El trastorno de ansiedad generalizada (GAD por sus siglas en inglés) es mucho más que la ansiedad normal que las personas experimentan día a día. Es crónica y exageradamente preocupante y tensionante, aunque nada parece provocarla. Tener este padecimiento significa siempre estar anticipándose al desastre, por lo general preocupándose en exceso sobre la salud, el dinero, la familia o el trabajo. Sin embargo, algunas veces, la fuente de la preocupación es difícil de señalar. Simplemente la idea de terminar el día provoca ansiedad.
Las personas con GAD no parecen poder eliminar sus preocupaciones, aunque por lo general ellos se dan cuenta de que su ansiedad es más intensa de lo que la situación amerita. Estas podrían tener los siguientes síntomas:
Algunas personas con GAD sufren de depresión .
Por lo general las alteraciones asociadas con GAD son ligeras. Las personas con el trastorno no se sienten demasiado restringidas en los entornos sociales o en el trabajo. A diferencia de otros trastornos por ansiedad, las personas con GAD no se caracterizan por evitar cierto tipo de situaciones como resultado de su padecimiento. Sin embargo, si es grave, el GAD puede ser muy debilitante, dificultando el llevar a cabo hasta la más sencilla de las actividades diarias.
El GAD es gradual y con más frecuencia ataca a las personas en la infancia o en la adolescencia, pero también puede comenzar en la edad adulta. Es más común en las mujeres que en los hombres y por lo general ocurre en parientes de las personas afectadas. Se diagnostica cuando alguien pasa el menos seis meses preocupado en exceso sobre una cantidad de problemas cotidianos. En general, los síntomas de GAD parecen disminuir con la edad.
Aproximadamente del 3 al 4% de la población en los Estados Unidos tiene GAD durante el transcurso de un año. Por lo general el GAD ataca a las personas en la infancia o en la adolescencia, pero también puede empezar en la edad adulta. Afecta más a menudo a las mujeres que a los hombres.
Cierta investigación sugiere que el GAD podría afectar a familias completas y también podría empeorar durante periodos de estrés. El GAD por lo general comienza a edad temprana y los síntomas podrían manifestarse más lentamente que en la mayoría de los otros trastornos de ansiedad.
Un tratamiento exitoso para el GAD puede incluir un medicamento llamado buspirona . Investigación sobre la efectividad de otros medicamentos, como las benzodiazepinas y los antidepresivos , está en proceso. También son útiles la terapia cognitiva del comportamiento , las técnicas de relajación y la biorretroalimentación para controlar la tensión muscular.
La investigación muestra que el GAD con frecuencia está relacionado con la depresión , el abuso de sustancias u otros trastornos de ansiedad. Otros padecimientos asociados con el estrés , como el síndrome del intestino irritable , con frecuencia acompañan al GAD. Los pacientes con síntomas físicos como el insomnio o dolores de cabeza también deberían decirle a sus médicos acerca de sus sentimientos de preocupación y tensión. Esto ayudará al médico del paciente a reconocer que la persona está sufriendo de GAD.
Fuente:
Adaptado del National Institute of Mental Health, September 1999
Último revisado Septiembre 1999 por EBSCO Publishing Editorial Staff
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