Más de 700,000 estadounidenses tienen una apoplejía cada año. Una apoplejía ocurre cuando el flujo sanguíneo que va hacia el cerebro es interrumpido. Las apoplejías isquémicas, que son el 80% de todas las apoplejías, son ocasionadas por un coágulo sanguíneo que bloquea el flujo de la sangre en el cerebro.
Debido a la falta de oxígeno hacia el cerebro durante una apoplejía, las neuronas comienzan a morir de inmediato. Los efectos de una apoplejía pueden incluir parálisis, entumecimiento, desequilibrio y dificultad para pensar o para comunicarse.
La alteplasa intravenosa (IV) es el único medicamento que la Food and Drug Administration (FDA) aprobó para tratar una apoplejía. La alteplasa intravenosa disuelve los coágulos sanguíneos durante las apoplejías isquémicas. Para que sea efectiva, debe ser administrada en un lapso de tres horas siguientes al comienzo de una apoplejía. Actualmente, sólo del 1% al 2% de los pacientes que experimentaron apoplejías isquémicas reciben alteplasa IV en los E.U.
Un estudio publicado en la edición del 13 de octubre de 2003 de los Archives of Internal Medicine analizó los efectos de una campaña de intervención para incrementar la conciencia acerca de los beneficios de la alteplasa IV. Después de que la intervención terminó, el 11% de los pacientes que tuvieron una apoplejía en las comunidades de intervención recibieron alteplasa IV, en comparación con el 2% antes de que la intervención comenzara.
La intervención se llevó a cabo en cinco hospitales en el este de Texas durante un periodo de tres meses. Otros cinco hospitales cercanos fueron escogidos como una comunidad de comparación.
La intervención fue dirigida a miembros de la comunidad y profesionales médicos. El componente de la intervención en la comunidad consistió de anuncios de servicio públicos en radio y televisión, sesiones de entrenamiento individuales, carteleras, folletos y letreros. Con estas herramientas, las personas eran exhortadas a responder a una apoplejía mediante la identificación de los síntomas, llamar de inmediato al 9-1-1 y pedir alteplasa IV en la sala de emergencias.
El componente médico de la intervención consistió en desarrollar protocolos de sala de emergencia y desarrollar clases de educación médica continua para incrementar el uso de alteplasa IV para el tratamiento de los pacientes elegibles con apoplejía.
Los investigadores calcularon el porcentaje de pacientes elegibles con apoplejía que recibieron alteplasa IV antes de que la intervención comenzara y luego otra vez durante los seis meses después de que la intervención terminó.
El porcentaje de pacientes con apoplejía isquémica que fueron tratados con alteplasa IV se redujo significativamente en la comunidad de intervención de 2% a 11%, mientras que no hubo un cambio significativo en la comunidad de comparación.
Este estudio estuvo limitado porque los hospitales no fueron asignados aleatoriamente para recibir la intervención. En lugar de eso, la organización sin fines de lucro que patrocinó el estudio, la TLL Temple Foundation, exigió que la intervención se realizara en su comunidad. También, la intervención se llevó a cabo en un ambiente rural, así que los resultados podrían no aplicar para escenarios de ambiente urbano.
Con sólo una intervención de tres meses, el tratamiento con alteplasa IV en pacientes elegibles con apoplejía se incrementó drásticamente. Este efecto continuó incluso después de que la intervención terminó. Este estudio proporciona la estructura para una campaña generalizada de promoción de salud con el fin de incrementar el uso de alteplasa IV después de una apoplejía.
Tal vez incluso más importante, es que estos resultados demostraron que una campaña de conciencia pública puede cambiar los comportamientos de salud de las personas y los médicos. Los profesionales de salud pública pueden utilizar este estudio para apoyar la implementación de otras campañas educacionales que exhorten la rápida identificación y tratamiento de pacientes con enfermedades graves como ataques cardíacos.
El National Institute of Neurological Disorders and Stroke exhorta a las personas a llamar al 9-1-1 de inmediato si experimentan los siguientes síntomas de apoplejía:
Para ser evaluado y tratado con alteplasa IV dentro de la ventana de oportunidad de tres horas, es mejor llegar al hospital en un lapso no mayor a 60 minutos después de que su apoplejía comience.
FUENTES ADICIONALES DE INFORMACIÓN:
National Institute of Neurological Disorders and Stroke
http://www.ninds.nih.gov/
American Stroke Foundation
http://www.americanstroke.org/
Fuentes:
Know Stroke. Know the signs. Act in time. National Institute of Neurological Disorders and Stroke website. Disponible en: Http://www.ninds.nih.gov/knowstroke?format=printable.
Morgenstern LB, Bartholomew LK, Grotta JC, Staub L, King M, Chan W. Sustained benefit of a community and professional intervention to increase acute stroke therapy. 2003;163:2198-2202.
Último revisado Oct 16, 2003 por Richard Glickman-Simon, MD
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