Flu shot imageLa influenza , cuya temporada está iniciando, y las últimas noticias de la escasez de la vacuna tienen a los oficiales y a los trabajadores del sector salud batallando. Este año la escasez de la vacuna contra la influenza no es un déficit normal: 48 millones de dosis, o aproximadamente la mitad del suministro de los Estados Unidos, no pudieron ser entregados debido a problemas de producción.

La escasez ha forzado a los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) a reconsiderar quién está en mayor riesgo de complicaciones de influenza, y quién debe tener la prioridad para recibir una de las tan escasas inyecciones. Aunque la vacuna de la influenza es sólo una de las muchas inmunizaciones posibles, el déficit reciente destaca la necesidad de entender cómo el suministro de vacunas está equilibrado contra la demanda en este país.

Entendiendo el Suministro

La escasez actual de la vacuna de la influenza probablemente es la más ampliamente conocida, pero ha habido otros problemas con el suministro de vacunas. En el 2001, Estados Unidos experimentó escasez de 8 de las 11 vacunas administradas de manera rutinaria en la infancia, provocando un cambio total en los programas de vacunación y un retraso de las mismas. Las vacunas afectadas incluyeron las de la difteria, el tétanos y la pertusis (DTaP); el sarampión , las paperas y la rubéola (MMR); la varicela (peste cristal); y el neumococo ( neumonía ). Para el verano del 2002, el suministro de estas vacunas había sido reabastecido, pero la pregunta principal sigue siendo por qué sucedió esto.

El problema de suministro de vacunas es multifacético. Parte del problema es que hay menos compañías farmacéuticas en el negocio de las vacunas que en la industria de medicamentos para tratamiento. Treinta años antes, había 25 compañías producíendo vacunas en los Estados Unidos, hoy en día son cinco.

Pocas compañías farmacéuticas están interesadas en producir vacunas debido que no es tan rentable. Las vacunas se administran una vez o sólo pocas veces a un individuo, en tanto que los medicamentos se pueden necesitar diariamente. Tanto la investigación mucho más prolongada como el tiempo de desarrollo necesario para producir vacunas, y la compra gubernamental - con un descuento significativo - de la mayoría de las vacunas infantiles hacen que las vacunas sean menos rentables que otros productos. Las fusiones entre las compañías farmacéuticas también han dejado menos compañías disponibles para producir vacunas. Muchas vacunas, incluyendo las del tétanos y de la polio, son fabricadas por una sola compañía, así que si hay problemas de producción, no existe un proveedor de respaldo.

Entendiendo la Demanda

El Advisory Committee on Immunization Practices (ACIP) del CDC es el responsable de recomendar quién debe recibir qué vacuna y a qué edad. Los niños, que forman el grupo más grande de receptores de vacunas, reciben de 8 a 9 vacunas diferentes, algunas en dosis múltiples, entre el nacimiento y los 18 años de edad. Siendo adultos, la revacunación de tétanos-difteria es necesaria cada 10 años y una vacuna anual contra la gripa es opcional. A los adultos de 50 años y mayores se les recomienda una vacuna anual contra la gripa, mientras que los adultos de 65 años o más deben recibir una vacuna única contra el neumococo.

Las vacunas pueden comprarse de manera privada al fabricante o a través del National Immunization Program del CDC. El National Immunization Program compra vacunas directamente de los fabricantes. De hecho, el gobierno gasta más de $1 billón sólo en vacunas infantiles y, negocia descuentos significativos de precio debido al gran volumen de las órdenes. Posteriormente, las vacunas que compra el gobierno son distribuidas a los programas estatales, clínicas de salud públicas y a médicos particulares que atienden a pacientes en desventaja. Aproximadamente el 56% de las vacunas infantiles se compran a través del gobierno; el resto se compran de manera privada.

Para decidir cuántas vacunas comprar, el gobierno depende de los estados y otras partes para estimar cuántas serán necesarias durante un año calendarizado y dividirlas en números mensuales, teniendo en cuenta que algunas vacunas son más estacionales que otras. Los estimados de la demanda de vacunas se basan en información histórica pero toman en consideración que el promedio anual crece y a la población actual que no sigue las recomendaciones del ACIP.

Un Acto de Equilibrio

Equilibrar el suministro de vacunas contra la demanda no es una tarea fácil, tal como lo demostró la reciente escasez de vacunas contra la influenza. Pero, ¿cuál es la solución? Dar menos vacunas a más personas podría convertirse en un posibilidad. Un reciente estudio, publicado en la New England Journal of Medicine , estudió la efectividad de dosis más pequeñas de vacuna contra la influenza para otorgar inmunidad. Los investigadores estudiaron a 100 adultos sanos entre los 18 y 40 años de edad, a quienes les dió una dosis normal de vacuna contra la influenza a través de una inyección intramuscular, o una quinta parte de la dosis aplicada de manera intradérmica (en la piel). Los investigadores encontraron que la dosis más pequeña fue similar o mejor que la dosis regular, en términos de la inmunidad que proporcionó. Aunque los resultados son prometedores, los autores del estudio hacen notar que se necesita más investigación.

Además, por solicitud de los CDC, el Institute of Medicine (IOM) estudió el sistema actual de vacunación para desarrollar recomendaciones respecto a mejorar el acceso y la disponibilidad de la vacuna. El estudio del IOM recomienda de manera obligatoria que los planes de salud tanto públicos como privados cubran todas las vacunas recomendadas por la ACIP, y que el papel del gobierno cambie de comprar las vacunas a reembolsar los planes de seguro médico para las vacunas. Finalmente, recomienda que se instituya un plan de vales para todos los individuos que no tienen seguro médico para asegurar que todas las personas se vacunen como se recomienda. Los beneficios citados de este sistema incluyen tasas más altas de inmunización, un suministro estable de vacunas, incentivos para los fabricantes de nuevas vacunas y, menos retrasos o escasez.

Salud Pública e Individual

Las vacunas son uno de los grandes logros de la medicina. Las inmunizaciones no solo benefician a los individuos, sino a la sociedad de manera conjunta al prevenir la propagación de la enfermedad. Los ahorros en los costos son reales - desde la reducción de costo médicos hasta prolongar la vida para mejorar la productividad. Y hasta ahora, de alguna manera el suministro y demanda de vacunas a menudo parece estas fuera de balance. Ya sea que la solución sea dar menos vacunas a más personas u ofrecer incentivos a los fabricantes, está claro que es importante encontrar el equilibrio correcto.