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Mujeres, hombres y medicamentos: No somos iguales

June 10, 2008 - 7:30am
 
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Mujeres, hombres y medicamentos: No somos iguales

Los hombres pueden ser de Marte y la mujeres de Venus, pero hablando de manera médica, ¿realmente son tan distintos los sexos? La respuesta, de acuerdo a los investigadores en el campo de la biología basada en el género, es un resonante si. Sus descubrimientos muestran que:

  • Las mujeres son dos veces más propensas que los hombres a contraer enfermedades transmitidas sexualmente.
  • Las mujeres son de dos a tres veces más propensas que los hombres a sufrir de depresión.
  • El 80% de las personas afectadas por osteoporosis son mujeres.
  • Las mujeres que fuman tienen hasta un 70% más de posibilidad de desarrollar cáncer pulmonar que los fumadores masculinos.
  • Las mujeres son más propensas que los hombres a sufrir un segundo ataque cardiaco en el transcurso de un año después del primer ataque.
  • Las mujeres se despiertan más rápido de la anestesia que los hombres.
  • Tres de cada cuatro personas que sufren de la enfermedad autoinmune (tales como la artritis reumatoide, el lupus y la esclerosis múltiple) son mujeres.
  • Los medicamentos contra el dolor y otros fármacos pueden reaccionar de manera distinta en hombres y mujeres.

¿Qué es la biología basada en el género?

La biología basada en el género es un campo de estudio que observa las diferencias biológicas y fisiológicas entre los sexos. Los investigadores están buscando de paso las diferencias en los cromosomas XY/XX que hacen que un hombre sea un hombre y una mujer una mujer y están buscando variaciones en el sistema, órganos, tejidos y niveles celulares.

Phyllis Greenberger, directora ejecutiva de la Society for the Advancement of Women's Health Research, comenta, "Los descubrimientos de la biología basada en el género tienen el potencial de revolucionar la manera en la que entendemos la salud y la enfermedad tanto para hombres como para mujeres. Las diferencias se extienden más allá de las áreas obvias tales como la reacción a distintos medicamentos y la manera en que los hombres y las mujeres responden a la misma enfermedad, o metabolizan los mismos componentes. Entre más científicos busquen tales diferencias, más será lo que descubran y ellos podrán reconocer más qué tan importantes son estas diferencias."

El modelo masculino de investigación

Tradicionalmente, la investigación médica ha sido conducida usando modelos masculinos como la base para estudios clínicos. Citando las preocupaciones de daño potencial al niño no nacido y a la capacidad reproductiva, la FDA siempre ha prohibido que las mujeres en edad reproductiva participen en pruebas seguras para nuevos medicamentos. Esta exclusión llega a ser una práctica común entre los científicos que alegan que el ciclo mensual fluctuante de la mujer interferiría con su investigación. Los descubrimientos de sus estudios, no obstante, fueron aplicados en los dos géneros y los médicos asumen un enfoque que vale para todos en el tratamiento tanto de pacientes masculinos como femeninos. También hay una inclinación general a pensar sobre el bienestar de una mujer en términos de salud reproductiva. Los síntomas de otras enfermedades fueron ignorados o atribuidos a las hormonas, y con frecuencia a las mujeres se les dijo que tales síntomas estaban "todos en su cabeza."

Los comienzos del cambio

Con el tiempo, sin embargo, los científicos empezaron a acumular evidencia que indicaba que las enfermedades y padecimientos podrían no afectar a ambos sexos de manera similar y que los descubrimientos basados en los hombres podrían no siempre aplicarse a las mujeres. Sin embargo, debido a la falta de estudios iniciales que involucraran mujeres, estos alegatos fueron difíciles de sostener. Washington respondió que desarrollaría pautas para la inclusión de la mujeres en estudios clínicos federalmente patrocinados y en 1990 estableció la Office of Research on Women's Health (ORWH) en el National Institutes of Health (NIH).

De manera específica, la ORWH fue cambiada con:

  • Eliminar los espacios en el conocimiento por medio de determinar una agenda apropiada de investigación para la salud de la mujer
  • Asegurando que, sin importar el costo, las mujeres estén representadas en estudios clínicos de la NIH
  • Incrementando el número de mujeres en carreras de investigación médica

Qué estamos aprendiendo

Aunque los esfuerzos recientes de investigación en la biología basada en el género se enfocan principalmente en identificar las diferencias, los científicos están empezando a encontrar explicaciones biológicas y fisiológicas posibles. Por ejemplo:

  • Las mujeres son más propensas que los hombres a sufrir de depresión debido a un nivel inferior de síntesis de serotonina en el cerebro.
  • Las mujeres producen menos de la enzima que desintegra el alcohol en el estómago, lo cual puede explicar por qué, al consumir iguales cantidades de alcohol, ellas tienen un nivel de alcohol más alto que sus contrapartes masculinas.
  • Los centros de lenguaje están posicionados en áreas distintas en cerebro masculino y femenino, sugiriendo una posible respuesta al por qué las mujeres sufren menos afasia que los hombres luego de una apoplejía.

