La medicina alternativa es de una extraordinaria diversidad. Algunas de las prácticas de curación, como el uso moderno de hierbas, son virtualmente indistinguibles de la medicina convencional. Mientras que otros contradicen los principios de la ciencia biomédica. Estas últimas terapias, con frecuencia son nombradas en su conjunto como medicina energética y están basadas en la existencia de una "energía vital" o "fuerza de vida", la cual es integral para toda las cosas vivas. Esto es lo que distingue lo animado de lo inanimado; esto explica la diferencia entre usted y un cadáver.

Cuando esta energía está balanceada y distribuida apropiadamente, la vida que sustenta es saludable y funciona armoniosamente con la naturaleza. La enfermedad se presenta cuando llega a ser deficiente, excesiva o bloqueada en su flujo. Las terapias tales como la acupuntura, el contacto terapéutico y la meditación se esfuerzan por manipular esta energía para mantener o restaurar su balance. La mayoría de los científicos y médicos, sin embargo, están inconformes con la noción de una energía vital debido a que no pueden encontrar razón para su existencia. Ellos creen que las teorías científicas comprobables son suficientes para explicar completamente la vida, la salud y la enfermedad.

¿De qué forma estas muy diferentes filosofías de la salud pueden reunirse para el mejor servicio de los pacientes? Esto no es una pregunta menor.

La medicina energética ha tardado en ser generalmente aceptada precisamente debido a la nula conformidad con los puntos de vista científicos que prevalecen. Como consecuencia, pocos pacientes tienen acceso a estas terapias, aún si algunas de estas pueden, de hecho, ser efectivas. Intrigados por los resultados de la medicina energética, un creciente número de investigadores y médicos están empezando a ofrecer explicaciones científicas para sus efectos.

Consideremos estos tres ejemplos:

Acupuntura

Acupuntura está basada en parte en el concepto del "qi" (se pronuncia chi), una fuerza vital que permea las cosas vivas. De acuerdo con la Medicina Tradicional China, la salud es una manifestación de un qi bien balanceado que pasa libremente por canales específicos del cuerpo llamados meridianos. La enfermedad es la deficiencia o sobreabundancia del qi, o de otro estancamiento u obstrucción en este flujo. Por medio de colocar pequeñas agujas dentro de estos meridianos en varios lugares (puntos de acupuntura), un acupunturista intenta restaurar o mantener un flujo balanceado de energía vital.

Los chinos desarrollaron este sofisticado sistema de curación a través de observaciones detalladas de incontables pacientes a través de muchos milenios. Sin embargo, mientras muchos científicos occidentalmente orientados respetan el esfuerzo de estos médicos chinos anteriores, ellos no aceptan el concepto del qi como explicación de los efectos de la acupuntura. La razón para esto es simple: No existe un corolario del qi en la ciencia biológica. El qi no corresponde a fluido de la sangre en las venas, las fuerzas electroquímicas llevadas por los nervios o algún otro obvio proceso biológico.

Para explicar la utilidad de la acupuntura, algunos médicos y acupunturistas está desarrollando la acupuntura médica, basada en principios biomédicos de hoy en día más que en el flujo del qi. Sus investigaciones están empezando a verter un luz acerca de los que pueden explicar los efectos de la acupuntura sobre el dolor y otros síntomas. Por ejemplo, ellos han mostrado que la acupuntura:

  • Libera substancias que alivian el del dolor del cerebro llamadas endorfinas
  • Estimula nervios especializados en la piel que pueden apaciguar el dolor en donde se presente
  • Activan otros nervios que controlan las funciones autónomas del cuerpo como la presión sanguínea, respiración, digestión e inmunidad.

Contacto terapéutico

La antigua observación del poder de una caricia ha inspirado muchas tradiciones de curación. Qi Gong y Reiki son dos ejemplos bien conocidos que se originaron en el oriente, mientras que el contacto terapéutico, una tradición del cuidado del paciente, tuvo sus orígenes en occidente. Estas prácticas comparten un principio común fundamental: La habilidad de la mente y de las manos del profesional para manipular la energía vital y transferirla de una persona a otra. A diferencia de otras técnicas de curación manual tales como la quiropráctica y el masaje, el profesional no necesita (y con frecuencia no lo hace) de hecho tocar al paciente. Esto apoya el hecho de que el medio a ser manipulado no es materia tangible sino una forma de "bioenergía" que emana de todas las cosas vivas.

Los defensores del contacto terapéutico con frecuencia citan experiencias de la vida diaria para ilustrar su energía. Imagine que regresa a casa al final del día y encuentra a un miembro de su familia lavando los trastes. El o ella voltean pero usted no puede ver su expresión facial. Sin embargo, aún sin una indicación visual o auditiva, puede darse cuenta instantáneamente de su estado de animo. ¿Cómo puede ser explicado esto de no ser por la existencia de una energía persuasiva detectable por aquellos que eligen notarlo? Los profesionales del contacto terapéutico están entrenados para percibir la naturaleza de esta energía y la usan para curar.

Existe de hecho un campo electromagnético que puede ser medido con equipo sofisticado en distancias cortas y que proviene de la superficie del cuerpo. Existe aún una evidencia intrigante que sugiere que la bioenergía está correlacionada con la salud de las células y su habilidad de recuperase de una lesión. Esto es difícil de aceptar para muchos médicos, sin embargo, esa gente que puede ser entrenada para detectar la energía con sus manos, la interpreta para diagnosticar la enfermedad, transfiere su propia energía a otro individuo y produce un efecto de salud favorable por su intención de sanar. No existe aún una explicación aceptable para los científicos para tal fenómeno.

Meditación

Los antiguos curanderos no distinguían entre el cuerpo y la mente y muchas de sus contrapartes modernas creen que es la mente y no el cuerpo lo que a final de cuentas determina la vida y la salud. La mediación de una muchas intervenciones similares usan pensamientos conscientes para influencias la mente y el cuerpo, con frecuencia a través de un estado de relajamiento profundo. Ya sea por su cuenta o con la persuasión de las sugestiones de un profesional, los pacientes se concentran en palabras, ideas o imágenes que facilitan la curación. Muchos defensores de la curación mediativa le asignan una cualidad "energética" a la mente, lo cual puede tomar la forma de "conciencia colectiva" extendiéndose más allá de los individuos y uniendo a todos los seres conscientes. Los profesionales de estos sistema basados en la espiritualidad ven a la mente como una manifestación de Dios y creen que toda curación está inspirada por la divinidad.

La mayoría de los médicos están reconociendo rápidamente la influencia de la mente en la salud. Una vez más, sin embargo, ellos disputan la existencia de una energía "consciente". En vez de eso, ellos vuelven al los neurocientíficos que han estado documentando las complejas rutas que relacionan el cerebro con el resto del cuerpo, y aún han sido capaces de crear un mapa de varias emociones y pensamientos ubicándolos en regiones específicas del cerebro. De acuerdo con el punto de vista médico, los procesos neurológicos observables más que una fuerza vital, representa el poder de la mente sobre el cuerpo.

Canalizando su energía

Algunos argumentan que siempre y cuando la terapia sea efectiva y segura, esto no marca la diferencia sobre cómo funciona. Otros no están conformes con la aceptación de la validez de alguna intervención para curar, en la ausencia de una explicación científica. El debate seguramente continuará por algún tiempo. Sin embargo, para aquellos que quieran incorporar la medicina energética dentro del cuidado de su salud existe una larga tradición de práctica para basarse y un largo futuro de investigaciones de las cuales aprender.