La depresión se caracteriza por tristeza, ansiedad, desesperanza y fatiga tan abrumadoras que pueden interferir con la capacidad de una persona para trabajar, dormir, comer o disfrutar de la vida. Estos síntomas pueden durar semanas, meses e incluso años.
El trastorno depresivo mayor es uno de los tres tipo principales de trastornos depresivos (junto con el trastorno distímico - melancolía a largo plazo - y el trastorno bipolar ). En los Estados Unidos, los trastornos depresivos mayores tratados con más frecuencia con medicamentos antidepresivos (ADM, por sus siglas en inglés). Los médicos tienden a ser partidarios de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (SSRI, por sus siglas en inglés) como la fluoxetina (Prozac) y paroxetina (Paxil), ya que producen menos efectos secundarios que otros antidepresivos. Los estudios han mostrado que los medicamentos antidepresivos tratan de forma efectiva la depresión, incluyendo depresión severa.
La depresión mayor también puede ser tratada con terapia cognitiva, la cual ayuda a los pacientes a cambiar sus patrones de pensamiento negativo y aprender técnicas efectivas para sobreponerse. Los estudios de la terapia cognitiva para el trastorno depresivo mayor han tenido resultados positivos. Pero hasta la fecha, ningún estudio controlado por placebo que contenga un gran número de personas con depresión de moderada a severa ha comparado la efectividad de los medicamentos antidepresivos con la de la terapia cognitiva.
Actualmente, en un estudio publicado en los Archives of General Psychiatry de abril de 2005, los investigadores reportan que la terapia cognitiva puede ser tan efectiva como los medicamentos antidepresivos para el tratamiento inicial de depresión mayor de moderada a severa. Sin embargo, los investigadores notan de forma importante que la efectividad de la terapia cognitiva varía considerablemente dependiendo del nivel de experiencia del terapeuta.
Los investigadores reunieron a 240 personas, entre los 18 a los 70 años de edad, que habían sido diagnosticadas con depresión de moderada a severa (medida por una puntuación de 20 o mayor sobre la HDRS, o Hamilton Depression Rating Scale).
Los tratamientos, que tuvieron lugar en dos lugares de prueba (en University of Pennsylvania y en Vanderbilt University), fueron asignados aleatoriamente de la siguiente manera:
120 pacientes recibieron el antidepresivo paroxetina (Paxil) durante 16 semanas, con modificación de dosis según se necesitara.
60 pacientes recibieron una pastilla placebo durante ocho semanas.
60 pacientes fueron asignados a 16 semanas de terapia cognitiva, la cual fue se redujo de dos sesiones semanalmente durante las primeras cuatro semanas, hasta una sesión semanal durante las últimas cuatro semanas.
Durante las primeras ocho semanas, tanto pacientes como investigadores fueron ciegos a saber quién recibía paroxetina y quién la pastilla placebo; después de eso, pacientes e investigadores estuvieron conscientes de la asignación de su tratamiento.
Los investigadores evaluaron la gravedad de la depresión del paciente a la semana ocho y, nuevamente en la semana 16. Ellos notaron el número de pacientes que estuvo respondiendo al tratamiento (puntuación HDRS de 12 o menor) y el número de pacientes que estuvo en remisión (puntuación HDRS de 7 o menor).
Después de ocho semanas de tratamiento, el 50% del grupo de medicación, 43% del grupo de terapia cognitiva y 25% del grupo placebo estuvieron respondiendo al tratamiento. En comparación con el placebo, tanto la medicación como la terapia cognitiva tuvieron un efecto benéfico significativo. Sin embargo, la diferencia en efectividad entre la medicación y la terapia cognitiva no fue estadísticamente significativa.
A las 16 semanas, el 58% de pacientes tanto en el grupo de medicación como en el de terapia cognitiva estuvieron respondiendo al tratamiento. Se estimó que el cuarenta y seis por ciento de los pacientes con medicación estaban en remisión en ese momento, comparado con el 40% de pacientes en el grupo de terapia cognitiva.
Por separado, a la semana 16 los investigadores también compararon los resultados de los dos lugares de prueba. Encontraron que en la University of Pennsylvania la diferencia en los índices de respuesta y remisión entre los grupos de medicación y terapia cognitiva no fue significativa. Sin embargo, en la de Vanderbilt, los medicamentos fueron significativamente más efectivos que la terapia cognitiva. De acuerdo a los autores del estudio, los terapeutas de la University of Pennsylvania eran más experimentados que los de Vanderbilt.
Aunque los investigadores observaron las diferencias entre los resultados en los dos lugares de prueba, su análisis está limitado por el hecho de que el estudio no fue diseñado originalmente para considerar el efecto de los lugares de prueba sobre la eficacia del tratamiento.
Aunque en los Estados Unidos los medicamentos antidepresivos son el tratamiento más comúnmente usado para el trastorno depresivo mayor, este estudio demuestra que la terapia cognitiva puede ser igual de efectiva después de un período comparable de tiempo.
Sin embargo, este estudio también plantea el tema de la experiencia del terapeuta. En este estudio se pidió a todos los terapeutas que siguieran pautas estándares para la terapia cognitiva. Aún así, sólo la terapia cognitiva proporcionada por los terapeutas más experimentados en la University of Pennsylvania produjo resultados que fueron comparables con los de los medicamentos antidepresivos.
Aunque la influencia de la experiencia del terapeuta sobre el éxito del tratamiento necesita más estudio, es lógico que un médico hábil produjera mejores resultados. La Substance Abuse and Mental Health Services Administration (SAMHSA) recomienda las siguientes consideraciones cuando elija un terapeuta de salud mental:
FUENTES ADICIONALES DE INFORMACIÓN:
National Institute of Mental Health
National Institutes of Health
www.nimh.nih.gov
Substance Abuse and Mental Health Services Administration
National Mental Health Information Center
US Department of Health and Human Services
www.mentalhealth.org
Fuentes:
DeRubeis RJ et al. Cognitive therapy vs medications in the treatment of moderate to severe depression. Arch Gen Psychiatry . 2005; 62:409-416.
Último revisado 7 de abril de 2005 por Richard Glickman-Simon, MD
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