Debido a que la U.S. Food and Drug Administration (FDA por sus siglas en inglés) permite que las etiquetas de comida aleguen que los productos de soya pueden bajar el colesterol en la sangre, la cantidad de soya necesaria de tanto como cuatro servicios está terriblemente cerca del limite de seguridad máxima para la protección del cáncer de seno, de acuerdo con algunos investigadores. Esto es correcto. Existen preocupaciones entre los científicos de que demasiada soya puede dañar más que proteger a los senos de tumores malignos.

¿Por qué la preocupación?

"La mayoría de las mujeres que está tomando grandes cantidades de soya...tengo la impresión de que lo están haciendo para evitar el cáncer de seno," dice la doctora Regina Ziegler, una epidemióloga del National Cancer Institute. "Pero hay escasez de información acerca de [los efectos] de diferentes niveles de soya para el riesgo de cáncer de seno. No quiero asustar a la gente con eso. Pero como científica, yo no puedo decir cuáles niveles son seguros y cuáles no.

El doctor Mark Messina, un experto en soya que sirve como profesor de nutrición adjunto asociado en la Loma Linda University, está de acuerdo. "Esta es básicamente una cuestión no resuelta," comenta. Ciertamente, puntualiza, la soya tiene componentes parecidos al estrógeno, así que si usted tiene el tipo de cáncer de seno que depende de los niveles de estrógeno desarrollándose y progresando, "tiene que pensar si quiere apresurarse y empezar a comer tres porciones de soya diarios."

Añade el doctor Barry Goldin, quien ha investigado la soya en la Tufts University Medical School en Boston, "Siempre que menciona 'estrógeno.' está hablando acerca de una preocupación. El estrógeno es un arma de doble filo."

Los predecesores del estrógeno

Los estrógenos que presenta la planta de la soya son conocidos como isoflavones y en la década de 1980, encontraron que al alimentar con soya a las ratas, éstas redujeron su incidencia de tumores mamarios. Lo más importante, cuando los científicos quitaron los isoflavones de la soya y alimentaron de nuevo a las ratas, la soya ya no pudo suprimir el crecimiento del tumor, más allá de implicar a los estrógenos de planta de soya como agentes anticancerígenos.

El mecanismo por el cual los isoflavones se cree que bloquean la producción de tumores es como sigue: Las células del seno contienen receptores de estrógenos, los cuales le permiten a ellas "reconocer" el estrógeno y capturarlo dentro del tejido del seno. Pero el tipo de cáncer de seno que generalmente ataca con frecuencia esencialmente se alimenta del estrógeno, así que el objetivo es mantener el estrógeno fuera. Ahí es donde aparecen los isoflavones. Estos débiles estrógenos de la planta son lo suficientemente parecidos en estructura al estrógeno humano, es por eso que los receptores de las células los confunden, los toman por estrógenos y les permiten entrar, lo cual, en efecto, bloquea la entrada del dañino estrógeno humano.

La evidencia epidemiológica apoya está teoría. Las mujeres en todo Asia, quienes por siglos han comido mucho tofu y otros productos de la soya en relación con las estadounidenses, tienen una probabilidad menor de desarrollar cáncer de seno que éstas.

Soya de pacotilla

La última palabra acerca de los estrógenos de la soya ciertamente ha tenido el tono de cientos de millones de dólares en venta de productos de soya anuales. Las mujeres están comprando no solamente tofu, sino también leche de soya, barras de energía con soya, queso de soya, helado de soya y carne análoga basada en la soya que se supone imita a la del pavo, pollo, hamburguesa y boloñesa. Entonces hay polvos y pastillas basados en la soya, muchos con altas concentraciones de isoflavones.

Pero la ciencia emergente presenta una imagen menos cierta de los beneficios de la soya. En un estudio, las mujeres a las que se les dio soya, presentaron un incremento en la proliferación de células cancerígenas, al menos al principio. Eso es un problema potencial, debido a que entre más células cancerígenas proliferen, mayor será la probabilidad de mutaciones que puedan hacer que aumente el número de células cancerígenas que rápidamente podrían crecer y podrían llegar a ser un tumor.

En investigaciones en animales, las células humanas cancerígenas trasplantadas a los ratones fueron ayudadas a avanzar cuando los ratones fueron alimentados con varias dosis de isoflavones de la soya. En otras palabras, la soya parece trabajar en conjunto con el estrógeno humano, en vez de en contra de él.

La investigación hasta aquí no parece identificar a los isoflavones de la soya como peligrosos, "no sé si exista una evidencia sólida de que la soya en los humanos pueda, de hecho, causar una enfermedad," dice el Dr. Goldin. Pero esto les da alguna pauta a los investigadores acerca de qué tanta soya puede ser demasiada.

¿Cuántos isoflavones?

