Las reglas para los beneficios de los medicamentos de prescripción pueden ser complicadas. Si usted tiene tales beneficios, su asegurador de salud probablemente cubrirá la mayor parte del costo de su medicamento y usted será requerido para pagar un pequeño copago. Pero la cantidad de estos copagos pueden variar ampliamente entre planes. Algunos planes de aseguradoras de salud, por ejemplo, establecen el mismo copago para todos los medicamentos, mientras que otros varían la cantidad de copago dependiendo del tipo de medicamento (genérico o de marca comercial) o la marca del mismo. Y, para bajar su carga financiera, algunas compañías de seguros de salud han elevado recientemente sus copagos para medicamentos de prescripción.
Las variaciones en la cobertura de medicamentos de prescripción no pueden sólo afectar su cuenta bancaria. Algunos estudios sugieren que los cambios sustanciales en los beneficios del medicamentos están asociados con índices más altos de enfermedad y muerte, particularmente entre los pacientes pobres o de edad avanzada. Otros estudios, sin embargo, no han mostrado tal asociación.
La reducción en el uso de medicamentos no esenciales puede ser benéfica, mientras que la reducción en los medicamentos esenciales puede ser perjudicial. Un nuevo estudio en el número del 19 de mayo en el Journal of the American Medical Association encontró que mientras doblar lo copagos redujo el uso de medicamentos no esenciales tales como los antihistamínicos y los antiinflamatorios, esto también redujo el uso de medicamentos esenciales usados para tratar enfermedades crónicas (por ejemplo, diabetes), lo cual podría tener serias consecuencias de salud.
Este estudio incluyó a 528,969 personas que fueron matriculadas en planes de aseguradoras de salud bajo uno de cada 30 empleadores. Para analizar los beneficios del medicamento para cada uno de los 52 planes de salud involucrados en este estudio, los investigadores concibieron un índice de plan de generosidad, representando el costo esperado de su propio bolsillo de un estándar de medicamentos de "cesto de mercado." Los planes de salud fueron divididos en tres escalones, basados en la generosidad de beneficios en los medicamentos:
Los investigadores mantuvieron registro de cuales medicamentos habían sido prescritos a los participantes, clasificando cada medicamento dentro de una clase terapéutica (por ejemplo, antidepresivos, antihistamínicos, medicamentos para la diabetes). Ellos también identificaron participantes con enfermedades crónicas para revisar sus afirmaciones médicas.
Recopilando sus datos, los investigadores simularon los efectos de doblar los copagos para medicamentos - moviendo desde un plan de escalón 2 con copagos de $6.31 para genéricos y de $12.85 para medicamentos de marcas comerciales hasta uno con copagos de $12.62 y $25.70, respectivamente.
En respuesta a doblar los copagos, los investigadores pronosticaron reducciones sustanciales en el uso de todas las clases de medicamentos, con la reducción más grande presentándose para los NSAIDS, o los medicamentos antiinflamatorios, tales como el Celebrex y el Vioxx (45%) y los antihistamínicos (44%). Las reducciones generales en el uso de medicamentos reductores del colesterol (34%) , medicamentos para la úlcera (33%), asma (32%), medicamentos para la presión arterial alta (26%), antidepresivos (26%) y medicamentos para la diabetes (25%) también fueron pronosticados.
Entre los pacientes crónicamente enfermos que recibían cuidados en curso, la reducción del uso del medicamento de la enfermedad específica en respuesta al incremento en los copagos fue menos dramática. Por ejemplo, el uso de antidepresivos en los participantes deprimidos declinó por sólo 8%, comparado con un 26% general (los antidepresivos están siendo usados cada vez más para padecimientos distintos a la depresión). Hubo sólo una excepción: Los pacientes con diabetes redujeron dramáticamente el uso del medicamento antidiabético en respuesta a la duplicación de los copagos - por 23%.
Los participantes con padecimientos crónicos que requirieron cuidado intermitente - aquellos con rinitis alérgica y artritis - redujeron su uso específico para la enfermedad más dramáticamente - por 27% y 31% para las alergias y los medicamentos para la artritis respectivamente.
A pesar de que estos resultados son convincentes, estos tienen ciertas limitaciones. Primero, sólo las personas con seguro pagado por el empleador fueron estudiadas, así que estos resultados no aplican necesariamente a otras poblaciones (por ejemplo, los desempleados y los ancianos), quienes podrían de hecho ser afectados de manera más adversa por los cambios en los beneficios de medicamentos de prescripción. Además, los cambios reportados en el uso de medicamentos fueron basados en predicciones calculadas, no en incrementos reales en copagos, la cual habría sido una medida más confiable - pero menos factible.
Estos resultado sugieren que los cambios en los beneficios en los medicamentos de prescripción tienen efectos significativos en el uso de los medicamentos. Pero, ¿qué significa esto para su salud? Debido a que los beneficios de reducir el uso de medicamentos no esenciales puede sobrepasar los riesgos, reducir el uso de medicamentos esenciales (por ejemplo, medicamentos para la diabetes) podría tener serias consecuencias de salud. Y una cantidad sólida de investigación sugiere que el uso de medicamentos para la presión arterial y el colesterol, por ejemplo, son benéficos para la mayoría de las personas que los toman.
En el confuso y constantemente cambiante mundo de los seguros de salud, estos resultados proporcionan información valiosa para las compañías de seguros de salud. A medida que estas compañía se esfuercen en controlar los costos, ellas podrían desear reconsiderar los incrementos aplicados a todos en los copagos de medicamentos de prescripción. Pese a que la posibilidad de ahorrar dinero por medio de reducir el uso de medicamentos no esenciales puede ser tentadora, las consecuencias de reducir el uso de medicamentos esenciales podría ser financieramente contraproducente si esto significa enfermar a los beneficiarios.
Un posible respuesta es variar los copagos no por su clase (genérico o de marcas comerciales) o por marca, sino por su efecto en la salud de las personas. Reducir el uso de antihistamínicos y antiinflamatorios no puede poseer serias amenazas de salud, pero reducir el uso de medicamentos esenciales para tratar una enfermedad crónica (por ejemplo, medicamentos para la diabetes) podría tener implicaciones de salud mayores.
FUENTES ADICIONALES DE INFORMACIÓN:
Food and Drug Administration
http://www.fda.gov/
National Institutes of Health
http://www.nih.gov/
Fuentes:
Goldman DP, Joyce GF, Escarce JJ, et al. Pharmacy benefits and the use of drugs by the chronically ill. Journal of the American Medical Association . 2004;291:2344–2350.
Prescriptions and insurance plans. American Academy of Family Physicians. Disponible en: Http://familydoctor.org/x2395.xml. Accedido el 18 de mayo del 2004.
Último revisado Mayo 20, 2004 por Richard Glickman-Simon, MD
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