Los trastornos de lípidos por lo general no causan síntomas.

En casos extremos, se pueden encontrar las siguientes señales o síntomas mediante el historial o examen físico:

  • Depósitos adiposos en la piel o tendones causados por niveles muy altos de lípidos en la sangre
  • Dolor, agrandamiento, o hinchazón (inflamación) de órganos abdominales como el hígado, bazo, o páncreas a causa de niveles extremadamente altos de triglicéridos en la sangre
  • Cambios en los vasos sanguíneos del ojo, causados por lípidos elevados