Antes del siglo XIX, el parto era realizado en el hogar, con la ayuda de una partera y atendido por otras amigas mujeres y la familia. Conforme los hospitales europeos comenzaron a establecer departamentos de obstetricia a finales del siglo XVIII, las familias con los suficientes recursos comenzaron a dirigirse con cirujanos hombres - quienes declaraban superioridad sobre las parteras - para supervisar las dificultades de la labor de parto y el alumbramiento. Desde entonces, las mujeres en las naciones desarrolladas de occidente han visto por lo general los nacimientos en hospital supervisados por médicos como algo normal y los nacimientos en el hogar como una excepción. En la actualidad en Estados Unidos, aproximadamente el 99% de todos los bebés nacen en hospitales - un índice que ha permanecido constante durante al menos dos décadas.

La partería aún existe en Estados Unidos, pero es practicada principalmente en un entorno de hospital por parteras las cuales también son enfermeras certificadas. En este entorno, los nacimientos atendidos por partera de hecho han aumentado - yendo de menos del 1% en 1975 a más del 8% en el 2002. Por otro lado, los cuidados en el hogar con las llamadas "parteras certificadas," siguen siendo poco comunes y controversiales. (Las parteras certificadas varían enormemente en su entrenamiento, certificación y métodos; a diferencia de las parteras enfermeras, ellas no son enfermeras certificadas con licenciatura en enfermería, ni se someten al mismo programa convencional de dos años después de graduarse en partería.)

Aunque algunos estudios han sugerido que los partos en el hogar son relativamente seguros, unos cuantos han mostrado que finalizan en un elevado número de muertes de recién nacidos. Este último descubrimiento ha sido bien documentado entre las mujeres en alto riesgo de complicaciones en el parto (p.e., mujeres con problemas de salud u obstétricos que existieron antes o se desarrollaron durante el embarazo y fueron descubiertos antes del comienzo del parto).

A la luz de los riesgos bien establecidos sobre las complicaciones entre las mujeres en alto riesgo, un nuevo estudio publicado en la edición del 18 de junio de 2005 en la British Medical Journal se enfocó únicamente en los resultados de partos en el hogar entre mujeres de bajo riesgo en Norte América. Ellos descubrieron que para estas mujeres, los índices de intervención médica fueron sustancialmente menores en los partos en hogar que en los partos en hospital y que los índices de mortalidad fueron aproximadamente los mismos en cualquier locación.

Acerca del Estudio

El estudio reunió información de 502 parteras certificadas con el North American Registry of Midwives. Estas parteras reportaron los resultados de los partos de 5,418 mujeres en el 2000, de las cuales el 98% residía en Estados Unidos y el otro 2% en Canadá. Los investigadores sólo incluyeron información sobre las mujeres que estuvieron en bajo riesgo de complicaciones de parto en su análisis. Además, también contactaron a más de 500 (10%) de estas mujeres de manera directa, para confirmar los detalles de sus partos y establecer su nivel de satisfacción general con los partos en el hogar.

Los investigadores compararon la información de este bajo cohorte en el riesgo de parto en el hogar con información sobre todos los nacimientos de bajo riesgo en hospitales en Estados Unidos durante el año 2000. Ellos confiaron firmemente en la información mencionada en los certificados de nacimiento de Estados Unidos. Para fortalecer más sus descubrimientos, también compararon su información con la de otros muchos estudios Norteamericanos que incluyeron 500 nacimientos o más ya fuera en casa o en hospitales.

Los Resultados

Los investigadores descubrieron que las madres con partos en casa fueron en promedio de mayor edad, de nivel socioeconómico más bajo, de mayor grado académico y menos propensas a ser hispanas o afroamericanas que la mayoría de estadounidenses que asisten a un hospital.

Doce por ciento (655) de las madres con parto en el hogar fueron transferidas al hospital durante o después del parto (la mayoría durante). Las madres primerizas fueron cuatro veces más propensas a ser transferidas que las mujeres que habían dado a luz con anterioridad.

Intervenciones médicas - tales como anestesia epidural , episiotomía , fórceps o extracción con ventosa y sección cesárea - ocurrieron con menos de la mitad de frecuencia en los partos en el hogar que en hospitales; por ejemplo, el índice de cesárea para los nacimientos en el hogar fue de 3.7% en comparación con el 19% en todo Estados Unidos.

Ninguna muerte maternal ocurrió entre los nacimientos en el hogar. Cuarenta bebés murieron por partos en el hogar: Tres por defectos mortales al nacer, cinco durante el parto y seis siendo recién nacidos. El índice de muertes en general fue de 2 muertes por cada 1000 partos realizados en el hogar; este índice fue comparable con promedios de nacimientos en hospitales en otros estudios.

Las madres que dieron a luz en su hogar reportaron una mayor satisfacción con lo cuidados en 11 mediciones; 97% (del 10% contactado de manera directa) reportó que estuvieron extremadamente o muy estratificadas.

¿De Qué Manera le Afecta a Usted?

Este estudio sugiere que las mujeres en bajo riesgo de complicaciones de parto y alumbramiento tal vez quisieran considerar la opción de parto en casa más cuidadosamente. Para muchas de estas mujeres, la conveniencia y comodidad del hogar - en conjunto con el índice más bajo de intervenciones médicas - podrían hacer del parto en el hogar una atractiva opción. Además, las parteras proporcionan cuidados personalizados durante el embarazo y en la infancia del niño, lo cual es una comodidad raramente disponible por parte de los ocupados obstetras.

Parece evidente que muchas mujeres embarazadas que están planeando un parto en hospital podrían tener con seguridad a sus hijos en casa, con sus muchas ventajas. Sin embargo, antes de decidirse por la opción de parto en el hogar, hay tres criterios a considerar. Primero, su embarazo debe ser de bajo riesgo. Un obstetra o enfermera profesional de obstetricia están en la mejor posición de hacer este juicio. Segundo, la partera que se encargue de su parto en el hogar debe ser altamente experimentada y apropiadamente certificada. Y tercero, debe haber servicios convenientes de apoyo hospitalarios confiables y convenientes en caso de que algo inesperado salga mal.