Un examen fisico de seno es un deber

Tan importante como solicitar mamogramas regulares para la detección oportuna del cáncer de seno, es obtener exámenes periódicos de seno por un médico o enfermera. Encontrará conveniente programar este examen durante su rutina física. Si un examen de seno no es parte de su revisión general, debería pedir que le hagan uno. El examinador observará sus senos mientras usted está sentada y mientras está recostada. Se le podría pedir que levante sus brazos sobre su cabeza o dejarlos colgados a los lados o apretar sus manos contra sus caderas. El examinador, cuidadosamente revisa cambios en la piel de cada seno, como un hoyo, escamas, arrugas, cualquier secreción de los pezones o alguna diferencia en apariencia, ya sea en tamaño o forma. El siguiente paso es la palpación: Usando las yemas de los dedos para palpar bultos, el examinador inspeccionará sistemáticamente todo el seno, debajo del brazo e incluso el área del cuello, primero de un lado y luego del otro.

Un tumor por lo general tiene el tamaño de un guisante antes de que un examinador experto lo detecte. Los bultos son suaves, redondos, lisos y movibles. No tienden a ser cancerosos. Es más probable que un bulto irregular, duro que se siente firmemente anclado dentro del tejido del seno sea un cáncer. Sin embargo, estas son pautas generales, no reglas duras y precipitadas.

Un examen de seno por un médico o enfermera puede encontrar algunos cánceres no detectados por una mamografía, aun unos muy pequeños. Además de la habilidad y cuidado del examinador, el éxito de un cáncer de seno puede estar influenciado por su ciclo mensual, por el tamaño de su seno, también por el tamaño y la ubicación del tumor mismo. Los tumores son más difíciles de encontrar en un seno grande.