En diciembre de 1997, la FDA aprobó el uso de la irradiación para descontaminar las carnes rojas. Esta acción se dio sólo cuatro meses después de que 25 millones de libras de la Hudson Foods hamburger fueran acusadas de contaminación por una bacteria potencialmente mortal. A pesar de los temores incrementados por los activistas antiirradiación, los científicos y la FDA le han asegurado al público que este proceso no vuelve la carne ni radioactiva ni tóxica.

Se estima que existen entre 6.5 y 81 millones de casos de enfermedades alimenticias en los Estados Unidos cada año, causando aproximadamente 9000 muertes. Los científicos creen que este número está muy subestimado, debido a que con frecuencia las enfermedades producidas por alimentos no son diagnosticadas. Millones de casos nunca son reportados puesto que muchas personas asumen que tiene un bicho "les pico por 24 horas". Pero, en algunos casos, los síntomas son mucho más serios y pueden engendrar consecuencias fatales. Ejemplos recientes de los peligros de las enfermedades acarreadas por los alimentos incluyen:

  • Hamburguesas crudas provenientes de cadenas de restaurantes de comida rápida Jack-in-the-Box contaminadas con E-coli O157:H7 tuvo un saldo de cuatro niños muertos.
  • Las frambuesas de Guatemala contagiaron a 1,500 personas del parásito cyclospora, 22 de ellas requirieron hospitalización.
  • Las fresas mexicanas portadoras de la hepatitis A encontraron su camino para penetrar en el programa de desayunos escolares.
  • En años recientes, los científicos han registrado alrededor de un 80% de toda la contaminación sólo por la bacteria E-coli en la carne para hamburguesa en los Estados Unidos.

Los científicos y la FDA coinciden en que la irradiación tiene el poder para reducir significativamente el número de muertes causadas por E. coli Aunque no toda la bacteria será destruida, la irradiación podría reducir sustancialmente el número de enfermedades causadas por microorganismos en la carne. Dosis bajas de irradiación limpiarían, además, casi por completo los microbios mortales, como la Salmonela y la Camphylobacter que contamina la carne fresca y de aves. La trichinella spiralis en la carne de puerco fresca y la solitaria que habita en esta y en la carne de res también sería destruida. Las infecciones vibrio causadas por consumir mariscos crudos contaminados también pueden prevenirse con irradiación. Sin embargo, aunque estas medidas erradicarían la bacteria, el cocer la carne todavía sería esencial. Incluso después de la irradiación, la carne puede volver a contaminarse debido a otras fuentes.

¿Existen Efectos Secundarios a la Irradiación Alimenticia?

El proceso de irradiación no deja la comida radioactiva. Este funciona al pasar la energía a través de la carne, matando los microorganismos potencialmente letales y dejando cero residuos radioactivos. A diferencia de la radiación, la irradiación no emite neutrones y por lo tanto no deja a su objetivo con la posibilidad de "derretirse" o con reacciones en cadena.

La irradiación fue aprobada por primera vez para desinfectar el trigo en 1963. Desde entonces, siguió su aprobación para usarse en papas, especias y aves de corral. Pero, sobre todo, la industria alimenticia ha adoptado lentamente esta tecnología porque temen la recepción negativa por parte de los consumidores. Sin embargo, las encuestas han mostrado que aproximadamente un 70% de la población está lista para aceptar estos productos.

Pros y Contras del Asunto de la Irradiación

Los activistas antirradiación no creen que la FDA haya probado lo suficiente la irradiación como para afirmar que su uso en comidas es seguro. Pero la aprobación de la irradiación para las carnes rojas partió de la revisión que la FDA hizo de la literatura científica mundial. Tanto la efectividad como la seguridad han sido confirmadas.

Algunos críticos proclaman que esta tecnología produce radicales libres que causan cáncer, defectos de nacimiento y envenenamiento agudo por radiación. Pero Michael T. Osterholm, PhD, MPH., epidemiologista estatal y jefe de la sección de epidemiología de enfermedades graves en el Departamento de Salud de Minnesota, enfatiza que la cantidad de radiación que se necesita para eliminar microorganismos peligrosos en la carne es tan baja que los radicales libres formados durante el proceso son por mucho menos los que forma un horno de micro ondas. Altos niveles de radiación arruinarían el color, sabor y textura de la carne y los consumidores simplemente rechazarían el producto. Los fabricantes deben seguir los estrictos lineamientos que serán regulados por la Food Safety and Inspection Service, una agencia de salud pública en el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

Michael Jacobson, Director Ejecutivo del Center for Science in the Public Interest, un grupo de asesoría legal para el consumidor con sede en Washington, D. C. se ha declarado en contra de la irradiación. En un comunicado de diciembre de 1997, él declara que la irradiación no es una bala de plata para mejorar la seguridad en las carnes. Aunque él no cree que la irradiación sea insegura, sí afirma que es un proceso caro que permitirá que la industria continúe con las prácticas poco higiénicas de procesado.

"Los consumidores prefieren no tener mugre en la carne a que ésta simplemente sea esterilizada por la irradiación", dice Jacobson. Pero, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) proclaman que la contaminación posterior no es más un problema. Las reservas para organismos mortales han sido encontradas viviendo dentro de los que parecían animales saludables, como el ganado. La carne se ha contaminado por el simple acto de la matanza debido a que los propios microorganismos internos del animal se derraman cuando el cuerpo se abre. Mejorar las condicione sanitarias de los locales no resolverá, y no puede resolver, este problema.

El activista antiirradiación Michael Colby de la organización de Alimento y Agua cree que la responsabilidad por la seguridad alimenticia recae en cada individuo y no sólo dentro de los confine de un mandato gubernamental. El está en contra de la irradiación debido a razones más filosóficas, ya que cree que la gente debe asumir un rol más práctico en la producción y manejo de la carne que consumen.

Aunque esto suene noble en teoría, todavía existen grandes segmentos de la población que continuarán confiando en los productores e importadores para su comida. Y, debido quizás a lo poco practico que para ciertas personas resulta criar sus propias aves y ganado, y ser completamente autosuficientes, la irradiación puede ser una alternativa práctica para muchas otras personas. Quizás la irradiación, una tecnología del siglo XX, signifique el fin en este siglo de todas esas pesadillas de salud pública.