Como es verdad para otras conductas problemáticas, la conducta criminal es causada por una combinación de factores ambientales, psicológicos, y biológicos. "Si usted eligiera a diez niños al azar, no sería difícil distinguir cuáles están en riesgo de volverse criminales. No es magia. Existen ciertos síntomas como lapso corto de atención, falta de control de impulsos, y vida deficiente en el hogar que probablemente sean vaticinadores de conducta criminal," dice Larry Siegel, profesor de Justicia Criminal en the University of Lowell en Massachusetts, y co-autor de un popular libro de texto universitario en criminología.

El Factor Testosterona

La mayoría de los crímenes son cometidos por hombres jóvenes en sus años de adolescencia y en sus veinte años de edad, un patrón que existe en sociedades desde la Gran Bretaña hasta Birmania. La razón para este fenómeno está clara: la testosterona. Esta hormona, la cual es responsable de las características físicas masculinas y rasgos del comportamiento como agresión e impulsividad, inunda los cuerpos de varones adolescentes.

Como resultado, algunos chicos atraviesan un periodo de delincuencia en adolescentes, aunque la mayoría no continúan buscando una vida de crímenes. "Un varón adolescente cometerá un crimen a los 15 años de edad que no soñaría hacer a los 25 años. Si podemos mantenerlo fuera de prisión, él podría crecer y superarlo," reporta Jack Levin, profesor de sociología y criminología en Northeastern University en Boston, Massachusetts, y director de Program for the Study of Violence. Aquellos que se convierten en criminales son influenciados por otros factores, como cualidades psicológicas.

Loosen y colaboradores realizaron un importante trabajo de investigación, el cual ayudó a aclarar la función de la testosterona en la agresión y conductas violentas. Los investigadores suprimieron experimentalmente la función gonadal de hombres normales al usar una sustancia con efectos antagonistas sobre el ciclo de secreción de testosterona. Sin embargo, ellos mantuvieron los niveles de testosterona en el límite inferior del rango normal usando inyecciones de testosterona sintética. La idea era observar cuáles cambios característicos en la conducta están asociados con la leve reducción de los niveles de testosterona versus la supresión total. Lo que se observó claramente fue una reducción impresionante en "la ira dirigida hacia afuera."

¿Una Mala Hierba?

Un tipo común de criminal de carrera es el clásico sociópata (anteriormente conocido como psicópata). Este trastorno de personalidad bien conocido se caracteriza por una falta de consciencia, incapacidad de identificarse con las víctimas, conducta manipuladora, y mentiras patológicas. De acuerdo con the American Psychological Association, el 3% de hombres estadounidenses son sociópatas, lo cual literalmente equivale a millones de hombres. Un ejemplo destacado, de acuerdo con Levin, es Charles Stuart, el conocido empresario de Boston quien asesinó a su esposa y al principio convenció a la policía de que un hombre de raza negra era el responsable. Su motivo para asesinar era típico de conducta sociópata: su esposa era un obstáculo para su éxito.

No hay una explicación clara para decir de dónde proviene la sociopatía, dice Levin. Una teoría es que es innata, el resultado de "cableado defectuoso" o una "mala hierba." Por otra parte, algunos psicólogos creen que este trastorno es ocasionado por una profunda alteración en la niñez temprana, en la cual un niño pequeño no logra crear lazos con sus padres y no desarrolla la capacidad de dar afecto y cuidado.

Nuestras cárceles están llenas de sociópatas, reporta Levin, la mayoría de quienes provienen de orígenes empobrecidos. Los sociópatas que se las arreglan para permanecer fuera de prisión por lo general provienen de un estrato social más alto o se han vuelto adinerados por sus actos ilícitos.

Inicios en Desventaja

El estado socioeconómico es un enorme factor en la conducta criminal. Los índices criminales más altos están en vecindarios pobres, lo cual es un fenómeno que los sociólogos llaman "innovación." Las personas sin los medios para avanzar en una cultura que valora altamente el éxito material "innovan" a través de medios ilegales. El dinero siempre es un importante factor motivador en el crimen, y durante momentos económicamente difíciles, los índices de crímenes siempre aumentan.

La mayoría de los criminales provienen de familias de bajos ingresos, dice el criminalista Siegel. Por lo general, también tienen otros factores en contra de ellos, como lapso de atención deficiente o trastorno por déficit de atención e hiperactividad (ADHD), impulsividad, trastornos de aprendizaje, una estructura de personalidad agresiva, problemas de salud, y una familia disfuncional.

Un niño con los mismos problemas que crece en una comunidad más opulenta no es tan propenso a volverse un criminal. "Existen razones claras por las cuales un niño obtiene una beca completa para MIT y otro obtiene una beca completa para Walpole [una importante prisión en Massachusetts]," dice Siegel. La diferencia crucial parece ser que las comunidades de clase media y alta tienen mayores recursos escolares y comunitarios. Sin ese apoyo, un niño que vive en bajos ingresos puede frustrarse en la escuela y creer que no tiene medios legítimos para tener éxito.

Estos niños son presa fácil para el traficante de drogas del vecindario, quien podría ser el único adulto que se interese en ellos. "Él obtiene gratificación instantánea, mucho dinero, y la oportunidad de servir como un aprendiz en una "carrera," dice Levin. Su nuevo estilo de vida incluye unirse a una pandilla y portar un arma. "Como otros adolescentes, él no piensa en las consecuencias, como la cárcel. Es probable que se vuelva un criminal de carrera," dice Levin.

Desvaneciendo Mitos

La pobreza podría ser un factor en el crimen, pero la idea de que la mayoría de personas pobres muestran conducta semejante a la criminal es un mito. Aunque se estima que 33 millones de estadounidenses viven en pobreza, de acuerdo con Siegel, sólo hay aproximadamente dos millones de criminales. Así que incluso si todos los criminales fueran pobres (lo cual obviamente no es así), el porcentaje sería mínimo.

Siegel también descarta el argumento popular de que la violencia en la televisión y películas incita la conducta violenta. Los científicos tampoco han encontrado evidencia de otro posible factor, el "gen del crimen," reporta Levin, aunque podría haber una predisposición genética a agresión o falta de auto-control. Además, investigación reciente sugiere que algunos criminales violentos experimentan una combinación de trauma repetido en la cabeza y abuso en la niñez.

El Criminal Violento

Los criminales violentos por lo general sufrieron alguna forma de abuso en la niñez: descuido, abandono, abuso sexual y/o físico, dice Levin. Ellos generalmente crecen con una profunda sensación de impotencia, y por lo tanto, se sobre-compensan cuando son adultos al desarrollar una necesidad excesiva de dominio, control, y poder.

La necesidad es la base de los crímenes sádicos. Los violadores y asesinos seriales disfrutan el contacto físico con sus víctimas y triunfan en su sufrimiento. Esto los hace sentir importantes y buenos consigo mismos, lo cual aparentemente no pueden sentir en alguna otra forma. Motivos similares están debajo de la racha actual de crímenes de "emoción," odio, y venganza, como los tiroteos por adolescentes en escuelas públicas. Tristemente, cometer estos crímenes le da a los jóvenes, quienes se sienten impotentes, esperanza para el futuro.

Finalmente, el antídoto para el crimen es darle a los jóvenes alternativas sanas, dice Levin. "Cuando los niños se sienten bien consigo mismos y ganan un sentido de importancia y esperanza para el futuro, ellos hacen lo correcto." Él está animado por la reciente disminución en los índices de crímenes, un indicio de que los nuevos enfoques para la prevención están funcionando.