rerun image Estudios han confirmado lo que usted ya sabía gracias a su intuición. "La cuenta, por favor" son las más palabras que más engordan en el idioma inglés. Entre mayor sea la frecuencia con que consume alimentos fuera de casa, más son las calorías que consume, menos saludables son las comidas y usted se vuelve más pesado.

Investigadores del California Department of Health Services encontraron que las personas que salen a comer consumen hasta 25% menos en lo que respecta a las frutas y verduras que las personas que preparan sus alimentos en casa. Y los investigadores en el Energy Metabolism Laboratory en la Tufts University publicó un estudio que indica que entre más frecuentemente las personas coman fuera, mayores son sus niveles grasa corporal como resultado de comer más calorías y grasas y menos fibra. La asociación entre comer fuera y la gordura del cuerpo es "robusta", dicen los investigadores.

Un estudio separado, conducido por el California Department of Health Services, descubrió que las personas que salen a comer consumen hasta un 25% de frutas y verduras que las personas que preparan todas sus comidas en casa. Y los investigadores del Energy Metabolism Laboratory en Tufts University publicaron un estudio indicando que entre más frecuentemente las personas salgan a comer, mayores son sus niveles de gordura corporal como un resultado de comer más calorías y grasa y menos fibra. La asociación entre comer fuera y la gordura corporal es "robusta", dicen los investigadores.

Salimos a Comer Con Demasiada Frecuencia

Hace algún tiempo, el comer fuera de casa no presentaba mucho problema, debido a que salir a comer era un evento raro. "Esto solía ser lo que los estadounidenses hacían en el día de las madres, en los cumpleaños y en los aniversarios," dice Hope Warshaw, una dietista y autora de varios libros sobre salir a comer, incluyendo "What to Eat When You're Eating Out."

"En la actualidad, el salir a comer es sólo parte de la vida diaria", ella comenta. "Pero nosotros no hemos cambiado nuestra mentalidad sobre cómo pensamos de las comidas de los restaurantes. Todavía creemos que son una oportunidad para excederse. Esto estaba bien cuando era cuatro veces al año. Ahora es cuatro veces a la semana."

Incluso algunos restauranteros lo están viendo de la misma manera. "Comer demasiado siempre fue parte [del salir a comer]," dice Nora Pouillon , chef/propietaria del Restaurante Nora de Washington DC. "Puesto que sólo era algo ocasional, usted podía volver a la normalidad al día siguiente," dice, comiendo menos de lo habitual o haciendo ejercicio. "Ahora," ella comenta, "las personas salen a comer o compran los alimentos preparados todas las noches. Las porciones son demasiado grandes y todavía comen como si sólo fuera algo ocasional." Y nunca hay un día para "normalizarse", como dice ella.

El Tamaño de las Porciones Juegan un Rol

Además, las porciones de los restaurantes son incluso más grandes de lo que eran en aquellos días cuando las mamás usaban un ramillete para la comida en honor del Día de la Madre en un restaurante lujoso y familiar. "Tanto el tamaño del plato como el de las porciones se han incrementado sin cesar a través de toda esta década," nota Jonathan Locke, un socio en FoodSense, una firma de consultoría a restaurantes con base en Minneapolis. Incluso si usted ordena un aperitivo bajo en grasas, él comenta, "si usted ordena dos carretillas, usted se estará llevando algunas calorías."

De acuerdo a una encuesta reciente de 300 chefs ejecutivos a lo largo de los Estados Unidos, el 76% percibió el tamaño de la porción que servían como "regular". Pero cuando se les comparó con las recomendaciones gubernamentales, sus porciones de hecho fueron de dos a cuatro veces más grandes.

Con frecuencia se dice que los restaurantes son los culpables por las porciones más largas y deberían tener por lo menos algo de responsabilidad para ayudar a las personas a comer menos cuando consumen alimentos que no se preparan en casa, quizás sirviendo porciones más pequeñas y por menos dinero. Pero el dietista Warshaw dice que a final de cuentas, vuelve a ser asunto del modelo, no del restaurante. "Mientras los consumidores igualen volumen con valor," ella señala, "va a ser difícil conseguir que los restaurantes sirvan menos comida."

Y volumen es lo que las personas quieren. "Lo oigo todo el tiempo," reporta la chef Nora. "El Cheesecake Factory, por ejemplo. La primera cosa que las personas me dicen es que "las porciones son enormes". Deberías ver lo que obtienes", no "la comida es deliciosa." Se percibe que entre más cosas haya en el plato, mejor es el restaurante," ella agrega. "Es una noción de cantidad, no de calidad."

