Ya sea que ellos estén tratando con la muerte de un miembro de la familia o una adorada mascota, los niños pueden y sienten la pérdida de una manera tan profunda como los adultos. Los padres, sin embargo, con frecuencia no saben cómo ayudar a los niños con su pena.

De hecho, a través de presionarlos para "hacerlo mejor" o urgiendo a su hijos a "sólo sonreír," las mamás y lo papás de hecho pueden estarlos dañando, dice Julie Stanick, coordinadora para el Horizons Children's Loss Program en Florida.

"Si [el proceso del dolor] es reprimido, si éste es suprimido, se presentará cinco, seis o siete años más tarde," posiblemente a través de comportamientos tales como el consumo de drogas o alcohol, ella dice.

Aunque el dolor es un viaje individual, los adultos pueden ayudar a los niños de las siguientes maneras:

Dejar que los niños se duelan como niños

Los niños y los adultos se duelen de manera distinta, dice Angela Hamblen, CMSW, especialista en sufrimiento con el Baptist Trinity Hospice en Memphis, los cuales patrocinan el Camp Good Grief, un programa para tratar el sufrimiento en los niños.

"Los niños manifiestan su dolor en brotes. Ellos sólo pueden tolerar y manejar la intensidad [de sus sentimientos] por un periodo corto de tiempo," dice Hamblen. Como resultado, los niños pueden pasar de la alegría a la desesperación en cuestión de minutos. Deles espacio para que manifiesten completamente su rango de sentimientos.

Sea compasivo, pero no intrusivo

Mientras que es importante hacer saber a los niños que usted está disponible, hágalo de manera que pueda dejarlos tener el control de cuándo y cómo compartir y deles tiempo para estar solos cuando sea necesario.

"Siga el sendero del niño," sugiere Linda Goldman, una terapeuta del sufrimiento, educadora y autora de varios libros sobre el sufrimiento incluyendo Life and Loss: A Guide to Help Grieving Children .

Ayude sus niños a identificar sus emociones

Debido a su limitada experiencia con el dolor, los niños incluso pueden no tener el vocabulario para comunicar sus muchas emociones, incluyendo la tristeza, la ]]>ira]]> , el miedo o el desamparo. Goldman dice que una de las cosas más útiles que un adulto puede hacer es darle nombres a lo que el niño está sintiendo.

Proporcione información adecuada para su edad

Lo que dice a un preescolar acerca de la muerte de su abuela probablemente sea distinto de lo que usted comparte con un adolescente. Pero los que sea que haga. "diga la verdad todas las veces," recomienda John McLoughlin, asistente de servicios de apoyo para el Stella Maris Hospice en Maryland.

Buscando sistemas de apoyo externos

Póngase en contacto con la escuela de su hijo, un hospicio local, una institución religiosa o universidad para referencias sobre programas con niños. Su pediatra también puede aconsejar acerca de cómo compartir información apropiada con su hijo.

Esperando que su hijo se recupere

Los niños, especialmente los muy chicos, pueden experimentar reveses en su desarrollo, no se sorprenda si su hijo vuelve a chuparse el dedo o moja la cama, dice Hamblen. La atención extra puede ayudar a que su hijo se sienta más seguro.

Tenga cuidado con las señales de peligro

Mientras que la somnolencia, la ansiedad, la tristeza o la falta de interés en los amigos y las actividades con síntomas comunes de la pena, en su nivel extremo pueden indicar un problema más severo. Busque asistencia profesional si estos síntomas continúan empeorando o no mejoran después de uno o dos meses.

Evite los clichés comunes asociados a la muerte

Aunque puede estar tentado a atenuar sus explicaciones acerca de lo que le pasó al hamster de su hija, sea cuidadoso en las frases que usa.

"Los niños piensan en términos literales," dice McLoughlin. Por eso, decir que Fluffy "se fue a dormir" puede hacer que su hijo tenga miedo de cerrar los ojos en la noche por el miedo a que ya no pueda despertar. También evite lo conceptos poéticos, aunque difíciles de entender "se fue con Dios" y "los ángeles se la llevaron."

No tenga miedo de mostrarle sus propios sentimientos de pena

Una pérdida para su hijo probablemente signifique una pérdida para usted. No dude en mostrar su propia pena. De hecho, un llanto en familia puede ser un gran medio de vincular a sus hijos y compartir sentimientos y memorias. Algunas veces solo decir que está bien sentirse triste es suficiente para ayudar a que su hijo se sienta bien.

No espere que los niños "lo superen"

La pena es un proceso que es diferente en cada persona. A algunos niños les puede tomar más que a otros el recuperarse o experimentan más altibajos, lo cual está bien.

"Cada niño es único, de tal forma que la pena también lo es," dice Goldman.