Numerosos estudios científicos sugieren que comer pescado, el cual contiene ácidos grasos omega-3, puede reducir su riesgo de padecer una enfermedad cardíaca - si usted es hombre. Eso es porque prácticamente toda la investigación sobre el consumo de aceite de pescado y la enfermedad cardíaca ha sido realizada en hombres. Ahora, investigación recientemente publicada en la Journal of the American Medical Association , sugiere que las mujeres también podrían ser capaces de reducir su riesgo de enfermedad cardíaca comiendo pescado regularmente.
Investigadores de la Harvard University School of Public Health estudiaron a 84,688 mujeres en el Nurses Health Study (NHS) - un estudio grande que está en curso y que incluye a 121,700 enfermeras acreditadas. El NHS comenzó en 1976, época en la cual todas las enfermeras tenían entre 30 y 55 años de edad. Noventa y ocho porciento de las enfermeras eran de raza blanca.
Las enfermeras llenaron cuestionarios sobre los hábitos en su estilo de vida y antecedentes médicos en el año de 1976 y cada dos años a partir de entonces. En 1980, 1984, 1986, 1990 y 1994 ellas también completaron un cuestionario alimenticio, el cual incluía preguntas sobre su consumo de pescado. Las enfermeras eran excluidas de este análisis si no llenaban correctamente el cuestionario alimenticio o si su consumo total de alimentos era absurdamente alto o bajo. Además, las enfermeras eran excluídas si eran diagnosticadas con cualquiera de las siguientes condiciones médicas antes de 1980: Angina, ataque cardíaco, apoplejía u otra enfermedad cardíaca, cáncer (cualquiera que no fuera cáncer de la piel no melanoma), o si se habían sometido a un procedimiento de revascularización
Los investigadores revisaron los registros médicos de las enfermeras cuyos cuestionarios indicaron que habían desarrollado una enfermedad cardíaca o habían sufrido algún ataque cardíaco a partir del 1 de junio de 1996. Los investigadores también revisaron el National Death Index y los certificados de muerte para determinar la causa de muerte de cualquier enfermera que hubiera muerto a partir de la misma fecha del estudio. Por último, los investigadores compararon el consumo de aceite de pescado de las enfermeras que desarrollaron o murieron de enfermedad cardíaca con el consumo de pescado de aquellas que no lo hicieron.
En promedio, las enfermeras que comieron pescado 5 o más veces a la semana fueron 34% menos propensas a desarrollar o morir de enfermedad cardíaca en comparación con las mujeres que comieron pescado menos de una vez al mes. Aunque comer pescado cinco veces a la semana puede parecer demasiado, incluso el consumo moderado de pescado parece proporcionar protección en contra de la enfermedad cardíaca. Comer pescado sólo una vez a la semana redujo el riesgo de padecer enfermedad cardíaca en un 30% y comer pescado de 1 a 3 veces al mes redujo el riesgo en un 20%. En particular, comer pescado con frecuencia redujo el riesgo de morir de enfermedad cardíaca incluso en mayor proporción que la reducción del riesgo de padecer un ataque cardíaco no fatal.
En el cálculo de estas estadísticas, los investigadores dividieron en factores los posibles efectos de la edad, el hábito de fumar y otros factores de riesgo para la enfermedad cardíaca.
Aunque estos resultados son interesantes, existen algunas limitaciones para este estudio. Como con cualquier estudio que depende de que los participantes recuerden su consumo de alimentos en largos periodos de tiempo, la precisión de la información alimenticia pudo haber estado comprometida. Además, este fue un estudio sólo de mujeres, aunque estudios en hombres han confirmado este mismo tipo de información durante años. Noventa y ocho porciento de las mujeres de este estudio fueron de raza blanca, así que se necesita más información para confirmar este beneficio en mujeres de otros grupos raciales.
Al parecer, comer pescado con frecuencia es tan bueno para el corazón de una mujer como lo es para el corazón de un hombre. Estos descubrimientos no sólo se agregan al gran conjunto de evidencias de que consumir ácidos grasos omega-3 de pescado puede ayudar a protegerse de la enfermedad cardíaca, pero estos son los primeros en mostrar este beneficio.
Aunque comer pescado es una parte esencial de una alimentación saludable, esto presenta algunos riesgos para las mujeres embarazadas. La U.S. Food and Drug Administration recomienda que las mujeres embarazadas eviten comer tiburón, pez espada, macarela rey y pez blanquillo. Estos pescados podrían contener altos niveles de mercurio, el cual podría dañar potencialmente a un feto en desarrollo. Además, es mejor comer sólo mariscos cocidos durante el embarazo, ya que la cocción eliminará cualquier bacteria que pudiera estar presente. Para consumir pescado y otros mariscos de manera segura durante el embarazo, contacte a su departamento de salud local para información sobre la captura de peces en su área.
Además de la posible prevención de enfermedad cardíaca, los mariscos son una excelente fuente de proteínas y un sabroso sustituto de la carne. Así que aunque no sea probable que coma pescado como platillo principal, podría considerar lo siguiente:
Fuente:
Hu FB, et al. Fish and omega-3 fatty acid intake and risk of coronary heart disease in women. Journal of the American Medical Association . Abril 11, 2002;287(14):1815-1821.
Último revisado Abr 11, 2002
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