Nicotina - el componente del tabaco que causa adicción - es una de las sustancias utilizadas de manera más fuerte en los Estados Unidos. Fumar cigarros es el método más popular de consumir nicotina; otros métodos incluyen fumar puros y pipas y masticar tabaco.
Cuando una persona inhala tabaco (de un cigarro, una pipa o un puro) la nicotina en el humo es rápidamente absorbida dentro de la sangre y afecta al cerebro en cuestión de segundos. La nicotina también es rápidamente absorbida del tabaco masticable. La nicotina actúa tanto como estimulante como depresivo para el sistema nervioso central. La nicotina primero provoca una liberación de la hormona epinefrina, que estimula el sistema nervioso y es responsable en parte del "placer" de la nicotina -la droga- produce sensaciones de placer y, con el tiempo, adicción. La nicotina también estimula la liberación de la hormona betaendorfina, la cual inhibe el dolor. Esta estimulación es entonces reemplazada con una caída en el estado de ánimo y con fatiga, lo que provoca que el fumador busque más nicotina. Este ciclo provoca el uso crónico del tabaco y su adicción.
En el sistema cardiovascular, la nicotina aumenta el ritmo cardiaco y la presión arterial, y restringe el flujo sanguíneo al corazón. Además de la nicotina, el humo de cigarro contiene más de 4,000 sustancias, muchas de las cuales podrían provocar cáncer o daño en los pulmones. Fumar cigarros está asociado con muchos problemas de salud, incluyendo:
Las mujeres que fuman mientras toman anticonceptivos orales están en alto riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares; este riesgo es incluso mayor después de los 30 años de edad. Las mujeres que fuman cigarros tienen menopausia prematura. Las mujeres embarazadas que fuman tienen un alto riesgo de tener un bebé nacido muerto o niños con bajo peso al nacer. Los niños de las mujeres que fuman mientras están embarazadas tienen un alto riesgo de desarrollar trastornos de conducta.
Aunque los fumadores de pipa y de puro tienen menores índices de muerte que los fumadores de cigarro, ellos aun así son susceptibles a padecer de cáncer de la cavidad oral, de la laringe y del esófago. Las personas que mastican tabaco y lo inhalan tienen un alto riesgo de padecer de cáncer oral.
Las personas adictas a la nicotina experimentan síntomas de abstinencia cuando dejan de fumar. Esta abstinencia involucra síntomas como:
La adicción a la nicotina es un trastorno crónico y reincidente. Puede tomarle a un fumador varios intentos para dejarlo antes que sea capaz de dejar de fumar de manera permanente. La disminución de los síntomas de abstinencia y un mejor éxito viene al utilizar algún tipo de intervención y reducir gradualmente el uso de la nicotina, en lugar de dejarla de un solo intento (llegando al "síndrome de abstinencia"). Los índices de reincidencia son altos en las primeras semanas y meses y descienden considerablemente después de 3 meses. Las intervenciones que implican tanto medicamentos y terapias de comportamiento son al parecer las más exitosas.
La terapia de reemplazo de nicotina es la principal terapia de medicamentos utilizada para tratar la adicción a la nicotina. Estos productos incluyen goma de mascar, parches, rociadores e inhaladores. Los productos reemplazadores de nicotina administran suficiente nicotina para prevenir los síntomas de abstinencia y con esto prevenir una reincidencia mientras el fumador está bajo terapia de comportamiento, para ayudar a terminar con su adicción a ésta. Todos los tipos de productos reemplazadores de nicotina son casi igual de efectivos, doblando considerablemente las probabilidades de éxito al dejar el hábito.
Otro medicamento aprobado por la Food and Drug Administration para ayudar a dejar de fumar es el antidepresivo bupropión (Zyban). Este medicamento controla la ansiedad por nicotina en las personas que están tratando de dejarla. La asociación entre adicción a la nicotina y la depresión aún no ha sido comprendida, pero la nicotina parece tener un efecto antidepresivo en algunos fumadores. Sin embargo, paradójicamente, el bupropión es más efectivo para tratar la adicción a la nicotina en los fumadores no depresivos que en los fumadores que son depresivos.
La terapia de comportamiento incluye apoyo psicológico y habilidades de entrenamiento para sobrellevar las situaciones de alto riesgo. Por ejemplo, la alternativa de recompensas y los refuerzos pueden reducir el consumo del cigarrillo. Un estudio encontró que las reducciones considerables en el uso del cigarrillo fueron alcanzadas cuando el costo de fumar era aumentado en combinación con la presencia de actividades recreativas alternativas.
Fuentes Adicionales de Información
National Institute on Drug Abuse
http://www.drugabuse.gov
Tobacco Information and Prevention Source
http://www.cdc.gov/tobacco/
American Lung Association
http://www.lungusa.org/
Fuente
National Institute on Drug Abuse
http://www.drugabuse.gov/Infofax/tobacco.html
Último revisado Septiembre 2003 por Richard Glickman-Simon, MD
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