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Definición

La linfadenitis crónica es la inflamación de un ganglio linfático. La inflamación puede durar mucho tiempo. Los nódulos linfáticos son parte del sistema inmune. Este sistema combate y previene las infecciones. La función del nódulo linfático es filtrar las sustancias no deseadas, como las bacterias y los virus, y ayudar a eliminarlas del cuerpo.

Los nódulos linfáticos se encuentran agrupados en el cuello, axilas e ingle. La linfadenitis crónica podría afectar un nódulo o varios nódulos en un área (regional), o nódulos en muchas áreas del cuerpo (general).

Entre más pronto se trate la linfadenitis, será más favorable el resultado. Si usted sospecha que tiene esta condición, consulte a su médico inmediatamente.

Nódulos Linfáticos Inflamados

© 2009 Nucleus Medical Art, Inc.

Causas

Normalmente los nódulos linfáticos se inflaman cuando combaten una infección. En casos de infección más seria, la inflamación podría prolongarse. Por lo general la linfadenitis es causada por una infección que se ha extendido a los nódulos linfáticos desde una infección en la piel, oído, nariz u ojo. Otras causas de linfadenitis incluyen las siguientes:

La inflamación de los nódulos linfáticos también podría ser causada por células cancerosas circulantes.

Factores de riesgo

Un factor de riesgo es aquello que incrementa las probabilidades de contraer una enfermedad o afección.

Los siguientes factores incrementan sus probabilidades de desarrollar linfadenitis crónica. Si tiene alguno de estos factores de riesgo, informe al médico:

  • Las condiciones listadas bajo "Causas"
  • Contacto cercano con alguien que padezca las condiciones mencionadas anteriormente
  • Edad: 12 años o menos. Comúnmente, la linfadenitis crónica ocurre en los niños.
  • Contacto con animales, especialmente con gatos, ratas, o vacas

Síntomas

Si experimenta alguno de estos síntomas, no asuma que se debe a linfadenitis crónica. Estos síntomas podrían ser causados por otras condiciones de salud menos serias. Si usted experimenta alguno de ellos, consulte a su médico.

Los síntomas incluyen:

  • Nódulos linfáticos inflamados, dolorosos, sensibles o duros
  • La piel sobre un nódulo está roja y caliente al tacto
  • Fiebre con los siguientes síntomas:
    • Escalofríos
    • Pérdida de apetito
    • Transpiración abundante
    • Pulso rápido
    • Debilidad general
  • Dificultad para tragar
  • Dificultad para respirar
  • Rigidez en el cuello

Diagnóstico

El médico le preguntará acerca de sus síntomas y antecedentes clínicos, y le realizará un examen físico.

Las pruebas pueden incluir:

  • Recuento de glóbulos blancos; los glóbulos blancos ayudan a combatir la infección. Por lo tanto, los niveles serán altos si padece una infección.
  • Hemocultivo; analizar una muestra de sangre para detectar bacterias u hongos
  • Biopsia del ganglio linfático; extracción de una muestra del tejido del ganglio linfático para analizarla
  • Ecografía; una prueba que usa ondas sonoras para examinar los ganglios linfáticos

Tratamiento

El tratamiento de la linfadenitis crónica depende de la causa. Consulte con el médico acerca del mejor plan de tratamiento para usted. Las opciones de tratamiento incluyen:

Medicamentos

  • Antibióticos para controlar una infección
  • Antiinflamatorios; para ayudar a reducir la inflamación e hinchazón. Es posible que se recomiende aspirina para los adultos.
    • La aspirina no es recomendable para los niños que tengan o hayan tenido recientemente una infección viral. Consulte con el médico antes de administrar aspirina a un niño.

Cuidados de apoyo

Las compresas húmedas y calientes sobre los ganglios linfáticos pueden ayudar a aliviar el dolor.

Cirugía

Es posible que se requiera cirugía para drenar los abscesos (acumulaciones de pus), si hubiera.

Prevención

Para ayudar a reducir sus probabilidades de contraer linfadenitis crónica, siga estos pasos:

  • Busque tratamiento oportuno para las infecciones bacteriales y virales. Consulte a su médico a las primeras señales de infección (fiebre, escalofríos, enrojecimiento).
  • Siga pasos para prevenir contraer una infección:
    • Tenga prácticas de buena higiene, como lavarse las manos con regularidad.
    • Evite el contacto cercano con personas que estén enfermas.
    • Comer una dieta saludable, una que sea baja en grasas saturadas y rica en granos enteros, frutas y verduras.