Investigación demuestra que el asma y las alergias son menos comunes en niños criados en granjas que en niños criados en otros escenarios. Una diferencia principal entre granjas y otros hogares son los animales de granja, los que son una fuente de bacterias y alérgenos. De manera similar, investigación ha sugerido que tener mascotas en el hogar muy temprano en la vida podría reducir el riesgo de desarrollar alergias y asma más tarde. Tal investigación ha llevado a algunos expertos a preguntarse si vivir en un ambiente que es "demasiado limpio" puede hacer susceptibles a los niños al asma y las alergias.
Para evaluar esta teoría, investigadores suizos, alemanes y austriacos midieron los niveles de endotoxina - una sustancia presente en la pared celular de algunas bacterias - en la ropa de cama de niños en hogares en granjas y no granjas. Su investigación, publicada el 19 de septiembre de 2002 en el New England Journal of Medicine, sugiere que los niños que viven en granjas están verdaderamente expuestos a altos niveles de endotoxina. Pero lo que es más interesante es que los niños expuestos a altos niveles de endotoxina fueron menos susceptibles a desarrollar asma y alergias, sin importar si vivían o no en una granja.
Los investigadores del Allergy and Endotoxin Study Team estudiaron 812 niños de entre 6 y 13 años de edad que vivían en áreas rurales de Alemania, Austria y Suiza. En este grupo, 319 niños vivían en granjas y 493 no.
Los investigadores usaron vacunas para recolectar muestras de polvo de los colchones de los niños. Las muestras de polvo fueron enviadas para pruebas de laboratorio en sus niveles de endotoxina y sus niveles de alérgenos. Además, los niños se sometieron a análisis de sangre para medir niveles de anticuerpos y otros químicos en su sangre involucrados en respuestas alérgicas del sistema inmune.
Los padres de los niños completaron un cuestionario acerca del tipo de hogar (granja o no) y cualquier enfermedad y síntoma que sus hijos exhibieran, incluyendo asma y alergias (fiebre del heno, nariz con comezón y flujo).
Los investigadores compararon el número de casos de asma y alergia entre niños que vivían en granjas y niños que no vivían en granjas. También compararon los casos de asma y alergia en niños expuestos a niveles altos de endotoxina en sus colchones con niños expuestos a niveles bajos.
Como se esperaba, los niños que vivían en granjas en su primer año de vida fueron menos propensos a desarrollar asma y alergias que los niños que no vivían en granjas. Sin embargo, a pesar de vivir en una granja, los niños cuyos colchones contenían altos niveles de endotoxina fueron menos propensos a desarrollar asma o alergias que los niños con bajos niveles de endotoxina en sus colchones. Además, los análisis sanguíneos indicaron que los niños con alta exposición a la endotoxina (vía granja o no) fueron menos propensos a volverse sensibles a los alérgenos que aquellos con menor exposición a la endotoxina.
Estos resultados fueron ajustados para explicar otros factores que pueden afectar el asma y riesgo de alergia, tales como, sexo, historial familiar de asma o fiebre del heno, número de hermanos mayores y educación de los padres.
Aunque estos resultados sugieren que la endotoxina en el polvo de colchones es deseable, este estudio tiene sus limitaciones. Debido a que los niveles de endotoxina en los colchones sólo fueron medidos una vez entre edades de 6 y 13 años, los investigadores fueron incapaces de determinar exactamente cuándo, durante la niñez la exposición a la endotoxina puede ser protectora. Sin embargo, se ha demostrado que los niveles de endotoxina en las camas permanecen bastante constantes con el paso del tiempo. Además, los investigadores no midieron los niveles de otras sustancias bacterianas en el polvo del colchón. Estas otras sustancias pudieron jugar un papel en la acumulación de inmunidad a alérgenos comunes. Finalmente, este estudio dependió de padres que reportaron si sus hijos tuvieron asma o alergias. Este método de recolectar información es propenso a error.
Estos descubrimientos apoyan la idea de que la exposición temprana a alérgenos y agentes infecciosos, como las bacterias, "prepara" al sistema inmune de modo que responda más apropiadamente a sus medio ambiente. Sin embargo, esto no significa que no necesitamos limpiar nuestros hogares. Pero sugiere que podría haber cierta ventaja para crecimiento en entornos menos que inmaculados.
Si usted tiene asma o alergias, su médico probablemente le ha aconsejado limpieza regular de ropa de cama, cortinas y tapetes para eliminar alérgenos tales como ácaros del polvo y pelusa de mascotas. De hecho, usted podría ser aconsejado a no tener ninguna mascota en el hogar. Este consejo todavía es razonable, porque las personas que ya tienen asma o alergias pueden reducir los brotes de síntomas al reducir su exposición a sus alérgenos. Sin embargo, estos nuevos descubrimientos en la investigación apoyan la creencia de algunos expertos médicos de que la exposición a tales alérgenos en la niñez temprana en realidad podría ayudar a prevenir alergias y asma al desarrollarse en el primer lugar.
Entonces, en un esfuerzo por reducir el riesgo de sus pequeños por desarrollar enfermedades alérgicas, sería sabio no deshacerse de Fido o Fluffy, ni tratar de eliminar todos los rastros de polvo y alérgenos de su hogar. Esa estrategia sólo podría ser contraproducente para usted.
FUENTES ADICIONALES DE INFORMACIÓN:
Asthma and Allergy Foundation of America
http://www.aafa.org/
National Institute of Allergy and Infectious Diseases
http://www.niaid.nih.gov
Fuentes:
Braun-Fahrlander C, Riedler J, Herz U, et al. Environmental exposure to endotoxin and its relation to asthma in school-age children. NEJM. 2002;347:869-877.
Weiss ST. Eat dirt – the hygiene hypothesis and allergic disease. NEJM. 2002;347:930-931.
Último revisado Sep 24, 2002 por Richard Glickman-Simon, MD
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