Betacaroteno ha sido estudiado por su potencial para prevenir diferentes tipos de cáncer. Los resultados han sido ambivalentes. Mientras algunas investigaciones han mostrado que el betacaroteno tiene un efecto protector, otras no lo han hecho. Algunos, de hecho, mostraron un efecto dañino: Los resultados de dos estudios fundamentales, publicados en la década de 1990, sorprendieron a muchos investigadores al demostrar que la complementación de betacaroteno realmente estaba asociada con el aumento del riesgo de cáncer pulmonar, particularmente en sujetos que tenían antecedentes de consumo de tabaco y alcohol.
El propósito del estudio actual fue determinar la asociación entre la complementación de betacaroteno y la recurrencia de adenomas colorrectales (tumores benignos del colon considerados como los precursores del cáncer colorrectal ) en sujetos que fumaban y bebían en comparación con aquellos que no lo hacían.
El estudio, publicado en el número del 21 de mayo del 2003 de la revista Journal of the National Cancer Institute , encontró que los fumadores y bebedores que tomaban complementos de betacaroteno para ayudar a prevenir el cáncer podrían realmente haber aumentado su riesgo de adenomas colorrectales.
Los investigadores estudiaron adultos que les habían extirpado por lo menos un pólipo colorrectal benigno durante los tres meses anteriores y que estuvieran libres de pólipos al empezar el estudio. Un total de 864 sujetos fueron asignados de manera aleatoria a recibir uno de cuatro tratamientos: (1) betacaroteno (25 mg/por día), (2) vitamina C (1000 mg/al día) más vitamina E (400 mg/al día), (3) betacaroteno más vitamina C más vitamina E, o (4) un placebo.
Al inicio del estudio los sujetos llenaron cuestionarios detallados acerca de los factores de estilo de vida tales como la dieta, el fumar y el consumo de alcohol. A partir de esta información, los investigadores dividieron en categorías a los sujetos como fumadores actuales, anteriores o que nunca habían fumado y como no bebedores, bebedores ligeros (≤ 1 trago/al día, en promedio) o bebedores moderados y personas que beben mucho (> 1 trago/al día, en promedio).
Para determinar cuántos sujetos experimentaron recurrencia de pólipos de colon durante el transcurso del estudio, los investigadores realizaron colonoscopias de los sujetos en el primer y cuarto año del estudio (un total de 707 sujetos completaron estos exámenes). Entonces los investigadores determinaron si el uso del betacaroteno estaba asociado con la protección en contra de los pólipos recurrente y si sus efectos fueron influenciados por el uso del tabaco y el alcohol.
Los investigadores encontraron que el betacaroteno en realidad estaba asociado con una disminución en el riesgo de los pólipos de colon recurrentes en las personas que nunca fumaron ni tomaron. Entre estos sujetos, el betacaroteno estaba asociado con un riesgo 44% menor de pólipos recurrentes en comparación con el placebo. Pero entre los sujetos que fumaban y tomaban más de un trago de alcohol al día, el betacaroteno estaba asociado con un riesgo doble de pólipos recurrentes.
Para minimizar los efectos confusos, los investigadores ajustaron estadísticamente otros factores que podrían influir en el riesgo de pólipos recurrentes, incluyendo edad, sexo y dieta. Aún así, el estudio estuvo limitado por el hecho de que los investigadores tenían que confiar en los propios reportes de los sujetos del consumo que tenían de tabaco y alcohol, introduciendo la posibilidad de error.
En este estudio, la complementación de betacaroteno pareció bajar el riesgo de pólipos colorrectales en los no fumadores y no bebedores de los sujetos de alto riesgo que tuvieron pólipos en el pasado. A la luz de investigación previa, sin embargo, estos descubrimientos no son suficientes para ameritar el uso rutinario del betacaroteno para la prevención de cáncer colorrectal en individuos con alto o con bajo riesgo.
Y dado que ahora el betacaroteno está relacionado con un aumento en el riesgo de dos cánceres - colorrectal y pulmonar - las personas que consuman tabaco y alcohol harán bien en evitar tomar betacaroteno como complemento. Esto no significa que los fumadores y bebedores deban evitar comer verduras frescas y otros alimentos ricos en betacaroteno. Por el contrario, existe evidencia bastante convincente de que una dieta sana reduce el riesgo de cáncer colorrectal en todas las personas.
Quizás la cuestión más importante que usted puede hacer para reducir el riesgo de cáncer colorrectal es hacerse una revisión de detección. Identificar y retirar pólipos antes de que se vuelvan cancerosos ha demostrado reducir la mortalidad de esta enfermedad. La mayoría de las autoridades hoy en día recomiendan una sigmoidoscopia o una colonoscopia a la edad de 50 años a menos que haya otros factores, como antecedentes familiares, que puedan aumentar el riesgo de pólipos a una edad menor. Consulte a su doctor para determinar cuál puede ser su factor de riesgo y qué tipo y frecuencia de exámenes de revisión necesita.
FUENTES ADICIONALES DE INFORMACIÓN:
National Cancer Institute
http://www.nci.nih.gov
American Cancer Society
http://www.cancer.org
Fuentes:
Baron JA, Cole BF, Mott L, et al. Neoplastic and antineoplastic effects of β-carotene on colorectal adenoma recurrence: Results of a randomized trial. J Natl Cancer Inst . Mayo 21, 2003.95(10):717-722.
Levin B. Potential pitfalls in the use of surrogate endpoints in colorectal adenoma chemoprevention. J Natl Cancer Inst . Mayo 21, 2003.95(10):697-699.
Último revisado Mayo 22, 2003 por Richard Glickman-Simon, MD
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