Una palabra de advertencia

Pero Greenberger advierte, "Justo ahora tenemos más preguntas que respuestas. Sería prematuro esperar que un médico, por ejemplo, que esté tratando la depresión, decir que a partir de que nosotros sabemos que la síntesis de la serotonina es afectada en el ciclo de la mujer, sabemos que ella debería recibir sólo la mitad de la dosis del medicamento durante la fase lútea. Más investigación, en la forma de ensayos clínicos, es necesaria antes de que podamos traducir lo que sabemos hacia el tratamiento." Ella advierte que las mujeres deberían compartir cualquier información que encuentren con su médico y discutir las opciones.

Poniendo nueva información a trabajar

La buena noticia es que los investigadores han hecho un progreso significativo en la comprensión de la enfermedad cardiovascular - el asesino número uno tanto de hombres como de mujeres. Por ejemplo, ahora sabemos que en todas la víctimas de ataque cardiaco menores de 50 años, las mujeres tienen el doble de posibilidad que los hombres de morir de esto.

Los estudios sugieren que esto podría ocurrir debido a que las mujeres son:

  • Menos propensas a tomar medicamentos como la aspirina para evitar el ataque cardiaco
  • Son más lentas al buscar tratamiento cuando se presenta un ataque
  • Son menos propensas a recibir procedimientos de diagnósticos críticos, tales como una angiografía o cateterización cardiaca, una vez que están en el hospital

Los científicos también están descubriendo algunas cosas acerca de las mujeres que podrían ayudar a contrarrestar esta tendencia.

  • Síntomas
  • Las mujeres no siempre exhiben los clásicos síntomas masculinos del ataque cardiaco, dolor severo aplastante y presión molesta o saturación en el centro del pecho. En vez de eso, las mujeres pueden experimentar síntomas silenciosos: Falta de aire, fatiga, incomodidad, náusea, mareos o dolor en lugares poco probables como en la mandíbula. Debido a que estos síntomas han sido muy asociados con enfermedades distintas a la enfermedad cardiaca la mayoría de los médicos pueden no reconocerla como tal. Por lo tanto, una mujer que sospecha de lo contrario estaría en lo cierto al pedir una evaluación cardíaca completa con estos síntomas aunque le hayan dicho que tiene una indigestión.
  • Pruebas
  • De forma similar, sabemos ahora que las pruebas de esfuerzo, consideradas ampliamente como la evaluación estándar en el diagnóstico, pueden producir un alto índice de falsos positivos en los resultados en las mujeres. La prueba de esfuerzo de eco es reconocida ahora como una herramienta más precisa para evaluar al corazón femenino.
  • Medicamentos
  • El medicamento Integrelin, el cual es usado para tratar la angina inestable, es más efectivo en las mujeres que en los hombres y las mujeres metabolizan el medicamento propanolol (usado para tratar las arritmias cardiacas) más despacio que los hombres.

Mirando hacia adelante

Para el futuro, Greenberger busca que los científicos continúen identificando diferencias de género y aprendiendo acerca del cómo y el por qué se presentan. Animado por los esfuerzos de la ORWH, ella espera una participación mayor de las mujeres en el cuidado de la salud y en la investigación médica, lo cual se añadirá a la muy necesitada segunda perspectiva a los estudios clínicos. Últimamente, Greenberger espera que la biología basada en el género será vista no sólo en términos de la salud de las mujeres, sino que signifique un mejor entendimiento de los mecanismos de la enfermedad en ambos sexos. Y esto, ella cree, nos ayudará a movernos más allá de la salud por medio de los libros hacia la salud de acuerdo a nuestro sexo.

Fuentes Adicionales de Información

Society for Women's Health Research
http://www.womens-health.org

Office of Research on Women's Health>
http://www4.od.nih.gov/orwh

The American Medical Women's Association >
http://amwa-doc.org

Just Like a Woman: How Gender Science Is Redefining What Makes Us Female , by Dianne Hales. Bantam Books, 1999.

Women and Doctors: A Physician's Explosive Account of Women's Medical Treatment - and Mistreatment - in America Today and What You Can Do About It , by John Smith. The Atlantic Monthly Press, 1992.



Último revisado Junio 2000 por ]]>EBSCO Publishing's Medical Review Board]]>

Se provee esta información como complemento a la atención proporcionada por su medico. Dicha información no tiene el propósito o la presunción de substituir el consejo medico profesional. Procure siempre el consejo de su medico o de otro profesional de la salud competente antes de iniciar cualquier tratamiento nuevo o para aclarar cualquier duda que usted pueda tener con relación a un problema de salud.

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