de vida. Por ejemplo, la cirugía de extirpación de próstata presenta el riesgo de disfunción eréctil y de fuga urinaria. Al final, algunos tipos de cáncer de próstata nunca crecen lo suficiente para matar al paciente antes de que muera por alguna otra causa.

En medio del debate sobre cómo tratar los tipos de cáncer localizado y temprano de próstata, dos artículos del 12 de septiembre de 2002 del New England Journal of Medicine ofrecen algunas pistas para guiar las decisiones de tratamiento. Un artículo sugiere que la prostatectomía radical puede reducir la mortalidad debido al cáncer de próstata cuando se compara con la espera vigilante. Sin embargo, la cirugía no redujo los índices generales de mortalidad, con un significado de muertes debido a todas las causas. El segundo artículo reporta que aunque la disfunción eréctil y la fuga urinaria son más comunes entre los hombres que se someten a una prostatectomía radical, parece que la calidad de vida en general es similar entre ambos grupos.

Información sobre el Estudio

Investigadores escandinavos condujeron dos estudios en el mismo grupo de hombres entre 1989 y 1999.

En el primer estudio, los investigadores enlistaron a 695 hombres menores de 75 años de edad con cáncer localizado de próstata (cáncer de próstata que no se había diseminado más allá de la glándula prostática). Los pacientes eran excluidos de este estudio si presentaban otro tipo de cáncer, signos de obstrucción urinaria, niveles antígeno específico de próstata (PSA, por sus siglas en inglés) de 50 nanogramos por mililitro o más altos (lo normal es menos de 4 nanogramos por mililitros) o tomografías óseas que indicaban que el cáncer se había diseminado más allá de la glándula prostática.

Los pacientes fueron asignados aleatoriamente ya sea a someterse a una prostatectomía radical (cirugía para extirpar la próstata) o a ser tratados según el plan de espera vigilante. Todos los participantes se sometieron a exámenes de seguimiento dos veces al año durante los primeros dos años y anualmente durante los años restantes del estudio. Después de un promedio de 6 años de seguimiento de cada participante, los investigadores compararon la mortalidad debido al cáncer de próstata con la mortalidad debido a todas las causas entre los grupos de la prostatectomía radical y la espera vigilante.

Para el segundo estudio, los investigadores contactaron a los 376 hombres que habían ingresado al estudio entre 1989 y 1996. Les enviaron un correo a los 356 hombres que estuvieron de acuerdo en participar en su encuesta un cuestionario que interrogaba sobre su potencia sexual, función urinaria y calidad de vida general desde que se sometieron a la cirugía o iniciaron la fase de espera vigilante. Los investigadores compararon la disfunción eréctil, la fuga urinaria, la obstrucción urinaria y la calidad de vida entre los hombres que se habían sometido a la prostatectomía con aquellos que fueron registrados para la espera vigilante.

Los hallazgos

Los hombres que se sometieron a prostatectomía radical tenían 50% menos probabilidades de morir de cáncer de próstata que los hombres a los que se les asignó la espera vigilante. Sin embargo, la mortalidad debido a todas las causas no presentaba diferencias entre los dos grupos, indicando que el índice de supervivencia general era similar en ambos grupos.

Con respecto a los efectos secundarios y a la calidad de vida, 80% de los hombres en el grupo de la cirugía reportaron disfunción eréctil en comparación con 45% en el grupo de espera vigilante. La fuga urinaria también fue más común en el grupo de la cirugía - 49% contra 21%. Por otro lado, la obstrucción urinaria fue más común en el grupo de espera vigilante - 44% contra 28%. Sin embargo, la calidad de vida fue similar entre los dos grupos.

Aunque parece que estos estudios sugieren algunas ventajas de la prostatectomía radical sobre la espera vigilante para el cáncer localizado de próstata, ambos presentan sus limitaciones. Primero, 75% de los hombres en este estudio fueron diagnosticados con base en el examen físico de la próstata en el cual el médico pudo sentir el tumor. Pero la mayoría de los tipos de cáncer de próstata se diagnostican cuando los niveles elevados de PSA conducen a los médicos a examinar una muestra de tejido prostático para detectar células cancerígenas. Estos hallazgos podrían no aplicarse para los casos detectados de manera tan temprana. Segundo, no es evidente si los cirujanos en este estudio llevaron a cabo una cirugía preservadora del nervio, la cual reduce las complicaciones sexuales y de función urinaria. Tercero, las encuestas con respecto a la calidad de vida y los efectos secundarios sexuales y urinarios no fueron conducidos al inicio del estudio. Por esta razón, los investigadores no pudieron comparar los resultados de la encuesta antes y después de la cirugía o de la espera vigilante.

¿De Qué Manera le Afecta?

Aunque estos resultados no hacen que las decisiones del tratamiento sean mucho más fáciles de tomar para los hombres a quienes se les diagnosticó cáncer de próstata, sí proporcionan cierta información útil para que los hombres la consideren cuando discutan las opciones de tratamiento con sus médicos. Desde un punto de vista optimista, los resultados sugieren que los hombres menores a los 75 años de edad con cáncer localizado de próstata pueden obtener beneficios a partir de la cirugía. Desde un punto de vista pesimista, los resultados sugieren que la disfunción eréctil y la fuga urinaria representan más de una preocupación para los hombres que optan por la cirugía. Sin embargo, los problemas con la obstrucción urinaria fueron más comunes en los hombres que no se sometieron a la cirugía, sugiriendo que el crecimiento del tumor prostático presenta sus propios problemas urinarios. Por lo menos esto puede justificar parcialmente el hecho de que la calidad de vida no presentó diferencias en los dos grupos. Pero probablemente el descubrimiento más significativo fue que la mortalidad general no fue diferente entre la prostatectomía y la espera vigilante, sugiriendo que los pacientes que se sometieron a la cirugía se encontraban en un riesgo más alto de morir por otras causas.

En un comentario editorial que acompaña a los artículos de investigación, Patrick C. Walsh, MD, de Johns Hopkins Hospital en Baltimore, Maryland explica que ninguna opción de tratamiento contra el cáncer de próstata se encuentra sin riesgos para la calidad de vida. Él acentúa que la mejor opción de tratamiento para un paciente es sumamente dependiente de factores tales como edad, estado de salud en general, necesidades personales de calidad de vida y si el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo.

Fuentes Adicionales de Información:

National Cancer Institute
http://www.nci.nih.gov/

American Cancer Society
http://www.cancer.org/

Fuentes:

Holmberg L, Bill-Axelson A, Helgesen F, et al. A randomized trial comparing radical prostatectomy with watchful waiting in early prostate cancer. NEJM. 2002;347:781-789.

Steineck G, Helgesen F, Adolfsson J, et al. Quality of life after radical prostatectomy or watchful waiting. NEJM. 2002;347:790-796.

Walsh PC. Surgery and the reduction of mortality from prostate cancer. NEJM. 2002;347:839-840.



Último revisado 13 de septiembre de 2002 por ]]>Richard Glickman-Simon, MD]]>

Se provee esta información como complemento a la atención proporcionada por su medico. Dicha información no tiene el propósito o la presunción de substituir el consejo medico profesional. Procure siempre el consejo de su medico o de otro profesional de la salud competente antes de iniciar cualquier tratamiento nuevo o para aclarar cualquier duda que usted pueda tener con relación a un problema de salud.

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