La dermatitis atópica, o eczema, es la enfermedad cutánea más común en niños. Puede ser grave y modificar la vida. Afortunadamente, en muchos casos, disminuye con la edad. En infantes, más comúnmente implica la cara y el cuero cabelludo, pero a veces toda la piel se ve afectada. La comezón induce a rascarse y frotarse (llamado el ciclo picazón-rascado), que en sí mismo empeora la inflamación y la comezón, ocasionando llagas y a veces una infección cutánea. La mayoría de los niños "pierden con la edad" el eczema, pero en algunos casos, los destellos continúan y vuelven a ocurrir durante todas sus vidas.
Crecer con eczema causa una cantidad severa de privación emocional tanto para los padres como para el niño enfermo debido a su impacto en la apariencia. La incomodidad crónica limita el sueño nocturno (tanto para el niño como para los padres), que puede interrumpir la concentración y ocasionar somnolencia en la escuela. Además, los niños en la edad escolar con esta enfermedad con frecuencia están sujetos a ser ridiculizados por sus compañeros de clase. La comezón persistente y las visibles llagas inflamadas podrían ocasionar que los niños se aislen de los demás para evitar la vergüenza adicional. Esto resulta con frecuencia en una pérdida de la autoestima o baja productividad en la escuela.
Los padres y médicos enfrentan muchos desafíos cuando cuidan y protegen a niños con eczema. Con frecuencia tienen que hacer muchos cambios de vida incluyendo el dejar las mascotas, reemplazar las alfombras por pisos de madera, evitar las vacaciones en el mar y el alterar los planes sociales cuando los niños están sufriendo. También tienen que estar conscientes de los potenciales problemas emocionales causados por la enfermedad y discutir activamente las preocupaciones y soluciones con su hijo y sus profesores.
Los padres y doctores usualmente intentan varios tratamientos para encontrar la mejor forma de ayudar a estos niños. Los tratamientos comunes incluyen:
Para casos graves, los tratamientos incluyen:
Muchos dermatólogos reportan que la insatisfacción del paciente sobre estas terapias con frecuencia resulta en que los pacientes se frustren y descontinuen sus programas de tratamiento.
Para ayudar a controlar la comezón asociada con el eczema y sus inflamaciones, los padres, cuidadores y enfermos tienen que establecer una rutina de cuidado de la piel con un médico. Los consejos para minimizar las inflamaciones incluyen:
Durante el primer año, al menos un tercio de niños con eczema tendrán alergias a alimentos particulares. Mientras algunos alimentos pueden desencadenar ataques, la mayoría de investigadores están de acuerdo en que eliminarlos no es una cura. Siempre consulte a su médico primero antes de alterar la dieta de un infante o un niño pequeño.
Fuente:
American Academy of Dermatology
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