Image for child obesity Cuando la platica se centra sobre la obesidad infantil en los Estados Unidos, palabras como "crítico" y "epidémico" se han vuelto desafortunadamente comunes. Una alarmante cantidad de nueve millones de niños mayores de seis años de edad son considerados obesos en este país. Los riesgos para la salud son demasiado reales e incluyen diabetes, presión arterial alta , colesterol elevado y baja autoestima, por nombrar sólo algunos. La prescripción ya probada y real de hacer más ejercicio y tener una mejor nutrición sigue siendo cierta, pero los niños con sobrepeso enfrentan retos únicos cuando se trata de perder peso.

El Problema

Las estadísticas son inquietantes. Durante los últimos treinta años, la obesidad infantil se ha duplicado en los niños de preescolar y en los adolescentes, y se ha triplicado para los niños con edades de 6 a 11 años. No sólo están incrementando los índices generales de obesidad, los niños más pesados son más pesados de lo que eran hace treinta años. ¿Por qué está pasando esto?

Los expertos que han estudiado la obesidad infantil lo atribuyen a un cambio en el estilo de vida. El estilo de vida activo en el pasado de caminar a la escuela, jugar en exteriores y de involucrarse en actividades después de la escuela - ha sido reemplazado por un estilo de vida sedentario de TV y juegos de computadora. Los hábitos alimenticios han cambiado notablemente, con alimentos fáciles de preparar que son más altos en grasas y calorías reemplazando a las frutas y verduras. Incluso los almuerzos de escuelas no son buenos en lo que respecta a contenido de grasas e ingredientes saludables.

Las consecuencias en la salud de la obesidad - físicas, emocionales y sociales - son significativas. La diabetes tipo 2 es común entre los niños obesos, junto con colesterol elevado, presión arterial alta, problemas para dormir, cálculos biliares , problemas ortopédicos, equilibrio dañado y otros problemas físicos. Emocionalmente, los niños obesos pueden sufrir de baja autoestima, imagen corporal negativa y depresión . Socialmente, los niños obesos son propensos a enfrentarse con abusos, discriminación y estigmatización.

El Impacto del Ejercicio

El ejercicio no sólo tiene sentido de manera intuitiva, la investigación respalda sus beneficios. En un estudio reciente, la actividad física en los días de escuela de 9,751 niños de kinder fue estudiada durante dos años. Cuando están en kinder, la mayoría de los niños tienen educación física de 16 a 30 minutos por día, mientras que en los que están en primer año, la actividad física cambia para incluir a más niños en el rango de 31 a 60 minutos por día. Los investigadores descubrieron que el ejercicio adicional redujo el índice de masa corporal (BMI, una medición de la grasa corporal) entre las niñas con sobrepeso o aquellos en riesgo de tener sobrepeso. Los investigadores concluyeron que expandir la educación física podría ser un medio efectivo para combatir la obesidad, especialmente entre niñas.

En otro estudio, investigadores de University of Athens examinaron el efecto del acondicionamiento cardiorrespiratorio sobre la gordura en general de los niños. Un total de 1,362 niños con edades de 6 a 13 años fueron examinados. La grasa corporal fue calculada así como la condición cardiorrespiratoria (CRF, por sus siglas en inglés). Los investigadores descubrieron que la grasa corporal fue más baja en los niños obesos, con sobrepeso y sin sobrepeso que exhibían un alto CRF. Los investigadores concluyeron que un alto CRF podría reducir los peligros de la obesidad en los niños.

Una Propuesta de la Medicina Deportiva

La medicina deportiva centra su práctica en la prevención y tratamiento de lesiones relacionadas con el deporte, así que parecería lógico proponer el ejercicio para los niños obesos a través de la medicina deportiva o la observación de prevención de lesiones.

En un artículo reciente en el American Council on Exercise Certified News, Paul Stricker MD, FAAP, sugiere un acercamiento gradual hacia la adopción del ejercicio para los niños obesos. Stricker, especialista en medicina deportiva pediátrica y en adolescentes, explica que los niños obesos podrían ser más propensos a cierto tipo de lesiones (p.e., problemas en las rodillas, calambres en las piernas, fracturas por tensión y problemas de la cadera) debido al exceso de peso.

La enfermedad por calor es otro reto enfrentado por los niños obesos. Los niños en general pasan por momentos difíciles para adaptarse al calor debido a un volumen más bajo de la sangre, un deficiente control de la sed y una gran área de superficie corporal con respecto a la proporción de masa corporal. Como resultado, los niños obesos generan más calor corporal cuando se ejercitan, incrementando más su riesgo de enfermedad por calor.

Stricker sugiere comenzar lentamente una rutina de ejercicios e incorporar alguna cantidad de acondicionamiento físico y estiramiento básicos. El entrenamiento de fortalecimiento utilizando pesas más ligeras y más repeticiones es una buena idea para quemar calorías en los niños que encuentran difícil hacer ejercicios de alto impacto. Por supuesto, cualquier tipo de entrenamiento de fortalecimienot debe reailzarse utilizando la técnica apropiada y bajo una estricta supervisión. Los ejercicios sin impacto como andar en bicicleta, caminar, nadar y los aeróbicos acuáticos también son buenas maneras de incrementar el nivel de condición física de un niño.

La pronación del pie (cuando el pie está rotado hacia adentro) es común en los niños con sobrepeso y Stricker sugiere utilizar aparatos ortóticos no costosos para ayudar a prevenir lesiones al ejercitarse.

Premiar a los niños basándose en la cantidad de ejercicio lograda, y no por qué tan rápido fue lograda, es crucial. También, podría ser útil exhortar a los niños a evitar ver la báscula y en lugar de eso a concentrarse en cambios de la composición corporal.

Por último, cualquier programa para perder peso necesita incluir una nutrición adecuada. Los niños que intentan perder peso necesitan una dieta que los ayude a perder grasa, pero que también los ayude al desarrollo apropiado de huesos y músculos. Agregar más frutas y verduras frescas a la vez que se reducen las grasas y los azúcares puede ser productivo para cualquiera de estos dos fines.

Cambiando un Estilo de Vida

Nunca es demasiado tarde para cambiar los hábitos alimenticios y comenzar a realizar ejercicio de manera regular.Si su hijo es obeso, hágalo gradualmente haciendo pequeños cambios. Comenzando por limitar el tiempo de TV y en la computadora, uniéndose con él para hacer ejercicio y permitiendo a su hijo ayudar a escoger alimentos saludables. El cambio nunca es fácil, pero las consecuencias para la salud por la obesidad son bastante serias como para ignorarlas.