Aunque a la mayoría de nosotros nos gusta celebrar la victoria en los deportes, no todos podemos ser ganadores. Alguien tiene que perder, ya sea que eso signifique perder el primer lugar por un pelo o quedar en último lugar. Nadie sabe eso mejor que los atletas que compiten en los Juegos Olímpicos de Verano del año 2000 en Sidney.

No solamente tienen que estar físicamente preparados para competir, estos deportistas olímpicos también tienen que estar preparados mentalmente para aceptar el resultado de sus competiciones. Tienen que estar preparados para enfrentarse a las derrotas, y al final, todavía salir victoriosos. ¿Cómo puede usted hacer lo mismo?

¿Qué es una actitud ganadora?

Aunque los atletas pueden nacer con el talento físico, la actitud es algo que logran a través del entrenamiento. "La actitud no es algo con lo que se nace," dice Peter Haberl, psicólogo deportivo en el Comité Olímpico de los Estados Unidos. "La actitud es una decisión."

Haberl dice que existen dos componentes para una actitud ganadora: El deseo de ganar, que es impulsado externamente, y el deseo de realizar su mejor esfuerzo, que es un deseo impulsado internamente. Obviamente los deportistas olímpicos tienen el deseo de ganar una medalla, pero una vez que la competición inicia, los deportistas olímpicos verdaderamente buenos cambian su meta.

En lugar de preocuparse por ganar, se preocupan por realizar su mejor esfuerzo. Después de todo, no pueden controlar el resultado de la carrera o qué tan bien competirán sus oponentes, pero pueden esforzarse por alcanzar las metas relacionadas con el desempeño que están bajo su control. "Después de la carrera, evaluaran su desempeño no sólo por el resultado sino también por cuán bien compitieron," Haberl dice.

Midiendo el éxito a su manera

Haberl proporciona un ejemplo de la patinadora de velocidad medallista de oro Bonnie Blair quien corrió no contra sus competidoras sino contra reloj. Si vencía al reloj, creía que tenía una mejor oportunidad de vencer en la competencia. "Cuando te vuelves auto crítico," Haberl dice, "experimentas el éxito, sin importar si ganas o pierdes."

Esa es la actitud que Joanna Zeiger, una triatleta de 30 años de edad de Maryland, está asumiendo para Sidney. No se está presionando para ganar, solamente para realizar su mejor esfuerzo y divertirse mientras lo hace.

"Si la carrera no es divertida y si no me siento bien con ella, entonces el resultado no importa porque no he disfrutado la experiencia," dice Zeiger. "Cuando corra, deseo disfrutar la experiencia, y cuando eso suceda, tendré un mejor estímulo al hacer mi mejor esfuerzo."

Obstáculos que impiden que usted sea un ganador

Sin importar su nivel de competencia, no es fácil adoptar una actitud ganadora. Quizás uno de los obstáculos más grandes es concentrarse en el resultado más que en la actividad. "Uste necesita concentrarse en mejorar, no en ser el mejor," dice Jen Baum, una asesora de desempeño deportivo y autora de The Mental Edge . Cuando se bloquea con el marcador o con el tiempo, entonces toda la experiencia se vuelve deprimente.

Otro obstáculo es una obsesión con compararse a sí mismo con otros. Tal vez se disguste porque no es tan bueno como alguien más, cuando de hecho, ese alguien más tiene una genética, antecedentes, experiencia y entrenamiento diferentes. En cambio, dice Haberl, necesita adoptar formas internas de medir su desempeño más que sólo compararse con otras personas.

Cómo perfeccionar su actitud

No tiene que ser un deportista olímpico para disponer de una actitud ganadora, pero sí tiene que estar dispuesto a trabajar duro para obtenerla. He aquí cómo:

  • Establezca metas orientadas al desempeño
  • Concéntrese en metas que pueda lograr. Por ejemplo, Haberl sugiere señalar mejoras en su desempeño mes con mes. Haga un esfuerzo por lograr un poco más cada vez. Luego cuando entre a la competencia, concéntrese en su desempeño más que en su término.
  • Planifique su carrera o evento
  • Encuentre desencadenantes o señales que le ayuden a mantenerse concentrado en su desempeño durante la competición. Después ponga ese plan en práctica. Haga lo que los atletas olímpicos hacen y visualícese experimentando la competición, concentrado en sus desencadenantes.
  • Evite mezclar su autoestima con su desempeño
  • Este es un peligro que muchos deportistas olímpicos enfrentan y con frecuencia Haberl trabaja con ellos para separar su auto estima de su desempeño. "Ponerlos juntos coloca una carga tremenda sobre sus hombros y dificulta el competir," él dice.
  • Reviva su mejor desempeño
  • Anote lo que sintió y lo que pensó. Ese es su anteproyecto de cómo capturar ese desempeño nuevamente, dice Haberl. Haga alusión a éste con frecuencia para revivir la experiencia más que el resultado.
  • Deshágase de su ego
  • Si no lo hace, no se permitirá realizar cosas que lo qudar mal y que al final, evitarán que mejore. Por ejemplo, los jugadores de tenis que tienen un revés débil podrían tratar de evitar golpear un tiro de revés y corretear la pelota para golpear un derechazo porque no quieren verse mal o perder. Haga esto y ese revés nunca mejorará.
  • Acepte las decepciones temporales como algo normal
  • Nadie es perfecto y ningún juego se juega siempre de manera perfecta. Sepa que tendrá errores y equivocaciones pero no deje que le afecten, dice Baum. Concéntrese en el próximo evento.
  • Ría con frecuencia
  • Cuando el progreso se pone difícil, reír es difícil, ¿no es así? Elimine lo negativo de la situación y encuentre algo de que reírse.