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Los fisiólogos del ejercicio han descubierto unas pocas, y en algunos casos significativas, diferencias entre el rendimiento atlético en la mañana y más tarde en el día. Muchas de estas diferencias son atribuidas a los ritmos circadianos del cuerpo, ciclos de -24- horas que controlan los factores físicos y de comportamiento como el sueño, el estado de ánimo, el metabolismo y la temperatura corporal. Estos ciclos están impulsados por señales que van del cerebro a otros órganos en el cuerpo.

Mejorando la Condición Física y el Estado de Animo

Si está buscando mejorar su condición física, perder peso, mejorar su estado de ánimo y/o sólo divertirse, la mejor hora para ejercitarse es en la que usted constantemente lo hará. Estas diferencias medidas en laboratorios de investigación tendrán probablemente poca influencia en el placer que sienta y en el nivel de acondicionamiento físico. De hecho, los investigadores que observaron una disminución en la ansiedad y una mejora en el estado de ánimo descubrieron que el ejercicio a cualquier hora del día era igualmente efectivo.

Además, en la edición de agosto de 1998 en la revista Ergonomics , investigadores de Inglaterra reportaron que cuando siete hombres montaron una bicicleta fija en un nivel de esfuerzo "submáximo," su rendimiento no estuvo afectado por la hora del día.

Descontando Segundos

Para atletas más competitivos, la hora del día en la que hace sus entrenamientos más vigorosos parece tener un efecto. En un estudio publicado en diciembre de 2001 en Journal of Sports Science , los investigadores estudiaron a nueve corredores masculinos que corrieron en el umbral de lactato (la máxima intensidad en la cual un ejercicio puede ser mantenido en un nivel constante) durante 30 minutos a dos horas diferentes - entre las 7:00 a.m. y las 9:00 a.m., y entre las 6:00 p.m. y las 9:00 p.m.. La temperatura fue mas baja en la mañana. Además, el esfuerzo percibido (la valoración de los corredores de que tan fuerte sintieron el ejercicio) fue mayor durante la mañana. Este estudio y otros han identificado a la temperatura corporal como un factor influyente.

Los investigadores creen que los entrenamientos son más productivos cuando la temperatura corporal está en su máximo nivel, el cual es entre las 2:00 p.m. y las 6:00 p.m. La temperatura corporal está en su mínimo de una a tres horas antes de despertar por la mañana y se incrementa gradualmente a lo largo del día. Este incremento es pequeño - sólo de aproximadamente uno a dos grados - pero parece ser suficiente para estimular la flexibilidad y fuerza muscular. Los investigadores también han asociado la temperatura más alta con que un entrenamiento se sienta más fácil (una puntuación de esfuerzo percibido más baja).

La diferencia entre los ejercicios de combate en la mañana y por la tarde no es debida por completo a la temperatura corporal, según un estudio en la edición de mayo de 2002 en la Journal of Strength and Conditioning Research . En este estudio, investigadores de la University of Arizona en Tucson involucraron a 10 nadadores de competencia en cuatro pruebas diferentes de natación: En la mañana y en la tarde, y con un calentamiento corto o largo. Entre más largo fuera el calentamiento por la mañana más exitoso era para elevar las temperaturas corporales para igualar a aquellas medidas en la tarde. Pero incluso con las mismas temperaturas corporales, los desempeños fueron todavía mejores en la tarde.

El Mejor Tiempo Para Usted

¿Cómo se relaciona toda esta investigación con el promedio atlético, no la élite atlética de una persona? Si usted realiza entrenamientos de velocidad o anaeróbicos (en la pista, en la alberca o en el gimnasio; y los hace por lo general una vez a la semana), probablemente obtendrá más de estos si los realiza en la tarde. Pero para entrenamientos menos intensos, la hora del día no tiene efecto en el rendimiento.

Por lo tanto, la mejor hora es:

  • A la que pueda ajustarse. Haga un esfuerzo por hacer al menos 30 minutos de ejercicio la mayor parte de los días de la semana. Las personas que se ejercitan en la mañana son por lo general más fieles a su rutina de ejercicios. Con frecuencia conforme los días avanzan, las responsabilidades se acumulan, el tiempo se acorta y el ejercicio cae de nuestra lista de prioridades.
  • Cuando su pareja puede hacerlo. Las personas que se entrenan con su pareja son más propensas a seguir con sus rutinas. Saber que alguien está dependiendo de usted lo hace más responsable. Y tener a alguien con quien hablar para hacerlo más placentero.
  • A la hora que estará corriendo. Si está entrenando para un maratón que comienza a las 7:00 a.m., comience todos sus recorridos de largo entrenamiento a las 7:00 para ayudar a su cuerpo a adaptarse al esfuerzo a esa hora del día. Un estudio de octubre de 1997 en la International Journal of Sports Medicine sugirió que el entrenamiento constante a una hora particular del día puede llevar a adaptaciones en los ritmos circadianos.
  • Cuando necesite un estimulante energético. Las personas que se ejercitan por la mañana disfrutan de un buen inicio en sus mañanas, mientras que las que se entrenan por la tarde pueden evitar el sensación de pesadez posterior al almuerzo. Tenga en mente que ejercitarse muy cerca a la hora de dormir puede dificultar el quedarse dormido.
  • Cuando lo permita el clima. Si se ejercita en exteriores, tenga cuidado con el clima extremo. En el verano, haga ejercicio en la mañana o en la tarde para evitar el calor y la humedad del mediodía. En invierno, haga caso de las recomendaciones de los vientos helados.

Usted cosechará muchos beneficios físicos, emocionales y sociales sin importar a que hora se ejercite. Encuentre una hora que funcione para usted y hágalo un hábito. Comience cada sesión con varios minutos de calentamiento - caminar o trotar rápidamente y ligeros estiramientos - sin importar la hora del día.