La cirugía podría utilizarse para tratar a un pequeño número de personas con COPD. Aunque puede mejorar los síntomas, facilitar la respiración y a veces prolongar la vida, no provee una cura para la enfermedad.

Bulectomía

Aunque no es una cura para la COPD, la bulectomía mejora la respiración para un reducido grupo de pacientes con COPD. Este es un procedimiento electivo que involucra la remoción quirúrgica de un gran espacio de aire, llamado bula, el cual está lleno con aire privado de oxígeno. Cuando la bula se retira, los sacos de aire que funcionan saludablemente a su alrededor tienen espacio para expandirse, y los músculos utilizados para respirar funcionan mejor. Generalmente, sólo se remueve una bula grande, mientras que la cirugía para reducir el volumen pulmonar (ver a continuación) involucra la remoción de una porción de pulmón que contiene muchos sacos de aire que no funcionan bien.

Los cirujanos realizan una bulectomía de dos maneras distintas. En un método, se realiza una pequeña incisión a un costado del pecho y se inserta un tubo que lleva una pequeña cámara de video, llamado torascopio de video. Los instrumentos quirúrgicos también son adheridos al torascopio y el cirujano es capaz de ver el pulmón en una pantalla de video mientras remueve la bula. O bien, el cirujano puede realizar un incisión de 4 a 6 pulgadas en el pecho, por lo general debajo de la axila, y la bula se retira a través de la incisión.

Cirugía de Reducción del Volumen Pulmonar (LVRS)

Este procedimiento se realiza para aliviar los síntomas en pacientes con COPD avanzada; no cura la COPD. Los cirujanos remueven una porción del tejido pulmonar más enfermo. Esto permite que el diafragma regrese a una posición más normal para que funcione de manera más efectiva. Esto podría mejorar la elasticidad pulmonar. Cuando un enfisema involucra principalmente los lóbulos superiores del pulmón, la LVRS puede prolongar la vida de alguna manera. En los pacientes adecuadamente seleccionados, la cirugía puede mejorar los síntomas.

Los cirujanos realizan la LVRS de dos maneras distintas. En un método, se realiza una incisión a través de la caja torácica y el cirujano remueve el tejido pulmonar enfermo a través de esta incisión. En el otro método, los cirujanos insertan un torascopio con video a través de una diminuta incisión en el costado del pecho. Ellos retiran el tejido enfermo mientras ven los pulmones en una pantalla de video. En ambos procedimientos, los cirujanos retiran aproximadamente 20%-30% de la mayoría del tejido pulmonar dañado.

]]>Trasplante Pulmonar]]>

Un trasplante pulmonar es un procedimiento quirúrgico que extirpa pulmones severamente enfermos y los reemplaza con pulmones sanos provenientes de un donador. Uno o ambos pulmones pueden ser trasplantados. El procedimiento se realiza tanto en pacientes con COPD en etapa terminal como en aquellos con una deficiencia genética de antitripsina-alfa 1.

En un trasplante de un sólo pulmón, el cirujano realiza una incisión en su costado, aproximadamente seis pulgadas debajo de su axila. (Se realiza una incisión horizontal que atraviese la parte baja del pecho para un trasplante pulmonar doble). Usted será puesto en un ventilador (máquina de respiración artificial) y en una máquina cardio-pulmonar. Esta máquina se hace cargo de las funciones del corazón y de los pulmones durante la operación. Se retira una pequeña sección de las costillas permanentemente para tener acceso a su pulmón. El pulmón viejo es desprendido de los principales vasos sanguíneos y de los bronquios (vía respiratoria grande), y se inserta el nuevo pulmón. Los vasos sanguíneos y los bronquios son adheridos al nuevo pulmón. La anestesia evita el dolor durante el procedimiento. Usted tenderá a experimentar dolor mientras se recupera pero recibirá medicamentos para aliviar la incomodidad. Usted probablemente permanecerá tomando medicinas de manera indefinida para evitar el rechazo de sus órganos trasplantados.

Cuándo Contactar a Su Médico

Es normal el dolor y la incomodidad después de la cirugía. Recuerde que usted es más susceptible a las infecciones mientras esté tomando medicamentos inmunosupresores (medicinas para evitar el rechazo de los órganos trasplantados). Asegúrese de contactar a su médico si usted experimenta cualquiera de lo siguiente:

  • Señales de infección, incluyendo fiebre o escalofríos
  • Enrojecimiento, inflamación, dolor en aumento o secreciones en el lugar de la incisión
  • Tos incrementada, falta de aliento, dolor en el pecho o náusea o vómito severos
  • Producción incrementada de flemas o escupir sangre
  • Si la herida quirúrgica se abre
  • Cambios extremos en el peso
  • Nuevo dolor de pecho
  • Dolor, ardor o urgencia urinarios; orinar con frecuencia o pérdida sanguínea persistente en su orina (debido a un catéter urinario que se insertó durante la cirugía)