Si se está sintiendo exhausto (a pesar de dormir mucho), ha reducido energía y se ve inusualmente pálido, la culpa puede ser de alguna forma de anemia.
Aunque la anemia por deficiencia de hierro es por mucho el tipo más común de anemia, existen otros tipos. Aquí discutiremos tres formas de anemia que están relacionadas con la nutrición.
La anemia es un trastorno sanguíneo en el cual el número y/o tamaño de glóbulos rojos es alterado. Los glóbulos rojos - con la ayuda del hierro - que contienen hemoglobina - transportan oxígeno de sus pulmones a los tejidos corporales, así que cualquier cambio en la cantidad de estas células afectan el cómo el oxígeno es transportado dentro de su cuerpo.
"Los síntomas de la anemia son numerosos y afectan muchos sistemas de órganos en el cuerpo," dice Susan M. Lark, MD, of Stanford University, una doctora especialista en la salud de la mujer. "Con frecuencia los síntomas parecen vagos y despistan a las mujeres y a sus médicos."
Los síntomas de la anemia incluyen:
Anemia por Deficiencia de Hierro
En los Estados Unidos, el 20% de mujeres en edad fértil sufren de anemia por deficiencia de hierro, comparadas con sólo el 2% de hombres. Puede ser causada por lo siguiente:
Además de las mujeres en edad fértil, los niños y adolescentes son los más cercanos y con mayor probabilidad de sufrir anemia por deficiencia de hierro. Y los bebés cuyas madres experimentaron anemia durante el embarazo son más susceptibles de desarrollar anemia.
"Durante un período menstrual promedio, se estima que una mujer pierde aproximadamente 18 miligramos de hierro a través de la pérdida de glóbulos rojos," dice la doctora Lark. Ya que el hierro es responsable de la producción de hemoglobina , la cual acarrea oxígeno, puede haber anemia si el hierro no es repuesto.
Anemia Megaloblástica
Este tipo de anemia está primariamente asociada con la ingesta inadecuada o utilización de vitamina B-12 y ácido fólico - dos vitaminas necesarias para la división celular. Debido a que las células necesitan un rápido remplazo, como las sanguíneas, con frecuencia son las más afectadas por la deficiencia de dichas vitaminas. El resultado es que menos glóbulos rojos son producidos y están disponibles para llevar el oxígeno a las células del cuerpo, resultando en anemia.
Un reducción en la ingesta de ácido fólico en los alimentos resulta en anemia megaloblástica. Embarazo, lactancia y los períodos de rápido crecimiento, los cuáles aumentan la necesidad de ácido fólico en el cuerpo, pueden también contribuir a la anemia. Las deficiencias de hierro, zinc, o vitamina C, harán que el ácido fólico esté menos disponible para el cuerpo y el consumo inmoderado de alcohol incrementará los requerimientos de ácido fólico.
La vitamina B-12 se encuentra en productos animales. Entonces los vegetarianos que consumen productos lácteos y huevos no están en riesgo constante de deficiencia de vitamina B-12, mientras que los individuos que son vegetarianos estrictos (y sus bebés en lactancia) están en mayor riesgo de deficiencia de vitamina B-12.
La edad también afecta los status de B-12 porque se produce menos ácido en el estómago mientras avanza la edad. El ácido ayuda a liberar la forma activa de vitamina B-12 en el estómago. Del estómago, la vitamina B-12 viaja a los intestinos donde es absorbida dentro del cuerpo a través de los intestinos delgados. Por tanto la gente que tiene mala absorción también están en riesgo de deficiencia de vitamina B-12.
Las causas de la anemia megaloblástica incluyen:
Anemia Perniciosa
Esta es otra forma de anemia megaloblástica causada por la ausencia del factor intrínseco - una sustancia química segregada por células en el estómago que hace posible la absorción de la vitamina B-12. Se cree que la falta de factor intrínseco es causada por una deficiencia genética o un trastorno auto inmune. Una reducción de factor intrínseco también es vista en individuos con sensibilidad al gluten (trigo, avena, centeno) o en personas que han tenido una cirugía que afectó partes del intestino delgado. Las inyecciones de vitamina B-12 son el tratamiento para la anemia perniciosa.
La anemia perniciosa usualmente afecta a los adultos. Los síntomas de este trastorno se presentan gradualmente y pueden no ser reconocidos inmediatamente.
Su médico conducirá una examinación médica total para diagnosticar anemia y descartar otras enfermedades significativas. Es importante decir al médico si usted tiene un historial familiar de anemia, enfermedad de la vesícula, ictericia , o un bazo agrandado. Sus hábitos dietéticos son también extremadamente importantes para hacer el diagnóstico de las anemias nutricionales. Si usted es mujer, debe informar al médico acerca de períodos menstruales inusualmente abundantes.
Debería reportar si ha notado la presencia de sangre en la materia fecal (movimientos intestinales). Los médicos con frecuencia realizan un examen rectal para la presencia de sangre menos evidente en su material fecal - muchas veces la causa de anemia por deficiencia de hierro.
Las pruebas básicas de laboratorio para diagnosticar la anemia son un conteo sanguíneo completo (CBC por sus siglas en inglés) y frotis sanguíneos.
Un conteo sanguíneo completo se realiza para evaluar los glóbulos rojos. Produce dos números importantes:
Los frotis de sangre involucran picar su dedo y untar una gota o dos de sangre sobre un portaobjetos para examinación microscópica. Un técnico entonces clasificará su sangre por color, cantidad y forma. Una examen sanguíneo también puede medir la cantidad de ferritina , una importante proteína almacenadora de hierro. Los niveles bajos de ferritina indican deficiencia crónica de hierro.
Los médicos recomiendan una dieta rica en hierro para personas que tienen anemia por deficiencia de hierro.
Los alimentos ricos en hierro incluyen:
Felicia Busch, dietista registrada y autora de The New Nutrition , sugiere las siguientes recomendaciones dietéticas para las anemias "nutricionales":
FUENTES ADICIONALES DE INFORMACIÓN:
Americana American Dietetic Association
http://www.eatright.org
American Society of Hematology
http://www.hematology.org
Cooley's Anemia Foundation, Inc.
http://www.thalassemia.org
Fuentes:
Americana American Dietetic Association
American Society of Hematology
The New Nutrition: From Antioxidants to Zucchini , by F. Busch. John Wiley & Sons, 2000.
Understanding Anemia , by E. Uthman. University Press of Mississippi, 1998.
Último revisado Noviembre 2004 por Judith Logan, MD
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