Después de la remodelación de la nariz y la liposucción, el aumento de senos es el tercer tipo más común de cirugía plástica en los Estados Unidos. De hecho, se realizaron más de un cuarto de millón de procedimientos de aumento de senos en el 2002.
Mientras que no hay evidencia de que el aumento de senos provoque cáncer, algunos estudios sugieren que los implantes de seno podrían interferir con la evaluación de mamografía de rutina y aumentar posiblemente el riesgo de ser diagnosticada con cáncer de mama más avanzado.
Un nuevo estudio en la edición del 28 de enero de 2004 del Journal of the American Medical Association descubrió que mientras que el aumento de senos disminuye la exactitud de las revisiones con mamografía, el cáncer de mama diagnosticado en mujeres con aumento de senos, probablemente no esté más avanzado que el cáncer de mama diagnosticado en otras mujeres.
Los investigadores utilizaron datos del Breast Cancer Surveillance Consortium (BCSC), un registro patrocinado por el National Cancer Institute de 2.2 millones de exámenes de mamografía y 28,000 casos de cáncer de mama.
Este estudio incluyó más de un millón de mujeres sin antecedentes de cáncer de mama que tuvieron una mamografía de 1995 al 2002. Aproximadamente el 1% de las mujeres se hicieron aumento de senos. Para el propósito de este estudio, los mamogramas se consideraban positivos si se necesitaba de más evaluaciones o si sugerían malignidad o una anormalidad sospechosa. Los mamogramas se consideraban negativos si sugerían un padecimiento benigno o no tenían resultado.
Los investigadores clasificaron a las mujeres de acuerdo a los siguientes criterios:
Los investigadores dieron seguimiento a las mujeres durante un año y compararon la exactitud del diagnóstico de los mamogramas en mujeres con aumento de senos en comparación con aquellas sin aumento.
Era más probable que la mamografía no detectara ciertos tipos de cáncer en mujeres con aumento. Específicamente, los mamogramas no identificaron dos tercios de tipos de cáncer en mujeres asintomáticas con aumento y sólo un tercio entre aquellas sin aumento. Entre las mujeres sintomáticas, los mamogramas no detectaron el 26% de casos de cáncer en aquellas con aumento, comparadas con el 19% en aquellas sin aumento.
En las mujeres asintomáticas que no desarrollaron cáncer de mama, los mamogramas fueron ligeramente más exactos en la mujeres con aumento de senos. Aproximadamente el 2% de mujeres con aumento y el 3% de aquellas sin aumento tuvieron mamogramas falso positivos. En mujeres sintomáticas que no desarrollaron cáncer de mama, el aumento no afectó la exactitud; aproximadamente el 13% de esas mujeres recibieron resultados falso positivos del mamograma.
Los tipos de cáncer en las mujeres con aumento no fueron más agresivos que aquellos en las mujeres sin aumento. Aunque las mujeres sin aumento tuvieron mayor probabilidad de ser diagnosticadas con cáncer invasivo, sus tumores fueron propensos a ser más pequeños en tamaño, menor grado y positivos al receptor de estrógeno (todos indicadores de mejores pronósticos).
Estos resultados sugieren que aunque la mamografía no detectó más tipos de cáncer en mujeres con aumento de senos, los tipos de cáncer en estas mujeres no estaban más avanzados que los de las mujeres sin aumento.
Anteriormente, dos estudios extensos sugirieron que las mujeres con implantes de senos tenían mayor probabilidad de ser diagnosticadas con cáncer más avanzado, debido supuestamente a retrasos en el diagnóstico. Pero desde la década 1980, cuando se hicieron esos estudios, los radiólogos habían comenzado a utilizar "vistas con desplazamiento" durante la mamografía como el estándar del cuidado para mujeres con aumento de senos. Las vistas con desplazamiento mejoraron la visualización del tejido del seno al jalar hacia adelante el tejido del seno y empujando hacia atrás el implante de seno. El estudio actual sugiere que las mujeres con aumento pueden no estar en desventaja en cuanto al pronóstico después del diagnóstico de cáncer de mama.
Se debe animar a las mujeres con aumento de seno a que se hagan mamogramas de revisión de rutina. Estos pueden salvar la vida; pueden detectar el cáncer en sus etapas iniciales, cuando es demasiado pequeño para palparse. Entre más pronto se detecte el cáncer de mama, habrá mayores opciones de tratamiento, lo que se espera mejorará el pronóstico. El National Cancer Institute recomienda a las mujeres de 40 años de edad y mayores que se hagan mamogramas cada 1-2 años. No existe evidencia de que este consejo deba modificarse para las mujeres que se han hecho aumento de senos.
FUENTES ADICIONALES DE INFORMACIÓN:
American Cancer Society
http://www.cancer.org/
National Cancer Institute
http://www.cancer.gov/
Fuentes:
About the BCSC. National Cancer Institute website. Disponible en: Http://breastscreening.cancer.gov/. Accedido el 28 de enero de 2004.
Breast augmentation. American Society of Plastic Surgeons website. Disponible en: Http://www.plasticsurgery.org/. Accedido el 28 de enero de 2004.
Miglioretti DL, Rutter CM, Geller BM, et al. Effect of breast augmentation on the accuracy of mammography and cancer characteristics. Journal of the Americal Medical Association . 2004;291:442-450.
Quick facts on cosmetic and reconstructive plastic surgery. American Society of Plastic Surgeons website. Disponible en: Http://www.plasticsurgery.org/. Accedido el 28 de enero de 2004.
Último revisado 30 de enero del 2004 por Richard Glickman-Simon, MD
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