El cáncer de mama es el cáncer más común entre las mujeres, aparte del cáncer cutáneo. En el 2004, aproximadamente 215,990 mujeres en Estados Unidos serán diagnosticadas con cáncer invasivo de mama y aproximadamente 40,110 mujeres morirán a causa de la enfermedad.
Los factores hormonales son determinantes en el riesgo de cáncer de mama para una mujer. Por ejemplo, las mujeres cuyos cuerpos están expuestos a niveles más altos de estrógeno durante periodos más largos de tiempo, parecen estar en un riesgo ligeramente mayor para el cáncer de mama. Esto significa que las mujeres que tienen uno o más hijos tienen un riesgo ligeramente menor de cáncer de mama que las mujeres que no han tenido hijos o que tuvieron su primer hijo después de los 30 años de edad. ¿Pero qué hay de las mujeres cuyos embarazos no finalizaron con un nacimiento vivo (por ejemplo, las mujeres que se sometieron ya sea a un aborto espontáneo o inducido)?
En un esfuerzo por responder a esta pregunta, un grupo de investigadores se propuso reunir evidencia epidemiológica mundial sobre la posible relación entre cáncer de mama y abortos. Los resultados de su estudio fueron publicados en la edición del 27 de marzo en The Lancet. Ellos descubrieron que dar fin a un embarazo, ya sea a través de aborto espontáneo o inducido, no incrementó el riesgo de una mujer de desarrollar cáncer de mama.
Los investigadores reunieron información individual de 83,000 mujeres, de las cuales todas habían sido diagnosticadas con cáncer de mama. Esta información vino de 53 estudios epidemiológicos realizados en 16 países diferentes donde el aborto era legal. Ellos compararon las probabilidades de desarrollar cáncer de mama entre las mujeres cuyos embarazos habían terminado ya fuera en un aborto espontáneo o inducido, con aquellas que nunca habían estado embarazadas.
Los investigadores descubrieron que las probabilidades de desarrollar cáncer de mama entre las mujeres que reportaron haber tenido uno o más embarazos espontáneos fueron aproximadamente las mismas que las de aquellas que nunca habían estado embarazadas. Lo mismo también fue cierto para las mujeres que reportaron haber tenido uno o más abortos inducidos.
Los investigadores descubrieron que un embarazo que termina en aborto no parece incrementar o disminuir el riesgo de una mujer de desarrollar cáncer de mama. Aunque la terminación temprana de un embarazo no parece ofrecer a las mujeres la misma protección contra el cáncer de mama que daría un embarazo terminado en su totalidad, la buena noticia es que un aborto (espontáneo o de otro tipo) no incrementa su riesgo.
Desafortunadamente, estudios epidemiológicos grandes como éste son propensos a ciertos prejuicios en comparación con estudios diseñados de manera más rigurosa que no lo son. Por ejemplo, parece que en algunos de los estudios utilizados en este análisis, las mujeres que fueron cuestionadas sobre su situación de aborto después de ser diagnosticadas con cáncer de mama tuvieron la tendencia a ser más comunicativas con respecto a sus antecedentes cuando estos eran presentados como una posible causa de su enfermedad. Aún, los resultados de este estudio se unieron con muchos otros para descubrir que el aborto, ya sea espontáneo o inducido, no parece exponer a una mujer a riesgos para la salud a largo plazo.
FUENTES ADICIONALES DE INFORMACIÓN:
American Cancer Society
http://www.cancer.org
National Cancer Institute
http://www.cancer.gov
Fuentes:
Collaborative group on hormonal factors in breast cancer. Breast cancer and abortion: collaborative reanalysis of data from 53 epidemiological studies, including 83,000 women with breast cancer from 16 countries. Lancet. 2004;363:1007-1016.
Pregnancy and breast cancer. American Cancer Society. Disponible en: Http://www.cancer.org/docroot/CRI/content. Accedido el 1 de abril de 2004.
Último revisado Abril 2, 2004 por Richard Glickman-Simon, MD
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