La rosacea puede ser controlada con terapia, cambios en su estilo de vida

Todavía no ha sido descubierto un remedio para la causa subyacente de la rosácea. Sin embargo, la enfermedad puede mejorar de manera significativa con terapia médica a largo plazo y modificaciones en el estilo de vida. La rosácea es un trastorno crónico y progresivo que normalmente aparece primero como enrojecimiento que viene y va en las mejillas, nariz, barbilla o frente. A medida que la enfermedad progresa, el enrojecimiento llega a ser más severo y permanente y los vasos sanguíneos visibles con forma de araña llamados telangiectasia pueden aparecer. Con frecuencia se desarrollan bultos y granos y si se dejan sin tratar la nariz puede llegar a hincharse por el exceso de tejido, un padecimiento conocido como rinofima .

Tratamiento inicial

Los dermatólogos con frecuencia prescriben tratamiento inicial con antibióticos orales y tópicos de acción rápida para poner la rosácea bajo control inmediato. Esto rápidamente es seguido por una terapia a largo plazo con el medicamento tópico solo. Se cree que en casos de rosácea, el medicamento funciona al reducir la inflamación.

Tratamiento a largo plazo

Ungüentos tópicos

El uso a largo plazo de tabletas antibióticas orales ha sido asociado con numerosos efectos secundarios, incluyendo náusea, malestar gastrointestinal, fototoxicidad e infección por cándida. Como resultado, la terapia tópica es usada para evitar los efectos secundarios. Los ungüentos tópicos funcionan directamente en el sitio de la inflamación. Los niveles en la sangre de medicamentos usados en los ungüentos tópicos son ya sea muy bajos o inexistentes. Además, en los estudios clínicos, el uso diario a largo plazo de los antibióticos tópicos fue diseñado para mantener la remisión de los síntomas en la mayoría de los pacientes de rosácea.

Extirpación con láser de vasos sanguíneos con forma de araña

Después de que la terapia médica quita el enrojecimiento, las pápulas y las pústulas, cualquier telangiectasia previamente escondida por el enrojecimiento con frecuencia llega a ser más visible. En la mayoría de los casos, un instrumento quirúrgico llamado un pulso láser de tinta puede ser usado en el consultorio del médico para borrar estos pequeños vasos sanguíneos virtualmente sin dolor o molestia. El pulso corto asegura que sólo sea dirigido a los vasos sanguíneos. Esto reduce o elimina la posibilidad de daño al tejido facial que rodea.

Extirpación con láser de exceso de tejido en la nariz

Asimismo, el antiestético exceso de tejido de la rinofima puede ser corregido con un pulso de láser de tinta. El tratamiento temprano con frecuencia encoge la nariz y ayuda a prevenir el desarrollo posterior de la enfermedad. Sin embargo, si es necesario, un láser de CO2 puede ser usado como un escalpelo libre de sangre para reconstruir la nariz de manera efectiva. Otras opciones para el tratamiento de la rinofima incluyen la dermoabrasión, la coagulación eléctrica de presilla caliente y volver a esculpir con escalpelo.

Manteniendo la remisión

Además de la terapia médica, los que padecen de rosácea pueden reforzar sus oportunidades de mantener la remisión al identificar y evitar factores de estilo de vida que detonen los rebrotes en sus casos individuales. Debido a que hay un gran número de detonantes que afectan a varios individuos, casi todos parecen estar relacionados al rubor. Sin embargo, lo que detona un brote en uno que padece la enfermedad no parece afectar a otro.

De acuerdo con una encuesta por la National Rosacea Society, los detonantes más comunes de la rosácea en orden descendente incluyen:

• Exposición al sol
• Estrés emocional
• Clima cálido
• Alcohol
• Comida picante
• Ejercicio
• Baños calientes
• Clima frío
• Bebidas calientes
• Humedad
• Productos para el cuidado de la piel
• Ciertos tipos de medicamentos

Como con muchas enfermedades, el tratamiento de la rosácea debe ser adaptado por el médico para cumplir con las necesidades de cada individuo. Las claves para minimizar los efectos de este evidente y embarazoso trastorno son el diagnóstico temprano y la fiel conformidad con la terapia médica y algunas modificaciones en el estilo de vida que puedan ser necesarias.