Para muchas personas, la moderación es la clave para una vida sana y feliz. Después de todo, ¿qué tan divertida sería la vida si usted renunciara a los M&Ms para siempre, o si siempre eligiera ejercicio en lugar de otras actividades y relaciones?

Pero, para algunas personas, la búsqueda por adoptar un estilo de vida más saludable avanza desde seriamente hasta excesivamente entusiasta, e irónicamente, estas personas podrían terminar haciéndose más daño que bien.

La Influencia de los Mensajes en los Medios de Comunicación

Las revistas y sitios web están llenándonos con información sobre la salud. Con frecuencia, esas mismas publicaciones presentan modelos y personalidades demasiado delgadas. ¿El mensaje? Sin importar cuál sea su talla, usted puede (y debería) ser más delgado.

"Los medios hacen un tremendo énfasis en el peso y ofrecen imágenes que la mayoría de personas no puede alcanzar," dice Carol Ewing Garber, PhD, FACSM, directora de Clinical Exercise Physiology Laboratory en Northeastern University's Bouve College of Health Sciences en Boston.

Megan Porter, RD, una dietista que trabaja para Kaiser Permanente's Center for Health Research en Portland, Ore. está de acuerdo. "Los medios de información enfatizan imágenes corporales negativas y hacen que las personas se sientan mal consigo mismas," dice ella.

Como resultado, algunas personas se preocupan demasiado sobre sus hábitos de alimentación y ejercicio.

Cuando "Demasiado Saludable" es Poco Saludable

Cuando las personas se ejercitan demasiado o comen de manera demasiado restringida, se ponen en problemas físicos, mentales y sociales.

El ejercicio en exceso puede causar lesiones por el uso excesivo, dice Dr. Garber. Las personas también podrían volverse tan cansadas que su rutina habitual de ejercicio se vuelve difícil. Sus sistemas inmunológicos también podría debilitarse, haciendo que sean más vulnerables a enfermedades comunes, como resfriados y gripe. Incluso podrían experimentar depresión, náusea y problemas para dormir.

Del mismo modo, comer de manera demasiado restrictiva puede privar a las personas de valiosos minerales y vitaminas, más comúnmente el hierro, calcio, magnesio, zinc, y vitamina E, explica Porter. Sin estos nutrientes, están en riesgo de desarrollar osteoporosis, deficiencias de hierro y proteínas, y otros problemas. Una obsesión alimenticia también puede conllevar a trastornos de alimentación, como bulimia y anorexia nerviosa.

Entonces, ¿cuál es la solución? Reconocer el problema y después trabajar para alcanzar la moderación.

Viviendo con Moderación

Conocer cuando sus hábitos de alimentación y ejercicio se han salido de control involucra poner atención en señales sutiles.

Para revisar sus hábitos de ejercicio, evalúe si usted se ha sentido deprimido, ha estado inusualmente cansado, o ha experimentado enfermedad o lesiones. Tal vez, usted haya comenzado a elegir el ejercicio en lugar de otras actividades, como reunirse con amigos o familiares o salir a comer. Tal vez, tenga dificultad para omitir incluso un día de ejercicio, lo cual podría estar causando problemas también en el trabajo.

Los problemas con los hábitos alimenticios podrían manifestarse en problemas de la conducta. Note si usted ha empezado a aislarse de las personas y a comer solo. ¿Ha empezado a entrar en patrones con su alimentación, como nunca comer ciertos alimentos juntos o a apartar la comida de su plato? ¿Piensa en la comida constantemente? ¿Ha dividido los alimentos en categorías buenas y malas y come sólo alimentos buenos? Si es así, dice Porter, usted podría tener un problema.

Para introducir la moderación en sus hábitos de alimentación y ejercicio, siga estos consejos:

Confíe en alguien, tal vez un amigo, su médico, o un psicólogo. Dígale que usted está teniendo problemas y quiere ayuda.

Elija amigos que no lleven al ejercicio y a la alimentación al extremo. "Rodéese de influencias positivas que puedan servir como mentores para usted," dice Porter.

Vea a los alimentos como un combustible. "Los alimentos nos ayudan a vivir más sanamente," dice Porter, agregando que no hay tal cosa como los malos alimentos.

Interrumpa su rutina de ejercicio. Haga ejercicio a diferente hora del día o elija nuevas actividades. Hacer esto, sugiere Garber, podría ayudar a romper su compulsión por el ejercicio.

Reduzca gradualmente su programa de ejercicio. "Una hora de ejercicio algunas veces a la semana es todo lo que usted necesita," dice Dr. Garber. De hecho, Dr. Garber dice que usted puede tener un gran entrenamiento en sólo 30 minutos al día.

Evite los espejos cuando haga ejercicio, dice Garber. Aunque los espejos fomentan una buena técnica de ejercicio, éstos pueden volverlo demasiado absorto con su apariencia.

No se tome tan a pecho toda la información que lee sobre salud. Evalúe la credibilidad de la fuente.

Entienda que las fotografías de modelos en revistas han sido alteradas. Si usted se siente mal consigo mismo después de leer revistas o incluso después de ver la televisión, elimine esas imágenes, dice Porter. Deshágase de las revistas o no vea esos programas.