De 5% a 20% de los estadounidenses contraen gripa cada año, dando como resultado un estimado de 200,000 hospitalizaciones y 36,000 muertes. Los Center for Disease Control and Prevention (CDC) recomiendan la vacuna contra la gripa como la forma única y sencilla de prevenir la influenza. Las vacunas funcionan al exponer la células inmunes a antíngenos extraños, provocando que acumulen una respuesta inmunológica al crear anticuerpos .
Al inicio de octubre, justo cuando empezaba la temporada de vacunación contra la gripa de este año, un gran proveedor de la vacuna contra la influenza reportó que ninguna de sus 48 millones de dosis estaría disponible para Estados Unidos debido a una contaminación durante el proceso de elaboración. De repente, los Estados Unidos habían perdido casi la mitad de su suministro de vacunas, llevando a la escasez en todo el país.
Dos estudios que se publicaron antes y se esperaba que fueran publicados en el número del 25 de noviembre del 2004 en New England Journal of Medicine reportan que dosis más bajas de vacuna contra la gripa, inyectada dentro de la piel, producen respuestas inmunes en adultos sanos de 18 a 60 años de edad, que son iguales a dosis fuertes y completas liberadas por la inyección tradicional dentro del músculo. Las inyecciones en la piel no fueron tan efectivas en personas mayores de 60 años de edad. Estos estudios sugieren una manera potencial para extender el suministro de la vacuna contra la gripa de este año.
En el primer estudio, los investigadores asignaron de manera aleatoria a 238 sujetos de estudio para que recibieran ya fuera una dosis estándar de vacuna contra la gripa administrada dentro del músculo (inyección intramuscular ), o una dosis reducida (40% de la dosis estándar) administrada dentro de la piel (inyección intradérmica ). Aproximadamente 21 días después de la vacunación, los investigadores recolectaron muestras de sangre de los participantes del estudio y midieron los niveles de anticuerpos presentes en contra de cada variedad de influenza incluida en la vacuna.
Cada grupo de tratamiento fue dividido en dos grupos de personas de la misma edad: 18 a 60 años y mayores de 60 años. Para cada grupo, los investigadores compararon las respuestas de los anticuerpos del grupo de la vacuna intramuscular con las respuestas del grupo de la inyección intradérmica.
Nadie que estuviera tomando medicamentos que suprimieran la función del sistema inmunológico o que estuviera embarazada o amamantando fue excluído del estudio.
El segundo estudio comparó las respuestas de los anticuerpos de los sujetos de estudio de 18 - 40 años de edad que recibieron una dosis estándar intramuscular de la vacuna de la gripa con los sujetos que recibieron el 20% de la dosis estándar de manera intradérmica.
En el primer estudio, entre los sujetos de estudio más jóvenes (18 a 60 años), no hubo diferencias significativas en los niveles de anticuerpos para ninguna de las variedades de influenza entre el grupo de la inyección intramuscular y el grupo de la inyección intradérmica. Entre los sujetos de estudio más grandes, las inyecciones intramusculares provocaron una respuesta de los anticuerpos ligeramente más fuerte que la inyección intradérmica para las cuatro variedades de influenza para la vacuna, pero esta respuesta sólo fue significativamente fuerte para una de las cuatro variedades.
El dolor localizado fue significativamente más común en los sujetos de 18 a 60 años de edad que recibieron la inyección intramuscular, pero la inflamación localizada fue significativamente más común en los participantes de todas las edades que recibieron la inyección intradérmica.
En el segundo estudio, las respuestas de los anticuerpos del grupo de la inyección intradérmica fueron similares o mejores a aquellas del grupo intramuscular, en todas las tres variedades de influenza en la vacuna.
Aunque destacados, estos estudios tuvieron algunas limitantes serias. Primero, ambos estudios combinados incluyeron un total de sólo 338 personas, un número relativamente pequeño. Segundo, las pruebas de sangre fueron utilizadas para medir la respuesta inmunológica, más que para los casos reales de gripa.
Estos estudios demostraron que para los adultos sanos de entre 18 - 60 años de edad, una dosis menor en inyección intradérmica de la vacuna de la gripa es tan efectiva como una dosis estándar de vacuna intramuscular.
Estos estudios pueden impulsar a los médicos que están batallando con las dosis insuficientes de vacunas a extender su suministro al administrar dosis más bajas de manera intradérmica cuando sea apropiado. Este uso, aunque no está aprobado oficialmente por la US Food and Drug Administration, es perfectamente legal. Y podría ser particularmente útil para las personas sanas jóvenes consideradas de alta prioridad por los CDC, así como para los trabajadores del sector salud o las personas que atienden a niños muy pequeños.
Aparte de estos casos, es probable que los estudios sólo tengan implicaciones limitadas para la escasez actual de vacunas contra la gripa. Las inyecciones intradérmicas no fueron tan efectivas en las personas mayores de 60 años, y no se probaron en personas muy jóvenes o con sistemas inmunológicos debilitados. Como resultado, no son adecuadas para aquellos que más corren el riesgo de complicaciones de la gripa.
Los CDC recomiendan que la prioridad para la vacuna contra la gripa sea dada a los siguientes grupos esta temporada:
Los adultos sanos de entre 18 y 64 años de edad que quieran protegerse de la gripa deben preguntarle a su médico acerca de la vacuna contra la gripa administrada a través de un rociador nasal, que contiene virus vivos debilitados de gripa.
FUENTES ADICIONALES DE INFORMACIÓN:
Centers for Disease Control and Prevention (CDC)
http://www.cdc.gov
Flu Information
United States Department of Health and Human Services
http://www.hhs.gov/flu/
Fuentes:
Belshe RB et. al. Serum antibody responses after intradermal vaccination against influenza. New England Journal of Medicine . 2004; 351.
Kenney RT et. al. Dose sparing with intradermal injection of influenza vaccine. New England Journal of Medicine . 2004; 351.
La Montagne JR et. al. Intradermal influenza vaccination—can less be more? [Artículo de opinión] New England Journal of Medicine. 2004; 351.
Último revisado Noviembre 12, 2004 por Richard Glickman-Simon, MD
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