Distinguiendo la Timidez Infantil De Un Trastorno de Ansiedad

Un Caso De Timidez

La timidez es común entre los niños, y puede tomar varias formas a diferentes edades. Temor a la separación, temor a situaciones nuevas e inhibición en situaciones sociales, son todos signos comunes de timidez. Los padres y maestros a menudo tratan de involucrar al niño tímido en actividades, de manera que ellos no omitan actividades sociales o de desarrollo. Pero hay otras razones importantes para tratar de frenar la timidez en su hijo. Los investigadores han encontrado que las personas tímidas tienen una autopercepción más negativa, mayores problemas de salud (debido a la falta de una red de apoyo social), y ganan menos dinero que las personas no tímidas.

Si usted es el padre de un niño tímido, hay numerosas técnicas que puede usar para ayudar a su hijo:

• Domiar comentarios juiciosos. Esto es importante porque el niño ya tiene miedo de ser juzgado y ser evaluado negativamente.
• Evitar ser sobreprotector. Esto en realidad podría reforzar la conducta tímida de su hijo, disminuyendo sus expectativas.
• Anticipar situaciones en las que su hijo probablemente muestre timidez y establecer un objetivo razonable para su hijo. Algunos padres encuentran que el ofrecer una recompensa a cambio de conseguir un objetivo es uno de los mejores motivadores para un cambio.
• Esperar mejoría gradual y no presionar demasiado a su hijo.
• Colaborar con los maestros y quienes cuidan a su hijo para comunicar las técnicas que están funcionando y entonces juntos poder ayudar a que su hijo supere la timidez.

Más Allá de la Timidez

Si la timidez de su hijo llega al punto en que la ansiedad y los temores son abrumadores, persistentes e interfieren con la vida diaria, es posible que su hijo en realidad podría estar sufriendo de un trastorno de ansiedad .

Los trastornos de ansiedad son las enfermedades psiquiátricas más comunes que afectan tanto a niños como a adultos. Los expertos creen que estos trastornos son provocados por una combinación de factores biológicos y ambientales. La buena noticia es que una vez diagnosticados, los trastornos de ansiedad son altamente tratables.

Diferentes Tipos De Trastornos

Existen tres trastornos de ansiedad comunes en niños:

• Trastorno de ansiedad por separación
• Trastorno de ansiedad generalizada
• Trastorno de ansiedad social

El trastorno de ansiedad por separación normalmente alcanza su máximo entre los siete y nueve años de edad. Los síntomas incluyen preocupación excesiva por perder a un cuidador, negarse a ir a la escuela, pesadillas, y preocupación excesiva respecto a perderse, ser secuestrado o morir.

El trastorno de ansiedad generalizada es diagnosticado en el niño que se preocupa de manera excesiva por todo. Con frecuencia, estos niños pueden mostrar síntomas físicos como tener dolor de estómago o dolor de cabeza no más días que por un período de seis meses. El trastorno de ansiedad generalizada a menudo es difícil de diagnosticar debido a que sus síntomas pueden coincidir con otros trastornos.

El trastorno de ansiedad social se caracteriza por ansiedad extrema en situaciones sociales con un promedio de edad de inicio de 11 ó 12 años. Mientras que a un niño tímido le toma tiempo adaptarse a situaciones nuevas, un niño con trastorno de ansiedad social evitará por completo la situación y a menudo mostrará síntomas físicos como palpitaciones cardíacas, desmayos, sudoración profunda, y ruborización. Los niños que experimentan trastorno de ansiedad social podrían estar en riesgo de depresión, abuso de sustancias, y ausentismo escolar posteriormente en la vida.

Estudios Clínicos

Determinar quién está en riesgo de estos trastornos comunes y si hay otros riesgos asociados, son áreas actuales de investigación. Un estudio de la University of Bremen, Germany, observó a 1,035 adolescentes entre los 12 y 17 años de edad, para notar si aquellos con un trastorno de ansiedad también mostraban signos de otros trastornos psiquiátricos. El estudio encontró que aproximadamente la mitad de los adolescentes con un trastorno de ansiedad también mostró signos de depresión . En la mayoría de estos casos, el trastorno de ansiedad inicial del niño posteriormente se convirtió en depresión, sugiriendo una necesidad de estrategias de intervención.

En otro estudio en el Duke University Medical Center, la fobia social y la ansiedad por la separación fueron examinadas por edad, género y raza. Un muestra de 2,384 niños en la comunidad y 217 niños en un entorno clínico fueron analizados. El estudio encontró que en general, los adolescentes fueron más propensos a tener más síntomas de fobia social y menos síntomas de ansiedad por la separación que los niños preadolescentes. También encontraron que los niños blancos mostraron más síntomas de fobia social y menos síntomas de ansiedad por la separación que los niños afroamericanos.

Aún en otro estudio, los investigadores examinaron a las familias para determinar si había un vínculo entre los padres y sus hijos para los trastornos de ansiedad. Los investigadores observaron cuatro grupos de niños, aquellos cuyos padres tuvieron trastorno de pánico con depresión, trastorno de pánico sin depresión, depresión sin trastorno de pánico y finalmente, aquellos cuyos padres no tuvieron ni trastorno de pánico, ni depresión. El Dr. Biederman y sus colegas encontraron que en padres con trastorno de pánico o depresión mayor, sus hijos tuvieron un riesgo mayor para el trastorno de ansiedad por la separación y dos o más trastornos de ansiedad.

Tratamiento

Si sospecha que su hijo podría estar sufriendo un trastorno de ansiedad, es importante hablar con el médico de su hijo. La terapia cognoscitiva conductual es el estándar de oro de tratamiento de los trastornos de ansiedad. Le enseña a los niños (y adultos al respecto de ese asunto) a entender sus patrones de pensamiento, por qué reaccionan ante ciertos factores y cómo reaccionar de forma diferente. Los terapeutas trabajan con los niños al exponerlos de manera gradual y segura ante sus temores con el paso del tiempo. Ellos también pueden enseñarles técnicas de respiración. Como padre o cuidador, se le puede enseñar la forma de ayudar a que su hijo practique habilidades para sobreponerse en casa y en situaciones nuevas. Los niños más grandes pueden beneficiarse al poder identificar sus pensamientos temerosos y reemplazarlos con unos más positivos. Exhorte a su hijo a trabajar sobre estas habilidades para sobreponerse en casa, poniéndolas en práctica en situaciones nuevas.