Su médico o alergólogo comenzarán a tomar un historial médico detallado, lo cual incluirá preguntas acerca de su estilo de vida, hábitos alimenticios, historial médico y familiar y el uso de medicamentos. Su doctor también realizará un examen físico, y revisará el interior de su nariz para buscar señales de inflamación.

Las pruebas para la rinitis alérgica pueden incluir:

Examen de la Piel : El examen de la piel es una de las formas más fáciles, más sensibles y menos costosas para diagnosticar la rinitis. Se coloca una diminuta partícula del alérgeno debajo de su piel con una aguja. En el 80% de los casos, se confirma una respuesta alérgica si la piel se abulta o enrojece dentro de un lapso de 20 minutos.

Prueba Sanguínea RAST : Para esta prueba, su doctor tomará una muestra de sangre para determinar el nivel de producción de anticuerpos en su cuerpo. Esta prueba se utiliza para detectar niveles de inmunoglobuina en respuesta a un alérgeno específico. Dichas pruebas sanguíneas son menos precisas que los exámenes de la piel y deben realizarse sólo cuando los exámenes de la piel no están disponibles.

Frotis Nasal : Se puede tomar una muestra de sus secreciones nasales y se examinan para identificar la causa de la rinitis o para descartar otras condiciones alérgicas.

Endoscopia Nasal : Para ayudar al diagnóstico, se puede utilizar una diminuta cámara de fibra óptica para ver la parte más profunda del interior de su nariz.