Mercurio En el Pescado: ?Afecta la Salud del Corazon?

Acerca del estudio

Investigadores de ocho países europeos y de Israel estudiaron a 684 hombres (de 70 años de edad o más jóvenes) que acababan de tener su primer ataque cardíaco y 724 hombres de edad y características similares que no tenían antecedentes de enfermedad cardíaca (grupo de control).

Los investigadores entonces compararon los niveles de mercurio y de ácido docosahexaenoico (o DHA, un tipo especial de aceite de pescado) entre los grupos, para observar si existía alguna asociación entre las dos sustancias y el riesgo de padecer un ataque cardíaco.

Para medir la exposición al mercurio de las personas, los investigadores analizaron sus recortes de las uñas de los pies en busca de la presencia de algún metal, una técnica común de investigación. Para evaluar los niveles de DHA, los investigadores extrajeron una pequeña muestra de tejido graso (tomada con una aguja fina) de cada uno de los glúteos de los participantes.

Los resultados

Los resultados fueron significativos. Los niveles de mercurio en los hombres que habían tenido un ataque cardíaco fueron 15% más altos que los de los hombres que no los habían padecido. Los hombres con los niveles más altos de mercurio tuvieron más del doble de riesgo de padecer un ataque cardíaco que los hombres con los niveles más bajos de mercurio. Después de ajustar los niveles de mercurio, los análisis mostraron que la DHA estaba asociada con un riesgo menor de padecer un ataque cardíaco: Los hombres con los niveles más bajos de DHA tuvieron un riesgo del 41% menos de padecer un ataque cardíaco en comparación con los niveles más bajos de DHA. Los resultados llevaron a los investigadores a concluir que, "altos contenidos de mercurio podrían disminuir el efecto cardioprotector del consumo de pescado."

Al hacer el análisis, los investigadores controlaron factores incluyendo la edad y la ubicación geográfica de las personas. También separaron los análisis controlando los niveles de mercurio y de DHA, para ver si cualquiera de estos factores influyó sobre los efectos de otro.

Aunque los resultados son interesantes, existen algunas limitaciones de este estudio:

• Los análisis estuvieron basados en mediciones únicas de los niveles de DHA y mercurio, los cuales estaban sujetos a los errores aleatorios de la medición (no hubo otras mediciones para confirmarlos o contradecirlos).
• Hubo un mayor índice de participación entre los hombres con enfermedad cardíaca en comparación con los del grupo de control, lo cual pudo haber alterado los resultados.
• Ya que el estudio fue realizado sólo en hombres, los resultados no necesariamente pueden estar generalizados a las mujeres. También debido a que el estudio sólo incluyó a hombres con ataques cardíacos que habían sobrevivido hasta la hospitalización, los resultados no necesariamente pueden estar generalizados a hombres que tengan ataques cardíacos fatales.

¿De qué manera esto le afecta a usted?

Aunque estos resultados plantean una interesante pregunta sobre si el mercurio del pescado podría contrarrestar los beneficios en la salud del corazón de los ácidos grasos omega-3 del pescado, estos no prueban que éste sea el caso. De hecho, otro estudio en el mismo artículo de Journal , el cual estudió los niveles de mercurio en los recortes de las uñas de un grupo mucho mayor (más de 33,000 hombres de E.U.), no descubrió una asociación entre la exposición al mercurio y la enfermedad de las arterias coronarias. Los resultados de estos dos estudios señalaron la necesidad de más investigación sobre este tema.

Mientras tanto, los expertos no están recomendando que las personas dejen de comer pescado por completo. Sin embargo, sería prudente evitar las especies de pescado que se sabe contienen los niveles más altos de contaminación por mercurio, incluyendo el pez blanquillo, el pez espada, la macarela rey y el tiburón (vea el vínculo de la FDA abajo para ver el cuadro que muestra el contenido de mercurio en varias especies de pescados y mariscos). (Nota: Ya está recomendado que las mujeres embarazadas y lactando, las que podrían llegar a embarazarse y los niños pequeños eviten estas especies).

Y es importante recordar que un estilo de vida saludable para el corazón no sólo incluye una alimentación que contenga ácidos grasos omega-3, sino también muchas frutas, verduras y granos enteros, así como ejercicio regular, control de estrés y no fumar.