Las hormonas son mensajeros químicos que regulan funciones corporales específicas. Éstas son producidas por varias glándulas en el cuerpo y entran al torrente sanguíneo, donde viajan a otros tejidos y ejercen su influencia. La terapia hormonal se usa en el tratamiento del cáncer para aumentar o interferir con la actividad de ciertas hormonas que pueden influir sobre el crecimiento de tumores.

La terapia hormonal se puede ordenar para tratar a algunos pacientes con cáncer renal en etapa avanzada para ayudar a controlar el crecimiento celular y controlar los síntomas.

La terapia hormonal no se considera un tratamiento efectivo para el cáncer renal.