Un examen físico completo anual es una revisión de rutina para personas de 18 años de edad y mayores que no tienen dolencias médicas. En la década de 1920 se volvió popular como una forma de identificar a personas con la enfermedad antes de que presentaran síntomas y es la razón más común por la que la gente visita a un doctor.
Actualmente existe una falta de evidencia que respalde los exámenes completos anuales y las organizaciones nacionales han dejado de recomendarlos. Además, son costosos y pueden exponer a los pacientes a riesgos innecesarios si es que llevan, por ejemplo, a pruebas y tratamientos invasivos que resultan innecesarios. En lugar de eso, las pautas actuales sugieren revisiones más enfocadas - como frotis de Papanicolaou y revisiones de presión arterial - con base en el estado de salud del paciente y sus factores de riesgo. No obstante, los estudios han mostrado que muchos pacientes quieren ser examinados de forma regular de los pies a la cabeza, y las compañías de seguros todavía están dispuestas a pagar por esos exámenes exhaustivos.
Los investigadores interesados en las actitudes y prácticas de los médicos respecto a los exámenes completos anuales publicaron los resultados de su estudio en la edición del 27 de junio de 2005 de la Archives of Internal Medicine , una publicación de la American Medical Association. En general, descubrieron que los médicos aún realizan esos exámenes debido a que los consideran valiosos por varias razones.
El estudio se llevó a cabo por un equipo de investigadores del Denver Veterans Affairs Medical Center que anteriormente había estudiado las expectativas y actitudes públicas acerca de los exámenes físicos anuales.
El equipo envió una encuesta a 1,679 médicos familiares (PCP, por sus siglas en inglés) ejerciendo en tres zonas geográficas - Boston, Massachusetts; Denver, Colorado; y San Diego, California - que se especializaron en medicina interna, práctica familiar u obstetricia/ginecología. La encuesta incluyó preguntas acerca de las actitudes y prácticas de los médicos respecto a los exámenes físicos, pruebas de laboratorio y procedimientos de diagnóstico.
De los 783 médicos que respondieron (47%), la mayoría cree que la examinación física anual es valiosa. Casi todos los que respondieron (94%) creían que ésta creó una relación médico-paciente más positiva y proporcionó tiempo para asesoría sobre comportamientos preventivos de salud. El ochenta y ocho por ciento de los médicos señalaron que realizaron los exámenes y más de tres cuartos creyeron que los pacientes esperaban que lo hicieran.
A pesar de la evidencia de hacer lo contrario, el 74% de los que respondieron pensaron que el examen anual podría identificar enfermedades que aún no habían desarrollado síntomas, el 63% pensó que los exámenes demostraron ser valiosos y más de la mitad pensaba que las organizaciones nacionales los recomendaban. Una posible limitación del estudio fue la amplia variabilidad en los componentes del examen físico practicado por los que respondieron. Sin ser sorpresivo, los doctores no estuvieron de acuerdo en lo que consideraban exámenes físicos "completos". Otra limitación fue el índice de respuesta de únicamente el 47%. Mientras que esto es normal en las encuestas médicas, los investigadores no tienen forma de saber si quienes respondieron sostienen puntos de vista similares a los que no respondieron.
Mientras que los médicos y los pacientes parecen estar de acuerdo en que los exámenes completos anuales ofrecen algunos beneficios, no existe evidencia de que pueda esperarse que estos mejoren la salud. Sin embargo, es importante enfatizar que ciertas partes del examen físico sí tienen valor. Por ejemplo, los frotis regulares de Papanicolaou en las mujeres y las revisiones de la presión arterial en los adultos han demostrado reducir el riesgo de muerte por cáncer cervical e hipertensión , respectivamente. Y, seguramente muchos pacientes individuales se han beneficiado de la detección temprana de un cáncer u otro problema grave por medio de un examen físico. Pero no debe esperarse que el realizar maniobras como escuchar el corazón o presionar el abdomen año tras año mejore la vida de la gran mayoría de los pacientes.
Aun así, se puede hacer un argumento persuasivo de que el realizar un examen minucioso durante la primer visita con un doctor nuevo proporciona información valiosa de referencia. Sin embargo, dado que su estilo de vida tiene el impacto más directo sobre la salud, los pacientes probablemente serían mejor atendidos durante las visitas siguientes al enfocarse sobre temas como dieta y ejercicio, cese de consumo de tabaco y uso de cinturones de seguridad, en lugar de auscultar y pinchar mediante una revisión médica completa.
FUENTES ADICIONALES DE INFORMACIÓN:
American Academy of Family Physicians
www.aafp.org
American Cancer Society
www.cancer.org
American College of Obstetrics and Gynecology
www.acog.org
American College of Physicians
www.acponline.org
Centers for Disease Control and Prevention
www.cdc.gov
U.S. Preventive Services Task Force
www.ahrq.gov/clinic/uspstfix.htm
Fuentes:
Kolata, Gina. Annual physical checkup may be an empty ritual. New York Times . August 12, 2003.
O’Malley, PG. Editorial, The annual physical: Are physicians and patients telling us something?. Archives of Internal Medicine. 2005; 165:1333-4.
Prochazka, AV, Lundahl, K, Pearson W., et al. Support of evidence-based guidelines for the annual physical examination. Archives of Internal Medicine. 2005; 165:1347-52.
Último revisado 29 de junio del 2005 por Richard Glickman-Simon, MD
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