Los teléfonos celulares se han convertido la base de la comunicación personal alrededor del mundo; en los Estados Unidos, más de 170 millones de personas se suscriben al servicio de telefonía celular. Los reportes recientes de los medios de comunicación indicando un posible vínculo entre los teléfonos celulares y los tumores cerebrales han provocado especulación respecto a si los usuarios de teléfonos celulares necesitan o no preocuparse respecto a su salud.
Al igual que todos los dispositivos eléctricos, los teléfonos celulares emiten radiación electromagnética. La radiación del teléfono celular está en forma de energía de radiofrecuencia (RF), la cual, a niveles altos, puede calentar el tejido vivo lo suficiente para provocar daño biológico. Los teléfonos celulares no emiten la alta energía, radiación "ionizante" que ha sido vinculada con el cáncer. El tema de debate es si la diminuta cantidad de baja energía de radiación emitida por la antena del teléfono celular podría provocar daño.
Actualmente, no hay evidencia científica clara que muestre efectos negativos de salud, pero algunos estudios recientes han sugerido un posible vínculo. Un estudio de 13 países llamado el Interphone Project aún está investigando si existe una relación entre la exposición a la energía de RF y los tumores cerebrales. Investigadores en Dinamarca terminaron su fase del estudio y reportaron sus resultados en la edición del 12 de abril de 2005 de Neurology .
Este estudio estuvo diseñado para determinar si el uso de teléfonos celulares incrementó la incidencia de dos tipos de tumores cerebrales: gliomas y meningiomas . Entre septiembre de 2000 y agosto de 2002, investigadores matricularon a daneses, entre 20 y 69 años de edad, y evaluaron su uso pasado de teléfono celular. Los participantes incluyeron 252 personas con gliomas, 175 con meningiomas y 822 personas sin enfermedad.
Debido a que este fue un estudio de "caso-control", los investigadores compararon los patrones de uso del teléfono celular en las personas con tumores cerebrales (los "casos") con los de personas de la población general que no tenían tumores cerebrales (los "controles"), con el fin de identificar un posible vínculo.
Los resultados de este estudio no indican asociación alguna entre el uso de teléfonos celulares y el desarrollo de gliomas o meningiomas. Las personas con estos tumores no usaron su teléfono celular con más frecuencia que las personas sin estos tumores. Este estudio probablemente contribuirá a resultados más significativos cuando estos se consideren en el contexto del Interphone Project más grande.
Hay varias limitaciones a este estudio. Primero, el uso generalizado de teléfonos celulares es relativamente nuevo y muy pocos de los casos o controles habían usado teléfonos celulares durante más de diez años. Como resultado, los investigadores no pudieron examinar los efectos de salud a largo plazo a causa del uso de teléfonos celulares.
Segundo, aunque los estudios de caso-control son convenientes y relativamente baratos para llevar a cabo, se consideran formas preliminares de investigación, diseñados para identificar posibles causas de enfermedad. Esto se debe a que estos tipos de estudios están asociados con ciertos sesgos y factores de confusión que son difíciles de controlar. En este caso, por ejemplo, la valoración del uso del teléfono celular dependió de la memoria de las personas, algunas de las cuales estaban bastante enfermas con cáncer cerebral.
Aunque no hay prueba de que los teléfonos celulares estén libres de riesgo, no hay evidencia consistente - al menos hasta ahora - de que sean peligrosos. Sin embargo, dada la naturalezade de la baja energía de radiación que ellos emiten, es razonable especular que los teléfonos celulares resultarán ser seguros. Si usted aún está preocupado, Asegúrese de usar el servicio digital, ya que el servicio analógico involucra exposición a RF más alta.
En realidad, el riesgo real que plantean los teléfonos celulares tiene más relación con el usuario que con el teléfono mismo. Mucho más personas han sido dañadas a causa de accidentes automovilísticos vinculados con una conversación mediante el teléfono celular al estar manejando. Por tanto, el mensaje de seguridad predominante con respecto a los teléfonos celulares debe tener menos relación con la radiación y más relación con eliminar el uso del teléfono celular mientras se maneja.
FUENTES ADICIONALES DE INFORMACIÓN:
American Cancer Society
Cellular Phones
http://www.cancer.org/
Federal Communications Commission
RF Safety Program
www.fcc.gov/oet/rfsafety
Food and Drug Administration
Cell Phone Facts; Consumer Information on Wireless Phones
www.fda.gov/
National Institute of Environmental Health Sciences
www.niehs.nih.gov
World Health Organization
International Commission on Non-ionizing Radiation Protection
www.who.int/
Fuentes:
Cell phone facts: Consumer information on mobile phones. FDA, FCC, 2005. Food and Drug Administration and Federal Communications Commission website. Disponible en: Www.fda.gov/cellphones. Accedido el 11 de abril de 2005
Christensen, H. Collatz, J. Schuz, and M. Kosteljanetz, et al. Cellular telephones and risk for brain tumors: A population-based, incident case-control study. Neurology 2005; 64:1189–1195.
Inskip PD, Tarone RE, Hatch EE, et al. Cellular telephone use and brain tumors. N Engl J Med 2001; 344:79–86.
Muscat JE, Malkin MG, Thompson S, et al. Handheld cellular telephone use and risk of brain cancer. JAMA 2000; 284:3001–3007.
Nordenberg, Tamar. Cell phones and cancer: no clear connection. US Food and Drug Administration. FDA Consumer Magazine , 2000; November/December. Disponible en: Www.fda.gov/fdac.2000/600_phone.html. Accedido el 11 de abril de 2005.
Último revisado 15 de abril de 2005 por Richard Glickman-Simon, MD
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