A pesar de nuestra fe obvia en la ciencia y nuestra pasión por las cosas materiales, la vasta mayoría de los estadounidenses reportan tener una afiliación religiosa o ser de alguna otra forma espirituales. En años recientes, un creciente número de estudios ha mostrado una asociación entre el compromiso religioso y la salud. Algunos investigadores sugieren que las personas que se consideran a sí mismas como religiosas o espirituales experimentan una mejor salud mental y física y se adaptan más exitosamente al estrés. Aunque no existe una prueba de la efectividad terapéutica de la oración, muchos estadounidenses creen en el poder curativo de la plegaria.
De acuerdo a un nuevo estudio en el número del 26 de abril del 2004 en Archives of Internal Medicine, en 1998, un estimado de uno de cada tres adultos estadounidenses rezaba por un resultado favorable de salud. La mayoría de los encuestados rezaban por el bienestar o la solución de padecimientos médicos comunes, pero pocos discutían estas plegarias con sus médicos.
Este estudio incluyó a 2055 adultos angloparlantes que fueron seleccionados a través de una encuesta telefónica aleatoria realizada entre noviembre de 1997 y febrero de 1998.
Durante las entrevistas, los investigadores les preguntaron sobre sus problemas de salud, el uso de medicina convencional, el uso de la oración para sus preocupaciones de salud y el uso de 18 diferentes terapias de medicina alternativa y complementaria (CAM, por sus siglas en inglés). Los investigadores también recolectaron información sobre características demográficas.
Treinta y cinco por ciento de los que contestaron la encuesta reportaron usar la oración para sus preocupaciones de salud. Con base en los diagramas de US Census de 1998, esto se traduce en un estimado de 62 millones de estadounidenses.
De aquellos que usaron la oración para preocupaciones de salud, 75% empleó la oración para promover el bienestar y 22% oró por condiciones médicas específicas. La mayoría (69%) de aquellos que rezaron por condiciones médicas específicas, encontraron que era algo muy útil. De manera interesante, sólo el 11% de aquellos que utilizaron la oración comentaron esto con sus médicos.
Las personas que tendieron a usar más la oración para sus preocupaciones de salud fueron: Mujeres, educadas más allá de la preparatoria y baby boomers o pre baby boomers; ellas también fueron más propensas a padecer depresión, dolores de cabeza, espalda y/o cuello crónicos, problemas digestivos o alergias.
Una limitante de este estudio es que la encuesta se realizó sólo entre angloparlantes y por lo tanto no es completamente representativa de la población entera de los Estados Unidos. Además, los resultados pueden haber sido parciales si las personas que creyeron que sus oraciones fueron respondidas tendieron más a recordarse rezando que aquellas que creyeron que sus peticiones fueron ignoradas.
Este estudio muestra que la práctica religiosa, específicamente el uso de la oración, es un importante componente de la salud y del bienestar para muchos estadounidenses.
Con la excepción de los asuntos sobre el fin de la vida, la medicina moderna rara vez incorpora la espiritualidad a su práctica. La eficacia terapéutica de la oración no ha sido científicamente comprobada y muchos médicos sienten que es inapropiado preguntarle a sus pacientes acerca de sus puntos de vista y prácticas religiosos. Pero estos descubrimientos, combinados con investigaciones previas que muestran una positiva relación entre la espiritualidad y la salud, destacan la importante función que la religión y la espiritualidad tienen en la vida de muchos individuos. También plantea la pregunta sobre si la espiritualidad debe ser atendida en un establecimiento clínico.
Mientras que muchos médicos sienten que tomar una "historia espiritual" provee de información útil y que se puede llevar a cabo con tacto, otros permanecen convencidos de que profesionales más calificados deberían manejar estos sensibles asuntos fuera de la sala de exploración. Sin embargo, todos los médicos deben estar conscientes de la importancia de la oración para muchos de sus pacientes.
Si usted usa la oración u otras prácticas espirituales para lidiar con las preocupaciones de salud - y percibe que es una parte útil e importante de su bienestar - no dude en mencionárselo a su doctor. Esto servirá para estimular una relación terapéutica y le proveerá a su doctor de un entendimiento más preciso y completo sobre quién es usted y la forma en que responde al estrés y a la enfermedad.
FUENTES ADICIONALES DE INFORMACIÓN:
Center for the Study of Religion and Health
http://www.dukespiritualityandhealth.org
John Templeton Foundation
http://www.templeton.org
National Center for Complementary and Alternative Medicine
National Institutes of Health
http://nccam.nih.gov
Fuentes:
Koenig HG. Religion, Spirituality, and Medicine: Application to Clinical Practice. JAMA . 2000; 284(13): 1708.
McCaffrey AM, Eisenberg DM, Legedza AT, Davis RB, Phillips RS. Prayer for Health Concerns: Results of a National Survey on Prevalence and Patterns of Use. Archives of Internal Medicine. 2004; 164: 858-862.
Último revisado 28 de abril del 2004 por Richard Glickman-Simon, MD
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