En 2002, the American Geriatrics Society publicó indicaciones que aconsejan tener "precaución extrema" cuando se usen medicamentos anti-inflamatorios no esteroideos (NSAID) para el tratamiento de dolor crónico intermitente. Estos medicamentos están asociados con una frecuencia más alta de efectos secundarios entre personas de la tercera edad que en personas más jóvenes. Por ejemplo, aunque los NSAID son los analgésicos prescritos más comúnmente en los Estados Unidos, se estima que 76,000 hospitalizaciones y 7,600 muertes cada año se atribuyen a problemas gastrointestinales (GI) causados por este tipo de medicamentos.

Muchas personas de la tercera edad toman NSAID para obtener alivio para el dolor, rigidez, e inflamación asociados con osteoartritis y artritis reumatoide , las cuales afectan a más del 50% de quienes tienen 65 años de edad y más. Estos medicamentos trabajan al bloquear la acción de los químicos, conocidos como prostaglandinas, la causa de inflamación. Si usted está tomando analgésicos, revise la guía de medicamentos de the Food and Drug Administration, la cual fue publicada en junio de 2005, para averiguar si sus medicamentos son NSAID.

Problemas Gastrointestinales

Los problemas gastrointestinales, incluyendo dolor estomacal, ]]>úlceras]]> , y sangrado del revestimiento del estómago, son los efectos secundarios más comunes entre personas que toman NSAID regularmente. Con frecuencia, el primer indicio de daño GI en personas de la tercera edad es el sangrado GI superior, el cual ocurre sin las señales de alerta de náusea, dolor abdominal, o dispepsia (indigestión y gases).

The Arthritis Foundation reporta que aunque la mayoría de personas pueden tomar NSAID sin experimentar problemas GI serios, aquellos que encajan en las siguientes descripciones tienen riesgo incrementado de desarrollar úlceras:

  • Mayores de 60 años de edad
  • Fumar y/o beber alcohol
  • Uso de corticosteroides, como prednisona
  • Tener un historial de úlceras

Si aparece alguna de las siguientes señales de alerta, contacte a su médico inmediatamente:

  • Heces fecales negras, alquitranadas
  • Vómito de sangre
  • Severa acidez estomacal o calambres estomacales
  • Dolor estomacal que desaparece después de comer o tomar antiácidos
  • Náusea o vómito inexplicables

Otros Problemas

Varios estudios recientes encontraron que los problemas con los NSAID no sólo están relacionados con el estómago.

En un estudio en University of Massachusetts Medical School de 4,099 personas mayores de 70 años de edad, investigadores encontraron señales de alerta de insuficiencia renal entre quienes usaban NSAID regularmente. Señales incluyen inflamación de los tobillos, parte baja de las piernas y pies, y aumento de peso inusual.

Investigadores en the Emory University Swallowing Center reportan que las personas de la tercera edad que usan NSAID están en riesgo de tener considerables complicaciones de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (GERD); típicamente causado por la exposición crónica a ácido estomacal en el esófago.

Los NSAID también pueden causar otros problemas:

  • Puede ocurrir mareos, somnolencia, confusión, zumbido en los oídos, y ansiedad , los cuales por lo general desaparecen una vez que se detienen los medicamentos.
  • Debido a que los NSAID interfieren con la coagulación de la sangre, algunas personas que toman altas dosis de NSAID experimentan fácil aparición de moretones. Si usted toma adelgazadores de la sangre (p.e., aspirina, coumadina, warfarina), consulte a su médico antes de comenzar a tomar NSAID.
  • Las reacciones alérgicas a NSAID son comunes. Señales de una alergia a medicamentos incluyen latidos cardiacos rápidos, respiración acelerada, sibilancia, desmayo, urticaria o sarpullido, e hinchazón alrededor de los ojos.

Por Qué las Personas de la Tercera Edad Tienen Riesgo Incrementado

"Muchas cosas que suceden con el envejecimiento tienden a hacer que los medicamentos permanezcan en el cuerpo más tiempo," explica John T. Boyer, MD, director de Arizona Center on Aging y jefe de sección de Geriatría en University Medical Center en Tucson.

Los siguientes cambios son una razón principal por la cual las dosis para personas de la tercera edad por lo general son más bajas que las recomendadas para personas más jóvenes:

  • El hígado es la planta central de proceso en el cuerpo para los medicamentos. A medida que envejecemos, la "planta" disminuye de tamaño, lo cual significa que el flujo sanguíneo se reduce y el proceso se desacelera: entre los 25 y 65 años de edad, el flujo sanguíneo a través del hígado disminuye 40%-45%.
  • La cantidad de grasa corporal incrementa, mientras que la cantidad de masa corporal magra y el agua corporal total disminuyen. Estos cambios provocan una concentración más alta de medicamentos en los fluidos corporales y dificultan la eliminación de medicamentos.
  • Los riñones ayudan a eliminar medicamentos del cuerpo, pero su trabajo se desacelera al disminuir la función renal, la cual podría estar sólo al 40% para los 60 años. Si usted tiene problemas renales, debería evitar el uso de NSAID o debería ser monitoreado cuidadosamente por su médico.

Combinaciones Peligrosas

Aproximadamente el 90% de las personas de 60 años de edad y más toman al menos un medicamento por prescripción diariamente, aunque la mayoría toma dos o más. Esta tendencia, reportada por the Mayo Foundation for Medical Education and Research, puede conllevar a peligrosas combinaciones de medicamentos.

De acuerdo con un reporte de 1998 en Clinical Therapeutics , aproximadamente el 12% de los adultos de 60 años de edad y más toman NSAID y medicamentos antihipertensivos al mismo tiempo. Los NSAID pueden limitar la efectividad de los medicamentos antihipertensivos y causar que la presión arterial diastólica aumente. Este efecto, con el paso de algunos años, podría incrementar el riesgo de apoplejía en un 67% y de enfermedad de las arterias coronarias en un 15%, de acuerdo con un reporte de Seguridad de Medicamentos en noviembre de 1997. Indometacina (Indocin), naproxeno (Aleve, Naprosyn), y piroxicam (Feldene) (tres potentes NSAID) causan el riesgo más considerable.

Las personas de la tercera edad que toman diuréticos y NSAID pueden duplicar su riesgo de hospitalización para insuficiencia cardiaca congestiva , de acuerdo con the Archives of Internal Medicine . Los NSAID inhiben la producción de prostaglandinas renales, cuyo trabajo es prevenir la re absorción de sodio (sal). Por lo tanto, los NSAID pueden causar retención de sal y agua y eliminar cualquier beneficio de la terapia diurética.

Los NSAID pueden reducir los efectos de los inhibidores ACE, betabloqueadores y tiazidas. Los NSAID también pueden incrementar el riesgo de intoxicación por digoxina. Consulte a su médico antes de combinar estos medicamentos.

Cómo Protegerse

  • Consulte a su médico antes de tomar NSAID (o cualquier otro medicamento).
  • Tome NSAID con los alimentos para ayudar a prevenir el malestar GI.
  • Mantenga a sus médicos y farmacéutico informados sobre los medicamentos que esté tomando.
  • Considere otros medicamentos.
  • Considere alternativas naturales. Pregunte a su médico sobre la glucosamina, condroitina, MSM, jengibre, o SAM-e.
  • No tome NSAID con alcohol o bebidas que contengan cafeína, incluyendo café, té, y refrescos de cola.