Alguna vez, el único consejo alimenticio que los pacientes recibían de sus médicos para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas era reducir la grasa y el colesterol. Sin embargo, hoy en día, décadas de investigación han indicado que mucho más que sólo la grasa y el colesterol podría influir en el desarrollo de enfermedades cardiacas, incluyendo diferentes tipos de grasa, fibra, granos enteros y nutrientes antioxidantes.
Debido a que el corpus de investigación se hecho más grande y a veces los resultados son conflictivos, los investigadores revisaron 147 estudios publicados para determinar cuál de las evidencias se mostraba más convincente respecto a la dieta y las enfermedades cardíacas. Sus resultados fueron publicados en el artículo del 27 de noviembre del 2002 de la revista Journal of the American Medical Association .
Investigadores de la Harvard School of Public Health buscaron una base de datos en línea de estudios médicos publicados (MEDLINE) para identificar estudios de dieta y enfermedades cardíacas publicados a lo largo de mayo del 2002. Ellos identificaron 147 estudios incluyendo tanto pruebas clínicas como estudios epidemiológicos (observacionales).
Los estudios que revisaron investigaron varios componentes alimenticios, incluyendo colesterol, total de grasa alimenticia, ácidos grasos poliinsaturados omega-3, ácidos grasos trans , ácidos grasos monoinsaturados, carbohidratos, índice glucémico, fibra, folato y patrones alimenticios específicos (como substituir grasa no saturada por grasa saturada).
Los investigadores evaluaron cada estudio por su relevancia y calidad - poniendo particular atención en los resultados conflictivos o consistentes - para determinar qué estrategias alimenticias para la prevención de la enfermedad de las coronarias tenía la mayor evidencia. Ellos le dieron más peso a estudios mas extensos y a aquellos con punto final medible.
En su totalidad, los datos revelaron tres estrategias alimenticias que parecieron las más efectivas para prevenir las enfermedades cardíacas:
Otros factores jugaron un papel, pero de acuerdo a los autores, los resultados son inconclusos y permanecen "inestables" en temas como la cantidad óptima de grasa monoinsaturada y poliinsaturada en la dieta, el balance óptimo entre los ácidos grasos omega-3 y omega-6, la cantidad óptima y las fuentes de proteína para la dieta y los efectos de diferentes nutrientes vegetales (fitonutrientes), vitaminas y minerales. Por ejemplo, una información temprana se mostró prometedora con los complementos de vitamina E para la prevención de enfermedades cardíacas, pero los resultados de pruebas más recientes fueron decepcionantes (la investigación en esta área continúa)
La revisión está limitada en que sus conclusiones son sólo tan buenas como los resultados de los estudios que analizó. Es decir, cada uno de los 147 estudios tiene limitaciones que afectan la validez de sus resultados. Y los autores reconocen que los tipos de estudios que mejor controlaban los "factores confusos" (factores diferentes a la dieta que puede influir en el riesgo de enfermedades cardíacas) fueron "sorprendentemente pocos" en la documentación que revisaron.
Debido a que la investigación continúa, no se sabe cuál es la dieta "perfecta" para prevenir las enfermedades cardíacas (si es que tal dieta existe). Pero los resultados de este estudio presentan evidencia convincente de ciertas estrategias alimenticias que pueden beneficiar en su mayoría la salud del corazón.
Si actualmente está siguiendo una dieta prescrita por su médico para prevenir o controlar enfermedades cardíacas, no cambie su regimen sin consultarlo primero con su doctor. Si usted necesita ayuda para hacer los cambios alimenticios, pida a su doctor que lo envíe con un nutriólogo registrado dispuesto a prescribir un plan de comida individualizado que tome en cuenta esta nueva investigación.
Las enfermedades cardíacas son la mayor causa de muerte en muchos países occidentales (incluyendo Estados Unidos) y las tasas mundiales de la enfermedad están aumentado. La buena noticia, sin embargo, es que el riesgo de enfermedades cardíacas puede ser influenciado de manera positiva por factores controlables de estilo de vida. Como los autores de este estudio señalan, comer una dieta saludable, además de hacer ejercicio con regularidad, no fumar, mantener un peso saludable y controlar el estrés, pueden prevenir la "mayoría" de los casos de enfermedades cardiovasculares en las sociedades occidentales.
FUENTES ADICIONALES DE INFORMACIÓN:
National Heart, Lung, and Blood Institute
http://www.nhlbi.nih.gov/
American Heart Association
http://www.amheart.org/
Fuentes:
Hu FB, Willett WC. Optimal diets for prevention of coronary heart disease. JAMA . 2002;288:2569-2578.
Último revisado Nov 27, 2002 por Richard Glickman-Simon, MD
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