Avances recientes en la terapia del cáncer han probado ser armas de dos filos. Mientras que ciertamente han alargado la vida de muchos pacientes, a menudo estos tratamientos agresivos dan como resultado rutinario que el paciente termine en el hospital, sala de emergencia y sea admitido en la sala de cuidados intensivos. El uso intensivo de la quimioterapia, por ejemplo, ha contribuido al aumento en el número de supervivientes de cáncer. Pero también ha dado como resultado más pacientes terminales con cáncer, muchos de los cuales están recibiendo los mismos tratamientos agresivos que aquellos que no son terminales.
Recientemente, un grupo de investigadores se propusieron caracterizar esta tendencia hacia el tratamiento agresivo de los pacientes terminales de cáncer. En particular, querían saber si esta tendencia estaba a la alza, y si era así, qué relación tenía, si había, con la disponibilidad de hospitales para enfermos terminales (El hospital para enfermos terminales se enfoca en cuidar, no en curar, en un esfuerzo para mantener a los pacientes terminales cómodos mientras les proporcionan a ellos y sus familias apoyo emocional y espiritual). Los resultados de este estudio fueron publicados en el número del 15 de enero de la revista Journal of Clinical Oncology. Los investigadores encontraron que la tendencia hacia el tratamiento agresivo de los pacientes terminales de cáncer de hecho estaba a la alza, y que parecía que estaba ocurriendo más a menudo en donde había menos acceso a un hospital para enfermos terminales.
Los investigadores revisaron los registros de 28,777 pacientes aptos de Medicare de 65 años de edad y mayores que murieron durante el año en que recibieron el diagnóstico de cáncer pulmonar, de seno, colorrectal y otras cánceres gastrointestinales entre 1993 y 1996.
Los investigadores encontraron que hay una tendencia hacia el aumento del cuidado agresivo en los pacientes terminales de cáncer que están cerca de morir. Por ejemplo, el estudio encontró que la tasa de tratamiento con quimioterapia en estos pacientes aumentó del 27.9% al 29.5%. También encontraron que entre aquellos que recibieron la quimioterapia, el 15.7% todavía recibía el tratamiento hasta dos semanas antes de su muerte.
Además, el número de pacientes que fueron admitidos en las salas de emergencia más de una vez, fueron hospitalizado o fueron admitidos en las unidades de cuidado intensivo, también aumentó de un 7.2% a un 9.2%, del 7.8% a un 9.1%, y de 7.1% a un 9.4%, respectivamente.
Y, mientras que el número de pacientes terminales en los centros de cuidado intensivo bajó (32.9% a un 29.5%) y el número de pacientes que recibieron servicios en el hospital para enfermos terminales aumentó (28.3% a un 38.8%), muchos pacientes no recibieron atención en hospitales para enfermos terminales hasta los últimos tres días de sus vidas.
Aunque el tratamiento agresivo de los pacientes terminales de cáncer está a la alza, la disponibilidad de los hospitales para enfermos terminales también parece estar aumentando. Los pacientes terminales que tuvieron acceso a dichos hospitales tuvieron menos probabilidades de recibir tratamiento agresivo para su enfermedad, llevando a los investigadores a creer que si los hospitales de enfermos terminales estuvieran más disponibles en todos los lugares del país, podrían reducir el uso de intervenciones agresivas para los pacientes terminales y mejorar la calidad del cuidado que reciben.
Además, aunque hay un aumento en general en el número total de pacientes terminales de cáncer que reciben los cuidados en hospitales para enfermos terminales, los investigadores notaron que en la mayoría de los casos, esto no está ocurriendo hasta que el paciente está cerca de la muerte, conduciendo a los investigadores a concluir que los hospitales para enfermos terminales, en donde existen, están siendo usados con más frecuencia para controlar la muerte que para dar un paliativo a la enfermedad.
Habiendo identificado estas tendencia, los investigadores consideran que la siguiente pregunta es sí el tratamiento agresivo tiene efectos positivos en la supervivencia de los pacientes o en su calidad de vida. Obviamente, las decisiones sobre el cuidado terminal son personales, y la elección de continuar tratando a un paciente terminal de manera agresiva debe recaer por último en el paciente y su familia. Pero estas elecciones deben ser tomadas sobre la base de la preferencia personal, no de la disponibilidad de los servicios. Una mayor accesibilidad a los hospitales para enfermos terminales puede ayudar a aligerar una, ya de por sí, difícil decisión y ayudar a todo el mundo involucrado a encontrar un equilibrio entre el acceso a tratamientos potencialmente benéficos y la clase de cuidado de apoyo que todos nos merecemos al final de nuestras vidas.
FUENTES ADICIONALES DE INFORMACIÓN:
National Hospice and Palliative Care Organization
http://www.nhpco.org
Promoting Excellence in End-Of-Life-Care
http://www.promotingexcellence.org/
Fuentes:
Cancer facts and figures 2003. American Cancer Society (ACS).
Disponbile en: Http://www.cancer.org/downloads/STT/CAFF2003PWSecured.pdf. Accedido el 14 de enero del 2004.
Earle CC, Neville BA, Landrum MB, et al. Trends in the aggressiveness of cancer care near the end of life. J Clin Oncol. 22:315-321.
What is hospice and palliative care? National Hospice and Palliative Care Organization. Disponible en: http://www.nhpco.org/i4a/pages/index.cfm?pageid=3281 . Accedido el 14 de enero del 2004.
Último revisado Enero 16 del 2004 por Richard Glickman-Simon, MD
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