Presion Arterial Alta Vinculada con la Inflamacion

Estudio Innovador

Investigadores de Brigham and Women's Hospital y de Harvard Medical School en Boston, Massachusetts, publicaron sus resultados en la edición del 10 de diciembre de 2003 en Journal of the American Medical Association. El investigador líder, Dr. Howard Sesso y sus colegas estudiaron a 21,000 mujeres médicos de 45 años de edad o más, durante un período promedio de ocho años. Todas las mujeres fueron participantes en el Women's Health Study más grande, quienes inicialmente no tenían presión arterial alta ni otra enfermedad cardiovascular.

Para cada mujer, el Dr. Sesso y sus colegas registraron un nivel sanguíneo base de proteína C-reactiva, un indicador de inflamación en el cuerpo. Durante el período de estudio, aproximadamente un cuarto de las mujeres avanzó hasta desarrollar hipertensión. Después los investigadores correlacionaron el nivel inicial de cada mujer de proteína C-reactiva en la sangre con el riesgo posterior de desarrollar presión arterial alta. En el análisis, ellos ajustaron otros factores como edad avanzada, obesidad, inactividad, fumar, consumo excesivo de alcohol, antecedente familiar de enfermedad cardíaca prematura, colesterol alto, diabetes, y uso de terapia de reemplazo hormonal.

Los investigadores encontraron que los niveles de proteína C-reactiva están significativa e independientemente asociados con el posterior desarrollo de hipertensión. Después de corregir otros factores de riesgo coronario, las mujeres en el estudio con los niveles más altos sobre la línea de referencia, fueron un 50% más propensas a desarrollar presión arterial alta que aquellas con los niveles más bajos. Este hallazgo resulto cierto, dice el Dr. Sesso, incluso para las mujeres sin factores de riesgo coronario y aquellas con niveles de presión arterial muy bajos respecto a la línea de referencia. "Esta información proporciona evidencia de que la inflamación podría ser un mecanismo importante a través del cual se desarrolla la hipertensión," concluyen los investigadores.

Explicando la Relación

"Aunque la información actual proporciona evidencia de un papel crítico de la inflamación en el desarrollo de hipertensión," señala el Dr. Sesso, "los mecanismos de este efecto son inciertos y requieren mayor evaluación."

En un artículo de opinión que acompaña a este estudio, Scott Grundy, MD, profesor en el Center for Human Nutrition, University of Texas Southwestern Medical Center, Dallas, dice que los factores metabólicos podrían explicar la relación. Por ejemplo, el exceso de grasa corporal - un factor de riesgo conocido para la presión arterial - estimula la liberación de sustancias inflamatorias de células de grasa. Otros factores como un LDL alto (colesterol malo), HDL bajo (colesterol bueno), resistencia a la insulina, y diabetes, pueden lesionar más profundamente las paredes arteriales y obtener una respuesta inflamatoria, dice él. La agrupación de estos factores en lo que se conoce como síndrome metabólico, está asociado con mayor inflamación en el cuerpo, así como con enfermedad cardíaca e hipertensión.

También existen otras explicaciones para esta relación. El Dr. Grundy dice que fumar puede detonar tanto cambios inflamatorios como presión arterial alta. La investigación del Dr. Sesso sugiere que tener un nivel elevado de proteína C-reactiva en la sangre, por sí mismo, puede contribuir a procesos complejos (como estrechamiento arterial, formación de placa, y coagulación sanguínea) que pueden llevar a presión arterial alta y enfermedad cardíaca.

Aplicando los Resultados

Los investigadores planean continuar estudiando la intrigante relación entre inflamación e hipertensión. Mientras tanto, el Dr. Sesso dice que la "identificación de personas en riesgo de hipertensión sigue teniendo una prioridad alta." Las pruebas de sangre para la proteína C-reactiva están disponibles, pero son caras y actualmente no se recomiendan para revisar la presión arterial alta. Si usted está en riesgo de presión arterial alta, consulte con su médico sobre las mejores formas de supervisar su riesgo y reducir su posibilidad de tener presión arterial alta.