Los científicos no están preocupados acerca de la proteína de soya. Ese es un componente de la soya que ayuda a bajar el colesterol, y las investigaciones muestran que 25 gramos al día tienen un efecto modesto en la disminución del colesterol. (Una porción de 4 onzas de tofu tiene cerca de 10 gramos; una taza de leche de soya, de 6 a 8 gramos.) pero ellos están preocupados acerca de la ingesta de isoflavones.

"Yo creo que las personas saludables no deben consumir más de 100 miligramos de isoflavones al día," dice el Dr. Messina. "En mi opinión, el peso de la evidencia sugiere que aun algo más que eso es perfectamente seguro, ya sea que tenga o no tenga cáncer de seno. Pero hay un precedente no histórico para consumir más," el puntualiza. "Cien miligramos son como tres servicios al día, y tal vez del 5 al 10% de la población japonesa consume ese tanto." La mayoría consume un servicio de tofu u otro alimento con soya diariamente.

"Yo puedo puntualizar que los datos muestran que 100 miligramos son peligrosos," hace hincapié el Dr. Messina. "Esto no es como si usted tomará 100 miligramos de isoflavones y después, si toma 101, su vida está en riesgo. Pero un límite de 100 miligramos es consistente con una dieta saludable basada en la planta."

Sea cuidadoso con las pastillas y polvos

El Dr. Goldin ha llegado independientemente al mismo límite. "Si una persona quiere tofu mezclado en sus vegetales fritos y revueltos una vez al día, yo no vería ningún problema con todo eso." El Dr. Goldin también está de acuerdo con que una mujer en alto riesgo de cáncer coma tres o más onzas de tofu dos o tres veces a la semana. "Pero yo no tomaría 100 miligramos de isoflavones diarios," el dice, lo que significa que el no tomaría más de un par de servicios de alimentos que contengan soya diario y sería muy cuidadoso al escoger el polvo de soya o suplemento, algunos de los cuales contienen bastantes niveles altos de isoflavones. "El japonés promedio consume de 40 a 60 miligramos al día," el añade.

A la Dra. Zieger, como a los otros, le parece bien servicios modestos de comidas basadas en la soya pero también tira una bandera roja sobre los polvos y las pastillas. "Yo no estoy tan preocupada acerca de la ingesta de soya comparándose con lo que he visto en las comunidades asiáticas," ella dice. "Aun si una mujer ya tiene cáncer de seno, yo no creo que ella necesite preocuparse acerca de ir a un restaurante chino y comer un plato de tofu." Verdaderamente, la mujeres en Asia con cáncer de seno, que no dejan de comer alimentos con soya una vez que son diagnosticadas, tienen mejores pronósticos que las mujeres estadounidenses con la enfermedad. "Por otra parte," ella dice, "dados los suplementos, estamos más allá de lo que uno podría ver en una típica dieta asiática. No sabemos como funciona esto en la salud de una mujer. Yo no creo que podamos decir qué niveles farmacológicos de soya son útiles para evitar el cáncer de seno."

Interacción potencial con el tamixofeno

Margo Woods, DSc, un investigador del cáncer de seno en el Department of Family Medicine and Community Health en la Tufts University Medical School, está particularmente preocupado acerca de los altos niveles de isoflavones para las mujeres que están tomando el medicamento tamoxifeno, el cual, como los isoflavones en la soya, es un componente parecido al estrógeno que mantiene al estrógeno humano fuera de los senos. Y algunas mujeres que ya tienen cáncer de seno o se encuentran en un gran riesgo se les da el medicamento para hacer más lento el progreso del cáncer o su desarrollo. Pero los isoflavones en la soya podrían competir con el tamoxifeno para la captación por el tejido del seno, dice Woods, añadiendo, "una vez que una mujer empieza a tomar tamoxifeno, mi posición es que no es prudente intervenir ." Eso es, los isoflavones de la soya podrían disminuir potencialmente el efecto del medicamento.

La Dra. Woods tampoco está conforme con el límite máximo de 100 miligramos de isoflavones al día para cualquiera. "Me siento más cómoda con un rango de 35 a 55 miligramos" al día, dice. En otras palabras, está más conforme con un máximo que es el equivalente de dos a tres onzas de tofu diario.

No es una panacea

"La gente no debe pensar que la soya es un medicamento," advierte la Dra. Woods. Incluyéndolas como una "parte de las frutas, vegetales y granos integrales en paquete es algo prudente para hacer. La población que ha estado comiendo así por años tienen un riesgo menor. Pero la soya no es un tratamiento milagroso. La gente piensa que esta comida va a ser como la penicilina. Lo cual no es cierto."

La Dra. Zieger lo ve de la misma manera. "Deberíamos quitar la soya como un preventivo," dice. "Mantenerse en un peso ideal, que definitivamente reducirá el riesgo. Y esto puede ser logrado con una dieta basada en frutas, vegetales, granos y legumbres. La soya es un tipo de legumbre, pero esta no es la respuesta."