La obesidad durante la niñez con frecuencia conduce hacia la obesidad en adultos. Así que el encontrar formas para prevenir la obesidad infantil podría ayudar a prevenir a que los niños de hoy sean adultos obesos. Una investigación publicada recientemente en The Lancet sugiere que los niños alimentados únicamente con leche materna durante las primeras 6 a 8 semanas son menos propensos a ser obesos que los niños alimentados únicamente con fórmula en ese mismo lapso de tiempo.
Los investigadores escoceses examinaron los registros de salud de 32,200 niños escoceses nacidos en 1995 y 1996 que habían sido sometidos a revisiones de salud rutinarias como parte del Child Health Surveillance Programme. Durante la revisión a las 6 a 8 semanas de edad, el trabajador de la salud preguntó a la madre si el bebé sólo era alimentado con leche materna, con fórmula o con ambas. Durante una revisión similar de 39 a 42 meses, el trabajador de la salud midió la altura y peso del bebé y cálculo el índice de masa corporal (IMC por sus siglas en inglés) - una medida del peso adecuado. Un IMC que es alto indica sobrepeso u obesidad y un IMC que es demasiado bajo indica falta de peso.
Este análisis sólo incluyó a niños que habían sido alimentados exclusivamente con leche materna o con fórmula. Los investigadores compararon el IMC de los niños amamantados con el IMC de los niños alimentados con fórmula.
Los niños amamantados fueron 30% menos propensos a tener IMC en el rango de obesidad en la edad de 39 a 42 meses que sus homólogos alimentados con fórmula. Al calcular estas estadísticas, los investigadores tomaron en cuenta otros factores que podrían afectar el riego de obesidad: Edad, sexo, peso al nacer y nivel socioeconómico.
Aunque esos resultados son interesantes, existen limitaciones para este estudio. Los investigadores no tienen alguna información sobre otros factores de riesgo para la obesidad, tales como la dieta (ya que empezaron a comer alimentos), peso de los padres, actividad física y factores culturales. Sin esta información, los investigadores no pudieron justificar los efectos de estos factores sobre el riesgo de obesidad.
¿Esto significa que su hijo será obeso si no lo amamanta? No necesariamente. Este estudio sólo sugiere que el amamantar puede ayudar a reducir la probabilidad de que su hijo sea obeso a la edad de 39 a 42 meses. Sin embargo, existen muchos factores que afectan las probabilidades de una persona de tener sobrepeso o volverse obesos, tales como hábitos alimenticios y actividad física. Y el ser obeso a los 39 a 42 meses no garantiza que su hijo siempre será obeso.
La cosa más importante que puede hacer para ayudar a su hijo a mantener un peso sano es alimentarlo con una dieta sana equilibrada y estimularlo para que sea físicamente activo. Amamantar puede ser otra acción que puede hacer para reducir el riesgo de obesidad de su hijo. Pero si decide no amamantarlo, una dieta sana, buenos hábitos alimenticios y un estilo de vida físicamente activo pueden ayudar a su hijo a mantener un peso normal.
Fuente:
Armstrong J, Reilly JJ, and the Child Health Information Team. Breastfeeding and lowering the risk of childhood obesity. The Lancet . June 8, 2002;359:2003-2004.
Último revisado 7 de Junio de 2002 por Richard Glickman-Simon, MD
Se provee esta información como complemento a la atención proporcionada por su medico. Dicha información no tiene el propósito o la presunción de substituir el consejo medico profesional. Procure siempre el consejo de su medico o de otro profesional de la salud competente antes de iniciar cualquier tratamiento nuevo o para aclarar cualquier duda que usted pueda tener con relación a un problema de salud.
Registro de propiedad literaria © EBSCO Publishing. Todos los derechos reservados.