Los hospitales pueden ser lugares atemorizantes, incluso para la mayoría de los adultos, así que es fácil entender por qué los olores a antisépticos, postes IV, y otro equipo médico atemorizarían a un niño que empieza a caminar o a un niño en edad escolar.

Si su hijo necesita un procedimiento médico sencillo o cirugía más invasiva, usted puede tomar varias medidas para disipar sus propios temores y los de su hijo.

Esté Informado

Es importante que los padres entiendan qué esperar a lo largo del proceso, comenzando con el procedimiento y por qué necesita realizarse, de acuerdo con Maria Spear, especialista en vida infantil en Shore Memorial Hospital en New Jersey.

Expertos están de acuerdo en que los padres necesitan entender perfectamente qué les sucederá a sus hijos antes, durante, y después de la cirugía.

"Un padre menos ansioso con frecuencia significa un hijo menos ansioso," dice Joneen Corrao, director de vida infantil en Miami Children's Hospital. "Arreglar la orientación pre-quirúrgica es benéfico tanto para los hijos como para los padres debido a que ellos pueden ver, sentir, y tocar herramientas médicas en un entorno que no es amenazante."

Consiga una Visita

Llame o visite a su hospital y pida hablar con un especialista en vida infantil. Estos profesionales ayudan a los niños a prepararse para hospitalización y cirugía mediante visitas pre-operatorias, representaciones y otros recursos creativos. Durante estas vistas, a los niños se les permite tocar y jugar con equipo médico.

Haga preguntas: ¿Cómo se verá su hijo después de la cirugía? ¿Habrá inflamación, vendajes, moretones o puntos de sutura? Tome notas y escriba sus preguntas para que no olvide nada.

Además, pregunte acerca de programas especiales que estén disponibles, incluyendo visitas pre-operatorias o clases que enseñen a los niños qué esperar de su visita al hospital en una atmósfera divertida y no amenazante. Algunos hospitales usan accesorios como osos de peluche, muñecas u otros juguetes complementados con vendajes, compresas frías y muletas.

Qué Hacer por Su Hijo

Ingrid Holm-Olsen, CCLS, CTRS, una principal especialista en vida infantil en New York University Medical Center, ofrece los siguientes consejos para preparar a su hijo para un procedimiento médico:

  • Pregunte si usted puede permanecer con su hijo durante procedimientos médicos . Si no es posible, permanezca el mayor tiempo posible. Consuele a su hijo al tocarlo, cantarle, o usar cualquier técnica relajante que haya sido benéfica en el pasado.
  • Lleve dos o tres objetos familiares de casa . Los juguetes familiares, muñecos de peluche, fotografías de miembros de la familia o mascotas, o un cobertor favorito pueden ayudar mucho a consolar a su hijo antes y después de un procedimiento médico.
  • Familiarice a su hijo con lo que puede esperar antes de la visita al hospital . Hay varios libros y videos que pueden ayudar a preparar a su hijo para cirugía (vea la sección de Fuentes Adicionales más adelante). Las representaciones también podrían ayudar. Tome turnos pretendiendo ser el doctor, examinando a una muñeca o animal de peluche.
  • Respete sus límites . Los niños escuchan mucho más de lo que cree la mayoría de adultos. La información médica, especialmente cuando no está acompañada por una explicación, puede ser muy atemorizante. A menos que el niño sea incluido en la conversación, no hable sobre el cuidado de su hijo delante de él. Respete la privacidad de su hijo y pida al personal del hospital que haga lo mismo. Toque la puerta antes de entrar a la habitación y sea sensible a quien esté presente cuando se estén llevando a cabo exámenes.
  • Sea honesto . Dígale a su hijo que él va al hospital. Los niños muy pequeños pueden tener memorias cortas y conceptos vagos del tiempo. Decirle a su hijo sobre una visita al hospital con demasiada anticipación podría incrementar su miedo y ansiedad. Como una guía general, no les diga a los niños pequeños con más de uno o dos días de anticipación; a los niños en edad preescolar no más de dos o tres días de anticipación; y a los niños de cinco o seis años de edad no más de una semana de anticipación.
  • Asegúrele que la hospitalización no es un castigo . Evite usar etiquetas "malas" o "buenas," particularmente durante procedimientos. Por ejemplo, en lugar de decir, "Te portaste muy bien, el médico sólo tuvo que hacer esto una vez," diga "Hiciste un muy buen trabajo al sentarte inmóvil, sé que fue difícil para ti."
  • Cuando sea posible, deje que su hijo tome decisiones . Por ejemplo, no diga "¿Te gustaría entrar a la sala de tratamiento ahora para que el médico pueda verte?" En lugar de eso diga, "¿Quieres llevar tu cobertor contigo a la sala del médico?"
  • Anime las interacciones con compañeros en el hospital . Lleve a su hijo a la sala de juegos del hospital y ayúdele a permanecer en contacto con amigos de la casa, escuela, e iglesia. Trate de obtener las tareas en casa para que su hijo pueda mantenerse al nivel de sus compañeros.
  • Reciba y dé apoyo . Observar a su hijo soportar exámenes y procedimientos dolorosos puede cobrar su precio en sus nervios y en su salud mental. Reciba apoyo por parte de familiares y amigos, particularmente padres que hayan pasado por experiencias similares, y consiga la ayuda del personal del hospital cuando sea posible.

Después de la cirugía, mantenga a su hijo lo más cómodo posible al darle mucha tranquilidad y apoyo. A usted se le podría permitir llevar alimentos u otras comodidades de su casa. Sólo asegúrese de consultarlo con el personal del hospital antes de llevar cualquier cosa al mismo. Y revise la política de visitas del hospital con respecto al número de visitantes que pueden ver a su hijo a la vez.