El cambio de verano a otoño e invierno trae problemas diferentes para cada uno de nosotros. Para algunos, los cambios de temporada traen todas las alergias familiares, resfriados y gripa. Y para otros traen una enfermedad menos familiar llamada conjuntivitis, inflamación de la conjuntiva, una capa transparente delgada que cubre el párpado y la parte blanca del ojo.

Los síntomas de la conjuntivitis pueden ir desde la mera molestia a muy dolorosos, e incluyen:

  • Acuosidad ocular excesiva
  • Enrojecimiento ocular excesivo
  • Dolor ocular (algunas veces muy agudo, algunas veces similar a una sensación polvosa en el ojo)
  • Secreción ocular con pus clara, verde o amarilla
  • Formación de una costra en los párpados durante el sueño que causa que los párpados se cierren
  • Hinchazón del párpado o de la "bolsa" debajo del ojo
  • Sensibilidad a las luces brillantes
  • Comezón extrema de los ojos (generalmente sólo con conjuntivitis alérgica)

Básicamente, hay cinco tipos de conjuntivitis: Alérgica, química, viral, bacterial y oftalmia neonatorum.

Conjuntivitis alérgica y química

La conjuntivitis alérgica es causada por la exposición a alérgenos (por ejemplo, polen, pelo de mascota o pelusa), mientras la conjuntivitis química resulta de los irritantes tales como el aerosol para cabello y los contaminantes aéreos. Cuando es causada por un alérgeno, ambos ojos generalmente son afectados, y con mayor frecuencia está acompañada de llanto, comezón y enrojecimiento del ojo, y algunas veces una nariz que pica y mocosa. La mejor forma de tratar estos dos tipos de conjuntivitis es quitar el alérgeno o contaminante de su ambiente diario. En algunos casos, esto es fácil mientras que en otros es más bien imposible.

Como el Dr. Mark Kuperwaser, MD., asociado en oftalmología en el Beth Israel Deaconess Medical Center señala: "Algunas veces el alérgeno puede ser del tipo cosmético o aun el detergente de lavar que usa." En estos casos, cambiar el producto puede resolver el problema. No obstante, a veces no es posible retirar el alérgeno. En este caso, pueden probarse gotas de ojos lubricantes para lavar los ojos o la aplicación de compresas frías sobre los ojos.

Si estos enfoques son ineficaces, gotas de ojos con antihistamina o inhibidores de prescritos de alérgenos son generalmente usados como tratamiento. En casos graves, se recetan pomadas actuales basadas en esteroides, pero sólo como último recurso, porque la conjuntivitis alérgica puede durar un período extendido (hasta que se quite el irritante), y el uso extendido de pomada con esteroides puede causar cataratas o glaucoma. Si un químico es la causa, usualmente limpiar el ojo con agua aliviará los síntomas.

Oftalmia neonatorum

Oftalmia neonatorum es una forma de conjuntivitis encontrada en los recién nacidos. Se contrae de los ductos lacrimosos del infante no están completamente abiertos o si el niño está expuesto a bacterias cuando pasan a través del canal de nacimiento de una mamá que esté infectada con gonorrea o clamidia. Por esta razón, es rutina para los hospitales aplicar un antibiótico de contacto a todos los ojos de los recién nacidos. El virus del herpes simplex también puede pasarse al niño durante el parto y causar conjuntivitis viral.

Conjuntivitis bacterial y viral

La conjuntivitis bacterial es causada por la exposición del ojo a alguna clase de bacteria. Frecuentemente referida como "ojo rosado," la conjuntivitis bacterial generalmente afecta ambos ojos y es acompañada de una secreción mucosa fuerte. La conjuntivitis bacterial se trata con antibióticos, generalmente dados ya sea como gotas o como una pomada. En la mayoría de los casos, la conjuntivitis bacterial se limpiará dentro de unos pocos días, una vez que el tratamiento haya empezado.

La conjuntivitis viral, por otro lado, es un crecimiento excesivo de una infección viral (tal como el resfriado común, gripa o algunas enfermedades infantiles como sarampión). Normalmente limitado al ojo, la conjuntivitis viral generalmente está acompañada de cantidades extremas del ojo lacrimoso con sólo secreción ligera. No hay medicamento para tratar la conjuntivitis viral y normalmente se alejará por sí dentro de pocos días.

Muchos doctores también sugieren que los pacientes, además de cualquier otro tratamiento recetado, apliquen una compresa caliente al (los) ojo(s) afectado(s) por al menos cinco minutos cada día. "Primero, la compresa hará al paciente más cómodo," explica el Dr. Kuperwaser. "Además, [en el caso de conjuntivitis viral] ambas compresas mejoran el flujo sanguíneo al ojo, que ayuda a combatir el virus, y aplican calor al ojo, que puede ayudar a matar el virus."

Tanto la conjuntivitis bacterial como la viral son contagiosas. Si contrae cualquiera de estos tipos de conjuntivitis, deben tomarse medidas para evitar la expansión de la condición a su otro ojo o a otras personas. Estas medidas incluyen:

  • Lave sus manos detallada y frecuentemente.
  • Evite frotarse el ojo u ojos infectados.
  • No comparta toallas, almohadas o pañuelos con otros, y use estos artículos sólo una vez antes de lavarse.
  • No comparta el maquillaje para ojos con otros, especialmente el delineador de ojos y el rimel. Y evite usar cualquier maquillaje de ojos del todo mientras esté sufriendo de cualquier tipo de conjuntivitis.
  • Si su hijo contrae conjuntivitis bacterial o viral, debe mantenerlo fuera de la escuela por unos cuantos días. De lo contrario, es común que la afección pueda contagiarse en toda una clase entera.

Cuándo buscar tratamiento

La conjuntivitis frecuentemente se alejará por sí sola, pero si no, puede curarse relativamente fácil. No obstante, ciertos tipos de conjuntivitis, si se dejan sin tratar, pueden causar daño permanente a su córnea y dañar su visión permanentemente. Por consiguiente, debe buscar tratamiento inmediatamente si:

  • Desarrolla enrojecimiento o incomodidad en su ojo que está afectando su visión.
  • El enrojecimiento e incomodidad en su ojo empieza a volverse muy dolorosa o una secreción amarilla o verde empieza a desarrollarse.
  • Una condición que cree ser conjuntivitis alérgica recurre frecuentemente o empieza a empeorar progresivamente.
  • Tiene un hijo recién nacido cuyos ojos están inflamados y no están produciendo lágrimas. (Esto puede ser un signo de oftalmia neonatorum que, si no se trata rápidamente, puede llevar a daño ocular permanente.)

Si su hijo desarrolla algún problema con sus ojos que no desaparece por sí solo muy rápido o sufre una lesión ocular, es mejor revisar la condición de inmediato por un médico. Los problemas médicos con sus ojos pueden, en casi todos los casos, ser tratados. Pero no tratar las infecciones puede causar daño permanente a su visión, uno de los recursos más preciosos.