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Definición

Una úlcera por presión es una lesión que se desarrolla en la piel y en los tejidos subyacentes debido a la presión, generalmente, sobre una prominencia de hueso. La piel y los tejidos dependen de un suplemento sanguíneo adecuado para recibir oxígeno y nutrientes. Cuando los tejidos se comprimen por un período prolongado (desde horas hasta días), la circulación sanguínea se puede interrumpir, lo que provoca una úlcera.

Llaga por Presión (Ulceración de la Piel)

Imagen informativa de Nucleus
© 2009 Nucleus Medical Art, Inc.

Causas

Las úlceras por presión son el resultado de estar recostado o sentado en una posición por mucho tiempo. La presión prolongada interrumpe la circulación a los tejidos que se encuentran comprimidos entre un área de hueso y el colchón, silla u otro objeto. Sin oxígeno ni nutrientes, el tejido empieza a morir.

Algunos factores de riesgo que contribuyen al desarrollo de las úlceras por presión son:

  • Presión: las úlceras por presión pueden ser deberse a la incapacidad de cambiar de posición o de sentir la incomodidad ocasionada por la presión. Las personas con movilidad y sensibilidad normal cambian de posición de forma automática, sin pensarlo.
  • Fricción: incluso la fricción de jalar a alguien entre las sábanas puede dañar los pequeños vasos sanguíneos que irrigan los tejidos de la piel.
  • Nutrición deficiente
  • Humectación: por sudar debido a una temperatura elevada (fiebre) o fuga de orina o heces.
  • Obesidad]]>: el peso excesivo incrementa la presión sobre la piel que cubre los huesos y las articulaciones.

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Factores de riesgo

Un factor de riesgo es aquello que incrementa su probabilidad de contraer una enfermedad o condición.

  • Inmovilidad, como estar postrado en una cama o silla
  • Pérdida sensorial
  • Nutrición deficiente
  • Incontinencia]]> o fuga de orina o heces
  • Edad avanzada
  • Problemas médicos crónicos o complejos, tales como:
    • ]]>Anemia]]>
    • Infección
    • Mala circulación
    • Neuropatía
    • Demencia
    • Cáncer
    • Diabetes
    • ]]>ACV]]>
    • Lesión en la columna vertebral o ]]>parálisis]]>
  • Fractura ósea
  • Inflamación o retención de líquidos
  • Piel seca
  • Fiebre

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Síntomas

Los síntomas de una úlcera por presión pueden incluir:

  • Tejido de la piel que se siente firme o endurecido
  • Enrojecimiento, tibieza, sensibilidad o hinchazón localizado
  • Piel de coloración rojiza o púrpura, usualmente sobre un área de hueso
  • Dolor o comezón en la piel
  • Ampollas, úlceras, agrietamiento o secreción de la piel

Si el enrojecimiento persiste por media hora después de que la presión haya sido removida, la piel parecerá colapsarse. El área enrojecida se puede llenar de ampollas y se pueden desarrollar úlceras superficiales. El fluido puede drenar, la herida puede volverse más profunda y se puede extender a la grasa y al músculo del hueso. El área puede ser dolorosa. La herida se puede infectar y presentar enrojecimiento, hinchazón, olor, pus, ardor y fiebre. Si no se trata, la infección puede convertirse en gangrena]]>, una infección sanguínea o una infección del hueso que se encuentra debajo.

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Diagnóstico

El médico le preguntará acerca de sus síntomas y antecedentes clínicos, y le realizará un examen físico. El doctor le examinará la úlcera y comprobará su localización, tamaño, forma, profundidad, etapa y cualquier formación de bolsas o cavidades. Los dolores de presión se clasifican de acuerdo a la profundidad y a los tejidos que se encuentran involucrados.