Esto es cierto incluso para los restaurantes de lujo. Dice Sirio Maccioni, propietario del Four-Star Le Cirque de Nueva York, "un bistec debe ser de 14 onzas. De otra forma, no querrás pagar por él."

El deseo de más comida es un modelo de restaurante más fuerte ahora que nunca antes, dice el consultor de la industria Locke, debido a que las personas se sienten "económicamente estables" hoy en día y quieren reflejarlo en sus experiencias durante la cena. Incluso en momentos de estrechez, él explica, mucha comida es lo que hace que la experiencia en un restaurante valga la pena para las personas. "Los restaurantes no venden comida," dice él. "Ellos venden recuerdos. Quieren que usted vaya a casa con un buen recuerdo. Y es mucho más fácil tener una gran impresión en las personas con una magnífica selección de abundancia."

Consejos para Quienes Van al Restaurante

Entonces, ¿en qué consiste una cena consciente en cuanto a las calorías en un restaurante? Después de todo, no es fácil para muchas personas el dejar de comer si están llenos pero todavía hay comida esperando en el plato.

Warshaw recomienda que estas personas "ejerciten la creatividad en el menú." Ella dice, "Usted no tiene que ordenar una plato fuerte. Puede comer un aperitivo" y compartir el plato fuerte y el postre con su pareja en la cena. U omita tanto el plato fuerte como el aperitivo.

Megan McCrory, investigador líder del estudio de Tufts sobre el comer en restaurantes y la gordura corporal, coincide con esto. Compartir los alimentos es incluso mejor que guardar las sobras para el perro, ella dice, puesto que implica menor fuerza de voluntad. Una vez que usted se ha deshecho de algo de su comida," señala, "la cantidad que usted come se controla automáticamente." Los $2 que algunos restaurantes cobran por compartir los alimentos bien valen la pena, cree McCrory.

Si usted decide tomar algo para llevar, McCrory le recomienda, poner una determinada cantidad a un lado incluso antes de que comience a comer. "No espere a ver qué es lo que sobra. La comida que consumimos en los restaurantes es muy diferente a la de casa. Aquella sabe bien," sin duda porque con frecuencia están llenas con grasas que dan sabor. Así que si usted no crea su propio tamaño de porción para llevar, fácilmente podría terminar sucumbiendo a demasiadas calorías.

McCrory también señala que quienes comen en restaurantes necesitan hacer un esfuerzo consciente para no comer en exceso debido a que generalmente comen en compañía de otros, y "las personas comen más cuando están comiendo con otras personas," señala.

Maccioni de Le Cirque, como Marshaw, les recuerda a quienes acuden a un restaurante que no tienen que ordenar una cena en tres tiempos. En su restaurante, él señala, una cena puede "satisfacerle lo suficiente con el primer tiempo y el platillo principal. Usted no necesita el postre para sentirse lleno." Él agrega que ordenar un aperitivo bajo en grasa no arregla por sí solo el problema de consumir demasiadas calorías. "Las personas ordenan pescado asado. Mientras esperan, se comen dos rollos con mantequilla. Así que ¿qué puedo decirle? Es responsabilidad de cada persona cuánto come."

Como ejemplo, Warshaw señala, "Tengo 10 chefs pasteleros. Pero diariamente me freno de comer muchos postres dulces. Ahora prefiero una fruta."

Tanto él como Nora agregan que, contrario a lo que creen algunas personas que comen fuera, los restauranteros no se molestan en lo absoluto por las peticiones especiales para cosas como salsas de aderezo, verduras hervidas, platos para compartir, empaques para llevarse las sobras y cosas así. "No nos sentimos ofendidos si las personas quieren llevarse la mitad a su casa," dice Maccioni. "Eso nos da gusto. Quiere decir que les gustó la comida."

Nora comparte su filosofía de las sobras para llevar: "Para mí, lo peor es ver que se vaya a la basura," dice. "Omitir los aperitivos y/o compartir el postre tampoco es un problema," ella aclara. De hecho, Nora habla de las fiestas para cenar en las que "cada persona tiene un aperitivo, comparte el plato fuerte y después comparte el postre. Hay personas que han descubierto que usted no puede consumir una comida de tres tiempos todos los días y simplemente meterse en el coche y volver al trabajo o ir a casa a ver televisión."