La medicina defensiva es un estilo practicado por los doctores que alteran su comportamiento clínico en un esfuerzo por protegerse de los juicios. El propósito es reducir las consecuencias negativas del tratamiento médico, desanimar a los pacientes de presentar demandas de negligencia o convencer al sistema legal de que se satisfacía el estándar de cuidado. Aunque los doctores tienen que comprar seguros de negligencia costosos para protegerse, muchos no están seguros de que la política los cubrirá totalmente.
En ningún lado del país el ambiente de negligencia es tan inestable como lo es en Pennsylvania. Después de que muchas compañías de seguros dejaron de redactar políticas que llevaban a elevar los premios de seguros de negligencia, altos números de médicos se mudaron o dejaron sus prácticas.
Hasta ahora, la investigación para aprender qué tan frecuente los doctores alteran su comportamiento debido a la amenaza de las demandas por negligencia se ha enfocado en una sola especialidad médica o en los doctores en bajo riesgo de demandas. Los investigadores que buscan construir sobre la investigación previa sobre medicina defensiva han estudiado su permanencia y características entre los médicos que practican en varias especialidades de alto riesgo en Pennsylvania. Sus resultados están publicados en la edición de junio 1 de 2005 de la Journal of the American Medical Association .
En 2003, los investigadores de Harvard School of Public Health y de la Columbia Law School colaboraron con una organización de sondeo profesional para dirigir una encuesta por correo de 824 médicos en Pennsylvania. Los médicos practicaban en una de las seis especialidades afectadas por los altos y crecientes costos de responsabilidad de negligencia: Medicina de emergencia, cirugía general, neurocirugía, obstetricia/ginecología, cirugía ortopédica y radiología.
El cuestionario les pedía a los encuestados clasificar qué tan frecuentemente sus preocupaciones sobre la responsabilidad les causaba comprometerse en el comportamiento de seguridad, ofreciendo servicios adicionales o en el comportamiento de elusión , distanciándose del riesgo. En algunos casos, se les pidió a los doctores describir sus actos más recientes de medicina defensiva. También se les preguntó si habían, o estaban planeando, reducir o eliminar los aspectos de alto riesgo de su práctica.
Más de nueve de diez encuestados reportaron que practicaban alguna forma de medicina defensiva, un porcentaje mucho mayor que el previamente reportado.
Los doctores que reportaron el comportamiento de seguridad ordenaron pruebas, mandaron a los pacientes por otra opinión, recetaron medicamento y sugirieron procedimientos; de los cuales todos eran considerados por ellos médicamente innecesarios. Los que reportaron el comportamiento de elusión cambiaron sus prácticas para evitar los procedimientos y pacientes de alto riesgo que pensaban podrían demandarlos.
Estos resultados indican que las mujeres podrían verse afectadas más adversamente por las consecuencias de la medicina defensiva que los hombres, ya que tanto la obstetricia como el tratamiento de cáncer de mama son campos de alta responsabilidad.
Mientras el estudio es una adición valiosa al cuerpo de investigación sobre medicina defensiva, no está sin limitaciones. La fiabilidad de los médicos de estimar sus propias prácticas defensivas no se conoce bien. También, el estudio es específico para sólo seis especialidades médicas en un estado con una de las tasas más altas de seguros de negligencia.
Al final, la práctica de la medicina defensiva no está en el mejor interés de los pacientes. No sólo eleva el costo del cuidado de salud por completo, sino puede limitar el acceso al cuidado de calidad e incluso causar daño físico.
Una iniciativa independiente en Pennsylvania llamada el Project on Medical Liability está observando formas para reducir las consecuencias negativas de la medicina defensiva sobre los individuos. Actualmente está dirigiendo un proyecto de demostración para explorar si la medicación, la disculpa y la buena comunicación sobre los errores médicos podrían ser un enfoque efectivo para evitar los juicios. Ya hay evidencia sustancial de que la calidad de la relación paciente-doctor es un mejor pronosticador de los juicios que los malos resultados de los errores médicos.
De acuerdo a los investigadores de este estudio, una forma para reducir la medicina defensiva es educar a los pacientes y médicos sobre el cuidado apropiado en situaciones que están comúnmente asociadas a la alta responsabilidad. Educarse a sí mismo sobre su enfermedad y desarrollar relaciones de confianza con los doctores con los que se pueda comunicar son medidas que puede tomar para prevenir que la medicina defensiva afecte su cuidado de salud.
FUENTES ADICIONALES DE INFORMACIÓN:
The Project on Medical Liability in Pennsylvania (funded by the Pew Charitable Trusts)
http://medliabilitypa.org/
Medical Liability Reform
American Medical Association
http://www.ama-assn.org/
Fuentes:
Studdert DM, Mello MM, Sage WM, et al. Defensive medicine among high-risk specialist physicians in a volatile malpractice environment. JAMA . 2005; 293 (21):2609-17.
Editorial: Practice of defensive medicine widespread among physicians in specialties at high risk of lawsuits. JAMA . 2005; 293 (21).
Medical Error Disclosure, Mediation Skills, and Malpractice Litigation: A Demonstration Project in Pennsylvania; March 2005.
Último revisado Jun 2, 2005 por Richard Glickman-Simon, MD
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