Las pruebas pueden incluir:

  • Cultivo de la herida: extracción de una muestra de material de una úlcera para analizarla en busca de bacterias
  • Pruebas de sangre: para revisar si hay infección y el nivel nutricional
  • Radiografía]]> o ]]>escáner óseo]]>: si se sospecha una infección ósea

Tratamiento

El tratamiento tiene como objetivo disminuir la presión en el área, sanar la herida, evitar complicaciones y prevenir futuras úlceras por presión. En muchos casos, el responsable de brindar atención médica le administrará un cuidado especial para las úlceras por presión.

El tratamiento incluye:

La posición

  • Evitar ejercer presión o soportar peso sobre la herida.
  • Cambiar de posición por lo menos cada dos horas, siguiendo las manecillas del reloj.
  • Mantenga una buena alineación corporal.
  • Asegurarse de que su ropa de cama esté limpia y sin arrugas.
  • De ser necesario, utilizar un colchón especial.
  • Usar una "sábana de tracción" para mover al paciente en lugar de tirar de la sábana o del paciente.

Higiene

Limpiar la piel dañada después de cada movimiento del intestino y de la orina. Lavar con jabón neutro y agua tibia. Enjuague bien. Dar masaje. No frote. Aplicar loción según lo recomendado por el doctor.

Cuidado de la Herida

Una enfermera o doctor le enseñará los cuidados que debe tener para su herida. Algunas instrucciones básicas incluyen:

  • Limpiar la herida, remover tejido muerto y poner un vendaje.
  • No poner nada más sobre la úlcera.
  • Lavarse las manos antes y después de haber realizado algún cuidado a la herida.
  • Limpiar la herida cada vez que el vendaje sea cambiado.
  • Puede necesitar tomar medicamentos para el dolor de media o una hora antes de cambiar los vendajes.

Nutrición

Consuma una dieta bien balanceada. El médico le puede recomendar vitaminas, minerales o suplementos.

Cirugía y Otras Prácticas

El doctor puede remover el tejido muerto mediante una cirugía y se pueden necesitar injertos de piel. En algunas situaciones, se puede usar la electroterapia para estimular el flujo sanguíneo y acelerar la curación.

Si se le diagnostican úlceras por presión, siga las indicaciones de su médico.

Prevención

La mayoría de las úlceras de presión se pueden prevenir. Se sugiere:

  • Reposicionar
    • Cambiar la posición en la cama por lo menos cada dos horas o, en una silla de ruedas, cada hora. Si se puede mover por sí mismo, cambie su posición cada 15 minutos.
    • Mantenga una buena alineación corporal.
    • Para evitar resbalarse, no eleve la cabecera de la cama a más de 30°. Consulte a su médico sobre la elevación adecuada de la cama en caso de que exista alguna contraindicación por el riesgo de asfixia, aspiración o dificultad para respirar.
    • Encuentre una posición para sentarse o recostarse que esté a 30° hacia un lado u otro, pero no paralelo a las caderas.
    • Coloque una almohada debajo de las pantorrillas para mantener los talones separados del colchón.
    • Colocar una almohada entre las rodillas.
    • No utilice cojines redondos, ya que puede afectar su circulación.
  • Use un colchón o cojín especial para silla de ruedas.
  • Usar almohadillas especiales para proteger la piel que descansa sobre soportes o algún otro dispositivo.
  • Cuando mueva a alguien, levántelo en lugar de jalarlo.
    • Usar dispositivos de asistencia como camillas o ascensores mecánicos.
    • Tratar de colocar piel de carnero debajo de una parte del cuerpo para disminuir la fricción.
  • Mantener la piel limpia y seca.
  • No dé masajes en áreas de hueso.
  • Si hay incontinencia, usar una crema protectora sobre la piel que pueda estar en contacto con la orina. Revise frecuentemente al paciente y no deje residuos de heces u orina por períodos prolongados.
  • Revisar la piel por lo menos una vez al día para buscar problemas de presión.
  • Mantener las sábanas limpias y libres de arrugas
  • Mantenga una buena nutrición.